Luis H. Moreno: "Panamá debe tener una carta magna que le permita progresar de una manera más decente y evite los riesgos del juega vivo"

El banquero aboga por una nueva constitución, redactada con principios, sin que tenga que pasar por los parlamentarios “para evitar la vergüenza que ocurrió cuando la Asamblea convirtió el proyecto pasado en un retazo de manta, ni siquiera en una manta”


Luis H. Moreno.

A sus 92 años está listo para sentarse a redactar la Constitución. Tiene el deseo de formar parte de los 60 constituyentes a elegir para esta tarea. Para ello, considera prudente partir de dos borradores existentes con propuestas concretas sobre cambios a la Constitución que pueden servir de base para este propósito. Luis H. Moreno, es un hombre reconocido por sus principios éticos, de esos casi inexistentes, pero que cuando opina sobre algún tema se convierte en una referencia por la honestidad con la que habla, la firmeza de sus planteamientos y porque tiene la autoridad moral para hacerlo. "Tenemos la obligación y el derecho de vivir bajo reglas claras, coherentes y decentes, que nos prevengan del juega vivo y de la corrupción, inhibidores estos de la inversión y de la confianza, del respeto y el bienestar", dice el especialista agrónomo y banquero en favor del cambio que espera obtener con la constituyente paralela. Moreno nos habló del panorama que espera ver cuando culmine la moratoria bancaria, la relación entre partes, la disposición del cliente a cumplir sus compromisos a pesar de las dificultades por las que atraviesa el país, una crisis que no es igual a ninguna otra que haya vivido.

En junio vence la moratoria bancaria, pero la recuperación económica aún no muestra signos para que los clientes cumplan con sus compromisos, ¿cuál es el panorama que usted vislumbra?
Hay muchos buenos clientes que están sumamente preocupados porque no pueden pagar sus obligaciones, y no lo pueden hacer, no porque son mala paga, sino porque no han tenido los ingresos, ganancias, de donde provendrían los pagos a sus obligaciones. Esto no es un asunto de examinar cada vez que se decreta o se vence una moratoria, es un proceso continuo, es un proceso de crisis que para poder resolverlo debe tener tres cualidades inseparables e indeclinables. Uno es la comprensión del banquero que debe ceder algunos de sus objetivos, como por ejemplo la ganancia, por la consideración y el mantenimiento del cliente porque esto no es de un año. Un banco debe tener la perspectiva de contar siempre con sus mejores clientes, hay que conservarlo a través de la comprensión y el buen trato, no del aumento de interese como me han informado que algunos bancos lo están haciendo en tarjetas de crédito. Este no es el momento, ni con moratoria o sin moratoria, sino de una comprensión muy estrecha y sincera con el cliente. Muchas veces los bancos han perdido ese trato cordial, la tecnología nos está apartando, nos está acercando a la operación y nos está separando de la confianza. Esa perfecta armonía con el cliente para comprender sus dificultades y resignarse a perder algunas de sus ganancias. El cliente no debe esperar a que lo llamen, debe acercarse al banco, en vez de esperar a ver si decretan una acción de no pago en la Asamblea, eso no va a llevar al país a una recuperación.


Adelita conversando con Luis H. Moreno.

¿Cómo impactará la deuda en el sistema bancario?
Ya lo está impactando en sus ganancias, manejo de las finanzas, aunque tengo que decir que la administración de la banca, que es la Superintendencia Bancaria, ha efectuado sus planes con transparencia. Debe también aconsejar a los bancos que además de ser flexibles tienen que ser humanos en los cobros, cordiales en el trato, lo que un banquero es, un asesor personal de cada uno de los clientes.



¿Se debe extender o no la moratoria?
Cuando no hay pago oportuno a una obligación, debe extenderse el plazo. Debo decir con sinceridad que la palabra moratoria no está entre mis favoritas, conlleva una cierta rigurosidad, una obligación de tipo legal, que, en mi amplia carrera de banca, pude conseguir acuerdos con mis clientes sin necesidad de moratorias o ningún tipo de forzamientos. Tuve buena experiencia porque tuve buenos clientes, no por ser buen banquero. Eso es lo que debe hacerse ahora, uno por uno, no a todos por igual porque difieren en sus capacidades, en sus tratamientos y principios. Cuando hablamos de moratoria hay una obligación de tipo legal, pero el secreto no está en la moratoria per se, sino en la buena voluntad frente al trabajo arduo que nos impone esta situación.


Sí debe cambiarse la constitución. Hay varias maneras, una es la reforma que ya tuvimos una pésima experiencia mandando el texto de la Concertación Nacional cuyo texto fue enviado a la Asamblea y no tengo que recordar la vergüenza que pasamos todos cuando ese proyecto de reforma la Asamblea la convirtió en un retazo de manta, ni siquiera en una manta.

¿Usted está de acuerdo con una Constituyente? ¿Por qué?
Yo creo que tenemos casi 20 años o más de estar tratando de cambiar la Constitución, porque es una que viene adicionada por retazos y de todas maneras fue lo que rigió desde el 1972 cuando el golpe militar. Desde entonces se han hecho tres o cuatro reformas que han complacido a algunos, pero que han planteado la Constitución como un instrumento más flexible y menos responsable de lo que es. Digo responsabilidad porque para muchos países ese escándalo de que dos órganos del estado se juzguen entre sí, a pesar de que se conoce con nombres propios de la venta de fallos, cuando se demoran 12 años para emitir un fallo de un negocio que cuando fallan ya está andando. Hay un tipo de negociación del ala del Ejecutivo con la Asamblea o el Órgano Judicial que salta a veces en noticias escandalosas.

¿Esta a favor?
Sí debe cambiarse la constitución. Hay varias maneras, una es la reforma que ya tuvimos una pésima experiencia mandando el texto de la Concertación Nacional cuyo texto fue enviado a la Asamblea y no tengo que recordar la vergüenza que pasamos todos cuando ese proyecto de reforma la Asamblea la convirtió en un retazo de manta, ni siquiera en una manta. Entonces yo pienso que hay cosas que urgen cambiar para que el inversionista tenga más confianza, que pueda contar con garantías, derechos. No tengo ninguna confianza para enviar a ninguna Asamblea las reformas. El otro método es una Constituyente paralela que podría afectar, pero si está debidamente regulada por el Tribunal Electoral, que tengo entendido que ya vienen trabajando en el debido proceso de una posible constituyente paralela podrían asegurarse mejor calidad de constituyentes de los que tenemos ahora. Panamá debe tener una carta magna que le permita progresar de una manera más decente y además eviten o disminuyan los riesgos de los juega vivos como pasa en la Constitución actual muchas cosas que aparentemente no pueden cambiarse porque estamos dentro de una carta que da todo el estímulo para el juega vivo.


En Panamá ha habido dos constituyentes y varias reformas y los que han participado han seguido siendo banqueros, hombres de empresa, negocios, no han tenido que sacrificar nada porque ya llevan el germen del compromiso ético en el país.

¿Cómo firmar una constituyente sin saber quién la va a redactar?
Indudablemente que en el proceso hay un sin número de limitaciones y defectos, como en todo proceso que tiene que ver con la administración pública. Pero si el Tribunal Electoral logra concretar un procedimiento justo, la responsabilidad de quienes van a estar ahí, es de cada ciudadano que debe saber cuando llega una constituyente preguntarse si esta es la clase de país que quiere para sentirse seguro. Yo no creo que podemos decir quiénes van a hacer la constitución ahora, eso sí ocurrió cuando los constitucionalistas prepararon un proyecto lejos de todo interés político personal, eso ahora no estoy seguro que prime.

¿Tendremos un borrador de dónde partir para esta redacción, hay algún proyecto a la vista?
Sí hay un borrador. El proyecto que convocó Ricardo Martinelli y que fue terminado con mucho reconocimiento y alabanzas al grupo compuesto por abogados y constitucionalistas. También hay otro que es más corto, un proyecto que elaboró el doctor Carlos Bolívar Pedreschi. Hay varios que pueden brindarse a una constituyente bajo manera formal. Este que se hizo bajo el mandato de Martinelli es el más completo, el de mayor respaldo y podría ser una pieza fundamental para que la Asamblea Constituyente pueda trabajar.

Pero si el Tribunal Electoral logra concretar un procedimiento justo, la responsabilidad de quienes van a estar ahí, es de cada ciudadano que debe saber cuando llega una constituyente preguntarse si esta es la clase de país que quiere para sentirse seguro.

¿La Constituyente va a dividir más el país?
Eso es lo que iba a mencionar, que los que están organizando la solicitud que se ha hecho para recoger firmas, que no es una tarea fácil y menos bajo las circunstancias actuales, me pregunto hasta donde los organizadores de este proyecto han examinado lo que usted me plantea. Toda obra en circunstancias como la que se presenta una nueva constitución necesaria para Panamá, con una regla decente y transparente, para llegar a lo que queremos, un mejor país, debe ser elaborada de una manera llena de valores y buenos principios. De esa manera podríamos llegar a un entendimiento nacional.

¿Usted se apunta como constituyente?
Desde hace mucho tiempo estuve pensando que quien pide que se haga algo debe estar dispuesto a participar. Mis conocimientos jurídicos son escasos, pero mi experiencia como estudioso de la política, banquero y agrónomo, como fundador de ética y civismo, me siento obligado moralmente a participar.

Usted como banquero y hombre de negocios, ¿aguantaría una inversión que tiene en mente hasta que culmine la redacción de la constitución o invertiría en el país?
En Panamá ha habido dos constituyentes y varias reformas y los que han participado han seguido siendo banqueros, hombres de empresa, negocios, no han tenido que sacrificar nada porque ya llevan el germen del compromiso ético en el país. No creo que haya ningún problema, sino el que no sientan que no se están desconociendo las reglas fundamentales. Yo no creo que en 1946 se vino abajo la economía.

¿Con la situación económica actual, es la coyuntura indicada para el cambio constitucional?
Quien me dice a mí que el orden ético, de formalidad en los negocios y más allá de los que provienen del gobierno, no están siendo un obstáculo para la inversión, para el temor, desasosiego común. Quién me dice a mí que eso no es lo que está afectando el verdadero clima de respeto y confianza que hay en Panamá. No creo que ahuyente la inversión. Las otras reformas tampoco han ahuyentado la inversión. Un ejemplo práctico, en esta situación de crisis los depósitos en la banca aumentaron de manera flexible, eso significa que esta situación conmueve a los panameños en búsqueda de la seguridad que han venido labrando, lo depositan en la banca panameña.

¿Observa algún riesgo por los altos montos en préstamos que los bancos no van a poder cobrar como lo planeado?
No creo que el riesgo vaya tan lejos como para perder lo que se tiene. La Super de Bancos está viendo por delante lo que va a pasar, en todo juego hay mil razones que pierden y otros ganan. Ha habido un acto de mucha evidencia y responsabilidad cuando este año, casi 830 millones de las ganancias han sido destinadas a aumentar el fondo de seguridad de los préstamos que es parte de lo que ha reducido la ganancia de la actividad bancaria este año. Lo han asignado al respaldo de los préstamos que puedan fracasar.

Defina este gobierno...
Ha sido un gobierno con las mejores intenciones iniciales y creo que todavía en el jefe del Ejecutivo hay ese deseo, pero yo no veo la transformación que el propio presidente esperaba. Muchas veces no es por incapacidad o por descuido, o falta de planificación, sino por falta del respaldo leal, íntegro que deben prestarle al presidente sus colaboradores.

Las otras reformas tampoco han ahuyentado la inversión. Un ejemplo práctico, en esta situación de crisis los depósitos en la banca aumentaron de manera flexible, eso significa que esta situación conmueve a los panameños en búsqueda de la seguridad que han venido labrando, lo depositan en la banca panameña.

¿Por qué no salimos de las listas grises?
Voy a decirle con franqueza lo que he venido diciendo a las autoridades que son muchas veces mis amigos y otras partes del comité en los cuales he venido trabajando desde hace más de 40 años. En mi opinión la calificación y la acción sobre Panamá por el reintegro de las listas del Grupo de Acción Financiera o de la Unión Europea, todo eso en alguna forma tiene una afectación negativa por la función que está ejerciendo la Corte Suprema de Justicia sobre casos capitales en los que hay mucho lavado de dinero. Ahora mismo, Estados Unidos está persiguiendo a dos ciudadanos panameños por lavado de dinero. En Panamá ni siquiera hemos podido juzgar a Odebrecht en su verdadera perspectiva de culpabilidad, sin embargo, en otros países han cortado la posibilidad de operar de la empresa, o en el Perú, por ejemplo, han apresado a cinco expresidentes y han tenido que pagar altas fianzas para recuperar su libertad. En Panamá no ha pasado nada. Todas estas cosas indudablemente tienen un efecto negativo.

¿Cree que la calificación está más relacionada con la justicia? ¿el cambio constitucional ayudará a mejorar la justicia?
Yo creo que sí, hay muchos constitucionalistas que tienen que llevar por dentro su responsabilidad profesional y tiene que decirse que en múltiples casos de lavado de activos no ha sido ni explicado ni debidamente sancionado, esto llega a las esferas de estas listas que piden cuentas. Ellos ven que por más leyes que se hayan aprobado, sin aplicarlas, no exime a Panamá de su verdadera responsabilidad de cumplir las leyes. No estamos cumpliendo con las leyes que nos estamos imponiendo, y es nuestra responsabilidad como un centro bancario internacional, mantener la casa limpia, atractiva, no con acusaciones del exterior o legados de culpabilidad del interior, o decisiones del CSJ que no hacen gala de lo que estamos tratando de conseguir. Yo considero que es una realidad muy compleja. O Panamá mejora su situación interna de equilibrio, de justicia y decencia nacional e internacional, o vamos a seguir manteniendo esa calificación. Para mí desde hace 30 años esto viene desarrollándose en forma imposible de mantener, a la decencia, y todos los días nos levantamos con un problema peor.

En el Diálogo por la Caja de Seguro Social las partes están enfrascadas, hay desconfianza de algunos sectores sienten imposiciones, ¿cuál es la salida que usted observa en este tema?
Es uno de los problemas más difíciles e inmediatos que tenemos. No es un problema solo de este país, comenzando por los países Bálticos que son los mejores en administración en asistencia social. Ellos han tenido la voluntad de poner al frente de esas instituciones a los mejores para poder recibir los problemas y mejorarlos. Nosotros deberíamos poner al frente gente limpia de toda sospecha porque algunos están llenos de sospechas o al poco rato de estar al frente de esas instituciones tienen una serie de denuncias. La política está manejando la junta directiva de la CSS, así lo he percibido yo desde que formé parte cuando fui gerente del Banco Nacional y me salí por conflicto de intereses. Pero hay una gente directiva con amarres políticos, hay direcciones en las que manda cierto diputado, en esas condiciones no se puede salir de los problemas de la CSS. La deserción del diálogo del Seguro Social podría deberse a la incapacidad para manejar temas técnicos de ese calibre y urgencia, o el miedo de encarar la disyuntiva de soluciones dolorosas impostergables, para no compartir la responsabilidad.

¿Esta pandemia se asemeja a alguna otra crisis que haya vivido?
No se asemeja a ninguna. Yo tampoco recuerdo como experiencia personal ninguna pandemia que me haya dejado un recuerdo ingrato. Ha habido momentos difíciles económicos, pero no recuerdo una pandemia así, pero es muy peligrosa porque quién puede decir que una constituyente pueda hacerle frente a una pandemia de sorpresas biológicas.

 La política está manejando la junta directiva de la CSS, así lo he percibido yo desde que formé parte cuando fui gerente del Banco Nacional y me salí por conflicto de intereses. Pero hay una gente directiva con amarres políticos, hay direcciones en las que manda cierto diputado, en esas condiciones no se puede salir de los problemas de la CSS. 

¿El país está encaminado en una recuperación económica?
Hasta donde escucho de quienes están al frente de los negocios, tienen bastante fe en que se puedan recuperar a medida en que se vaya dominando el virus. Ahora estamos viendo una tercera ola en Europa, países disciplinados como Alemania están imponiendo restricciones como las que nosotros dejamos atrás.

BANCA Y ÉTICA
Un hombre apasionado por la ética y el civismo que ha llevado su mensaje a cada esquina

  • Nombre completo: Luis Horacio Moreno Tejeira
  • Nacimiento: 24 de noviembre de 1928, Panamá.
  • Ocupación: banquero jubilado
  • Resumen de su carrera: Primer panameño en ser vicepresidente y gerente general del Chase Manhattan Bank Panamá en 1970. Gerente general del Banco Nacional de Panamá en 1989. ExMiembro de la Junta Directiva de la Caja de Seguro Social. Asesor de Senacyt en 2001. Fue vicepresidente de la Federación Latinoamericana de Bancos. Representó a Panamá en el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Fondo Monetario Internacional. Profesor de Banca y Administración en la USMA, la UTP y conferenciante frecuente en la Universidad de Panamá. Presidente de la Fundación Panameña Ética y Civismo.

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