Las costas de Bocas del Toro, donde se incautaron 20 toneladas, y de Colón en las que se aprehendieron 20.5 toneladas el año pasado, resultan atractivas para los carteles internacionales.
La ruta del Caribe panameño para el tránsito de drogas se convirtió en la zona de mayor incautación de estupefacientes durante 2020, con 20.5 toneladas, en su mayoría cocaína, la droga que más se trafica por territorio istmeño. Las costas de Bocas del Toro, donde se incautaron 20 toneladas, y de Colón en las que se aprehendieron 20.5 toneladas el año pasado, resultan atractivas para los carteles internacionales interesados en coronar cargamentos en Estados Unidos donde el kilo de la droga puede superar los $50 mil.
La Fiscalía de Drogas, a cargo del fiscal Javier Caraballo, explicó que, si bien la ruta caribeña es la de mayor incautación, la del Pacífico resulta de la mayor incidencia de casos de tráfico.
La explicación sobre los voluminosos decomisos en el Caribe, responde en cierta manera a que durante los primeros meses de pandemia, en que los países aplicaron medidas de confinamiento, los laboratorios retuvieron la mercancía impedidos de traficarla por las limitaciones de movilidad. Una vez se liberaron las mismas, les era difícil vaciar las caletas, así que recurrieron a cargamentos más voluminosos. Una modalidad, que, a criterio de Caraballo, no solo se observó en Panamá, sino también en las islas del Caribe.
Las aprehensiones se logran gracias al intercambio de información de inteligencia que mantienen las autoridades panameñas con sus vecinos de Colombia, Costa Rica y Estados Unidos. Generalmente el dato proviene de estos de estos países y Panamá encabeza las incidencias, si es necesario con el apoyo de las guardias costeras de los vecinos para confiscar los cargamentos que se transportan en lanchas rápidas. Un cambio en la modalidad que han retomado los carteles con mayor fuerza, y han minimizado el movimiento de droga en lanchas de cabotaje y artesanales como solían hacer tan sólo unos años atrás.
Javier Caraballo.
En 2020, Panamá incautó 84.8 toneladas de droga, posicionándose como uno de los tres países de la región, que más droga les quita a los narcotraficantes. La razón es su vecindad con Colombia, uno de los países productores de cocaína más importantes de Suramérica, al igual que Perú y Bolivia.
Del total de la droga decomisada, 68.6 toneladas corresponden a cocaína, la de mayor tráfico a nivel nacional que emplea a Panamá como un camino obligado de tránsito al salir de los laboratorios en países productores, especialmente de Colombia. De mariguana se incautaron 16 toneladas, la droga de mayor consumo en el país; 0.07 de crack y 0.03 de las pastillas éxtasis.
En otra área geográfica, del total incautado, 11.4 toneladas fueron en Panamá, 11.2 en Panamá Oeste y 10.6 en Chiriquí. De igual forma, a lo largo del año pasado, la fiscalía se hizo de $6,8 millones producto del ilícito y de blanqueo de capitales.
En comparación al 2019, hubo una disminución de 6 toneladas en las incautaciones, que, según el fiscal, obedece a que, debido a las restricciones de movilidad y confinamientos impuestos en la región, en marzo en abril registró un bajón en el tráfico que después agarraron ritmo en los meses siguientes.
La pandemia también obligó a los narcotraficantes de microtráfico a disfrazar la droga en dulces y comida para poder burlar los retenes que controlaban la movilidad por la pandemia.
Resalta que durante el 2020 las fiscalías realizaron en promedio 48 audiencias de distintos tipos, lo que habla de la carga laboral que enfrentan estos despachos y la necesidad de invertir recursos en tanto en prevención del consumo de droga, como en represión contra el narcotráfico.
De igual forma, ingresaron 4,269 expedientes en las Fiscalías de Droga. De ellos, 4,202 eran contra la seguridad colectiva, 67 contra el orden económico en la modalidad de blanqueo de capitales.
Del total de los expedientes, 1,903 se registraron por posesión agravada por drogas, 1,168 por posesión simple, 674 por comercialización de droga, 252 por tráfico de drogas, y 272 por otros delitos, como alteración de vehículos para transporte de droga o dinero y otro tipo de conductas delictivas.
Durante el año 2020 egresaron de la Fiscalía de Drogas 3,064 causas, lo que equivale a un aproximado de 8 al día. De este total, 1,643 fueron sentencias, 1,397 acuerdos de pena.
En cuanto a las nacionalidades vinculadas, 3017 son panameños, 161 colombianos, 30 venezolanos, 13 costarricenses y 5 belgas.
Una de las razones por las que ha aumentado la cantidad de panameños imputados por este delito, se debe a que forman parte de pandillas que operan como un brazo de apoyo a los carteles, un soporte logístico para los grupos, que se especializan en meter droga a los puertos y/o trasladar la misma vía terrestre desde Darién, donde ingresa por mochileros, hasta Costa Rica. También se han evidenciado grupos que reciben la droga que arriba vía marítima a Panamá, la guardan, la custodian y luego la sacan para transportarla.
A pesar de que gran parte de los carteles encargados de transferir la droga a Estados Unidos son mexicano, y que el año pasado no se registraron personas aprehendidas de esta nacionalidad, esto no quiere decir que no haya presencia de estos carteles en Panamá para vigilar el tránsito por el Istmo, sino que debido a la pandemia también limitó su movilidad.
Colombia sigue siendo uno de los países de mayor producción de cocaína gracias a que los carteles han perfeccionado la técnica de cultivo de la hoja sacando mayor rendimiento por plantaciones. Han tecnificado la producción, mejorado los insumos químicos y los cultivos, lo que se calcula que ha logrado rendimientos en un aumento de 200 toneladas de droga con la misma cantidad de hectáreas sembradas. Un hecho muy marcado que han notado las autoridades en el último año y medio, que de igual forma repercute en el aumento de tránsito en los países vecinos.
No hay comentarios
Publicar un comentario