Oriel Ortega: "Los migrantes han ensanchado considerablemente la trocha del Darién"

En lo que va del año han cruzado 184 mil migrantes. Hasta ahora se había centrado la atención en la seguridad, pero el daño al medio ambiente es considerable y también debe ser atendido. El gobierno ha destinado este año $40 millones al tema migratorio
 


Oriel Ortega.


El paso de migrantes por la selva darienita está causando afectaciones al medio ambiente. La trocha se ha engrosado y la basura se acumula de forma importante que rebasa la capacidad de las autoridades. Son problemas nuevos que debemos atender con el mismo presupuesto y personal.  El destino de los más de 184 mil migrantes que han atravesado Panamá desde enero a octubre 12, es Estados Unidos. El reto es lograr una ruta más segura, tal vez vía marítima, que proteja la vida de estas personas, disminuya el crimen organizado y de paso evite contaminación en la selva, hasta hace unos años, virgen. Esto podría ejecutarse con lanchas seguras proporcionadas por Estados Unidos, o las Naciones Unidas, para trasladar a los migrantes desde los puertos de Colombia los pueblos darienitas, controlada y vigilada por unidades policiales panameñas. De ahí en adelante ya existe una logística diseñada para llevar a los migrantes a la frontera con Costa Rica.

Aunado a lo anterior, si el estado toma dominio de la ruta, también merma las ganancias que obtiene el crimen organizado que se dedica al tráfico de migrantes. Nuestro entrevistado, Oriel Ortega, director del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) tomó nota de la posible propuesta.

Mientras que Estados Unidos no frene la entrada de migrantes, toda la región deberá diseñar un programa internacional para atender el masivo flagelo que busca un sueño americano.

Hemos visto un tráfico de migrantes superior a cualquier cifra récord de años anteriores. Hasta el momento, ¿cuántos migrantes han pasado por Panamá?
La cifra récord que era la del año 2021, de 133 mil personas, en su gran mayoría haitianos, este año se superó de manera exorbitante hasta más de 184 mil personas. De ellos, más de 133 mil son de nacionalidad venezolana.

¿Estas 184 mil personas, todos pasan con la ayuda del crimen organizado por nuestra selva?
En su gran mayoría no podemos decir que es netamente delincuencia organizada. Se les ofrecen paquetes ‘turísticos’, medios de transporte terrestres y fluviales o marítimos en los que se mueven hasta Panamá.


Hemos caminado las selvas desde 1997 y lo que estamos viendo hoy día, lo que antes eran caminos de indígenas y transnacionales en fila india, ahora han abierto la trocha, lastimosamente. 


De ahí en adelante hay un control oscuro de quien invierte, en el caso de Colombia, en una embarcación de una lancha rápida para transportarlos que pudiera estar asociada a otros delitos, como el tráfico de drogas, con la idea de legalizar el dinero ilícito a través de este tipo de servicios. También puede ser alguien que tenga una fachada de un hostal donde se quedan a dormir o algún transporte terrestre que puedan utilizar. Puede haber economía lícita como ilícita de estos movimientos migratorios.

¿Qué afectaciones ha tenido la selva darienita con el paso de cientos de miles de personas? ¿Quién se va a encargar del daño al medio ambiente?
A nosotros nos da mucho dolor. Hemos caminado las selvas desde 1997 y lo que estamos viendo hoy día, lo que antes eran caminos de indígenas y transnacionales en fila india, ahora han abierto la trocha, lastimosamente. Los migrantes, con el afán de llegar a Norteamérica y la desesperación del camino, han ensanchado considerablemente la trocha. Estamos hablando con el sistema de Naciones Unidas y con el Ministerio de Ambiente para poder recuperar los lugares donde estas personas transitan y hacer un trabajo más de educación cuando transitan por la selva. Además, nosotros con los indígenas estamos haciendo un trabajo de recolección de desechos y con ellos mismos, los migrantes.


Del lado panameño las poblaciones indígenas se han organizado. El congreso indígena Guna, el de Emberá-Wounaan, se organiza, pero les cobran un poco más de dinero por otros servicios. Por ejemplo, otras rutas, o les cargan las mochilas y es ahí donde entra una parte de maldad. 


¿Por qué no crean una ruta segura marítima, los traen de Colombia a un puerto seguro de Panamá para evitar que sigan cruzando la selva arriesgando su vida y afectando el medio ambiente?
Es un planteamiento que ya está entrando a la palestra. Hay que analizarlo. No le puedo dar la respuesta en este momento, pero se está planteando y es una alternativa. Si se logra se haría de esa forma. Definitivamente que es una alternativa estudiada que podemos presentar próximamente y ahí se definirá.

Como panameños estamos desviando muchos recursos en este flagelo...
Hemos designado más de $40 millones en este año. Todas las propuestas el estado las analiza.

Pero ellos pagan a los coyotes para que los crucen. ¿Para quién trabajan esos coyotes?
Del lado panameño las poblaciones indígenas se han organizado. El congreso indígena Guna, el de Emberá-Wounaan, se organiza, pero les cobran un poco más de dinero por otros servicios. Por ejemplo, otras rutas, o les cargan las mochilas y es ahí donde entra una parte de maldad. Le explico: estos coyotes que no tenemos referenciados son los encargados de guiarlos, pero más adelante les roban. Y es ahí donde estamos haciendo una cooperación importante contra este tipo de delincuentes.

¿Cómo puede estar seguro de que parte del dinero que pagan a los indígenas no lo cobra el crimen organizado?
Pudiera ser. La economía ilícita del crimen organizado es una cuenta oscura.

Han pasado 184 mil personas, ¿cuánto paga el promedio?
Normalmente dentro de Panamá, que nosotros hemos conversado con la alcaldía de Lajas Blancas que es la que tiene el control en el pago de impuestos de quienes venden comida a las poblaciones, los que tienen las lanchas para transitar, ellos dicen que cobran $25 por persona para moverse de un lugar a otro. Posteriormente llegan a un sitio donde agarran una embarcación que cobra $25 más. De ahí se mueven en buses que pagan a la frontera con Costa Rica $40 más.

¿Cuál es la proyección de migrantes que tienen  para este año?
Nosotros calculamos que, si sigue la misma tendencia de aumento, este año podemos cerrar con más de 200 mil personas.

¿Cuántos llegan por día?
Nos ha aumentado la cifra entre agosto, septiembre y lo que va del mes, llegan dos mil por día cuando antes llegaban entre 500 a 600 o mil.

¿Por qué no se está respetando la cuota pactada con Colombia?
Ahí estamos haciendo el acercamiento y diálogo con Colombia porque era un acuerdo que se había llegado con la administración pasada. Ahora hay un gobierno nuevo y las transiciones de gobierno necesitan informarse de qué pasaba anteriormente para retomar las operaciones que tienen que ver con la seguridad nacional de ambos países.


Si sigue la misma tendencia de aumento, este año podemos cerrar con más de 200 mil migrantes.


¿El crimen organizado está operando para controlar la ruta de Panamá, sí o no?
La delincuencia organizada está operando en todo el mundo. Pero el valor agregado nuestro es enfocarnos en esta situación. Tenemos personal de inteligencia que está constantemente viendo el tema de migración irregular y ahí es donde tienen las estadísticas de aprehensiones.

¿Pero cuánto pagan en total en Panamá?
Tal vez entre $100 y $150 por persona por el trayecto. Eso sin ver la parte oscura de lugares entre la selva de Panamá y Colombia hay cierta renta ilícita que nosotros estamos combatiendo.

Una operación: $250 por ejemplo, por 184 mil, las personas que cruzaron, salen $46 millones. ¿Quién se está quedando con este dinero y en qué se está empleando?
Con ese dinero en Panamá los indígenas están aumentando sus ingresos. Hay poblaciones donde llegan los migrantes, que antes eran de casas de choza, hoy la mayoría son casas de cemento. Ellos compran embarcaciones nuevas, motores nuevos. Se les exige que en la ruta todas las personas deben tener un chaleco salvavidas oficializado por la nomenclatura SAR para evitar una calamidad durante el tránsito hacia Panamá. Porque van a ser responsables los operadores de las lanchas y los líderes de las poblaciones indígenas donde se mueven.

Bien, multipliquemos $25 que cobran los locales por 184 mil, son más de $4 millones…eso es más que una casa de cemento...
Pero ahí hay una parte importante porque hay más de 100 embarcaciones.

Le podría firmar que parte de ese dinero va para el crimen organizado. ¿Qué están financiando los grupos delincuenciales con esta plata?
La delincuencia organizada apunta a cualquier medio ilícito de generar ingresos. Entre estos, la minería ilegal, tráfico de seres humanos que es lo que estamos viendo, tráfico de drogas y contrabando. De ahí, estos medios los invierten en embarcaciones, motores, compra de droga, transporte de droga. Es un ciclo completo de movimiento de dinero que puede generarse en cualquier modalidad de las mencionadas.

De alguna forma este financiamiento del crimen organizado nos está afectando para combatir esos delitos en Panamá, ¿qué estrategia estamos empleando ante esa situación?
La estrategia a utilizar y que recomienda el estado panameño a nivel regional es el trabajo conjunto, en unión con el resto de los países. El intercambio de información, de tecnología y equipo. No podemos parar, ni sentarnos a llorar, tenemos que enfrentar la situación. Ir de frente. Por eso le mando un saludo a nuestros policías fronterizos porque ellos están ahí haciendo el trabajo en la selva.

Pero tenemos un problema importante en la comunicación con nuestros vecinos. ¿Colombia está proporcionando la información de las generales de los migrantes y cantidades?
Ese es un ámbito que le corresponde a la directora nacional de Migración quien está haciendo todos los canales para mantener la fluidez de información. De nuestra parte hemos conversado con nuestros homólogos actuales de la fuerza pública colombiana y estamos también intercambiando información de campo, operacional. Hemos logrado dar sendos golpes a estos grupos en todas las materias: contrabando, minería ilegal, narcotráfico. Recientemente agarramos un vehículo semisumergible en coordinación, y seguro vienen más.

Es a lo que me refiero, el nuevo ingreso del crimen organizado ha diversificado sus delitos...
Definitivamente que mutan en modalidades y el valor nuestro es el trabajo en equipo con el resto de las instituciones del estado y operacional en campo que lleva a operaciones exitosas en las que se llega a la raíz del grupo delincuencial organizado y se desmiembra. Para que vuelvan a surgir les toma su tiempo.

¿Qué rutas son las que están empleando?
Por Bajo Chiquito y Canan Membrillo. Por la gran cantidad que hay, los despachos desde Colombia son hacia Gandia  y Capurganá.

¿De qué depende la ruta?
Del costo principalmente. Ahora hacen competencia los que los llevan, unos cobran menos. Ahí es donde viene el migrante a escoger entre ellos. Es oferta y demanda pero la ruta marítima es más cara.

¿Cuántas personas requeridas por interpol han detectado este año con los migrantes?
Son dos modalidades de alerta: las de personas que deben alguna situación jurídica en sus propios países o en otros. En esa categoría hemos emitido unas 108 alertas, como tráfico de drogas. Se han registrado personas que ya estuvieron en Estados Unidos, cometieron un delito y fueron deportados y tratan de regresar. Además, tenemos las alertas por nexos con terrorismo que van alrededor de 30 alertas en lo que va del año. Esa es otra forma de tratar porque va más allá con otros países que puede ser un blanco, o un objetivo por tener nexos con el terrorismo para aislarlos.

¿Cuántos no habrán pasado sin detectar?
Cada vez que van avanzando hay controles. Al final todo el que quiere entrar a Estados Unidos tiene que pasar por un sistema biométrico que representa un filtro un poco más cerrado en el que detectan a quienes no se haya alertado antes en la travesía.

¿Qué se ha hablado con Estados Unidos? Hemos tenido visitas de oficiales de alto rango que van a Darién...
El 12 de octubre salió un comunicado del Departamento de Seguridad Nacional de ese país en el que alertan a los venezolanos de ciertas restricciones. Una de ellas es que deben de llegar a suelo estadounidense por vía aérea y tener ahí a alguien que sea como receptor y que pueda hacerse cargo económicamente. Que no aceptarán a nadie que entre por tierra, que serán devueltos a México mediante un convenio que han hecho ambos países para poder recibir a estas personas.

¿Cree que eso aminore la cantidad de personas que viajan por la ruta terrestre?
Eso puede causar un efecto de disminución porque la gente no va a invertir dinero en la ruta terrestre para que le nieguen la entrada.

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