Waked podría estar libre en 90 días

El juez impuso una condena mínima al empresario de la Zona Libre de Colón por el delito de fraude bancario, entre otras razones, por considerar que no hubo lesión económica al sistema bancario

Nidal Waked, empresario colombo-libanés detenido en la prisión Federal del Distrito Sur de la Florida, podría recuperar su libertad en 3 meses después de que el juez Robert Scola, lo condenara a 27 meses de prisión por un solo delito de los tres que le imputó la Fiscalía norteamericana.

En audiencia, con duración de una hora y media, celebrada ayer, Scola sopesó los argumentos de la Fiscalía y la defensa del empresario, y determinó otorgar una sentencia menor a la que habían pactado las partes previamente en un acuerdo judicial firmado en octubre.

La Fiscalía había pedido 51 meses de prisión para Waked, mientras que la defensa sugirió una sentencia de 31 meses, pero Scola decretó 27 meses, de los cuales ya ha purgado 20 en prisión.
Waked había sido acusado por el gobierno norteamericano de blanqueo de capitales producto del tráfico de drogas, conspiración y fraude bancario. Sin embargo, todos delitos que pesaban contra el empresario con residencia en Panamá, relacionados al narcotráfico fueron desestimados, acusaciones débiles de la fiscalía. Lo que redujo el caso a una confesión del empresario de fraude bancario sin lesión económica al sistema financiero norteamericano.

“Se hizo justicia”, dijo la abogada Andrea López, integrante del equipo de la defensa que conversó con La Estrella de Panamá. Todo su equipo de abogados piensa que “hoy fue un día bueno para Waked, y que es una buena persona. Yo pienso que lo que pasó en este caso da suficientes respuestas a los argumentos que tenía el gobierno para acusarlo, puesto que los hechos desmantelaron sus acusaciones”, añadió.

Según la abogada, “alcanzar un acuerdo con la Fiscalía en octubre pasado fue rápido, más tiempo tomaron las mociones que se presentaron ante el juez para la defensa del cliente, pero en dos o tres días ambas partes alcanzaron un acuerdo judicial”.

Entre los principales factores que evaluó el juez para reducir el tiempo de Waked en la prisión Federal de Miami, sobresalieron los antecedentes del empresario: un hombre activo en la comunidad de Colón, altruista, sin antecedentes penales.

Entre otras cosas, el juzgador observó que el gobierno norteamericano no cumplió con una de las condiciones implícitas en la extradición de Colombia a Estados Unidos: el derecho a recibir visitas de sus familiares mientras permaneciera en prisión.

“Esto nunca se cumplió, no se dieron las condiciones. A pesar de que la familia acudía a visitarlo nunca pudieron verlo”, indicó a este diario la abogada López. El juez tomó en cuenta el tiempo que Waked estuvo detenido en la cárcel ‘La Picota’, en Colombia, a la espera de ser extraditado. Una prisión con condiciones hostiles, de violencia, hacinamiento y peligro para su vida. En este renglón, la defensa trajo a colación el caso del exgeneral Manuel Antonio Noriega, en el que el juez Hoeveler le redujo la sentencia a 20 años por las condiciones que sufrió mientras estuvo en aislamiento.

“Aún en esas condiciones, hubo situaciones peores en la cárcel estadounidense para Waked, por ejemplo, que se le privó de recibir artículos y visitas de sus familiares”, se lee en el escrito.

Otro punto que sopesó el juez consistió en que el fraude bancario no provocó riesgo o pérdida para el sistema bancario, y por tanto, no merecía imponer una pena por encima del trato pactado o de lo que sugiere la guía federal de sentencias.

Las autoridades dejaron muy claro que nunca autorizaron préstamos que en este caso representaran un fraude. El préstamo era transferido afuera de Panamá sin ser utilizado para la compra de mercancía, pero no causó lesión a la entidad, lo que minimiza el impacto de esta ofensa y sus potenciales consecuencias. Pues todos los préstamos que efectuó Vida Panamá, empresa perteneciente a Waked, fueron pagados en tiempo sin intereses. La fiscalía acusaba a Waked de fraude porque “alegaba que las facturas no explicaban la razón del dinero del préstamo”, explicó la defensa de Waked a este diario.

LIMPIAR EL NOMBRE
En el escrito que presentó la defensa al juez como parte del ruego para lograr una sentencia mínima, estableció que Waked desea limpiar su nombre, el de sus familiares y las empresas de la lista Clinton.

En este punto, la Fiscalía señaló que ni sus empresas o sus familiares fueron sometidos a un proceso criminal como el que él experimentó, sino que sufrieron las consecuencias de la lista. Por eso Waked solicitó que se comparta la información del juicio con la Oficina de Control de Activos (OFAC) Extranjeros del Departamento del Tesoro, que inscribió a Waked, sus empresas y familiares en dicha lista. La OFAC ha manifestado que el empresario al haberse declarado culpable, y sentenciado, sería considerado como un paso para resolver las sanciones y separar el caso judicial para poder entablar relación directa con el Departamento del Tesoro.

OFAC ha indicado que las consecuencias financieras sufridas por los familiares de Waked como resultado de sus propias actividades, no son relevantes para esta sentencia.

Al haber alcanzado un trato con la fiscalía, Waked, como cualquier otro imputado en las mismas circunstancias, tiene derecho a que se le reduzca un tercio de la sentencia. Razón por la que puede palpar su libertad en 90 días, ya que le restan 7 meses de condena, de los 27 que impuso el juez.

La fiscalía no objetó la decisión del juzgado. En opinión de la defensa, es muy probable que no apelen la sentencia puesto que “durante la audiencia el juez preguntó a la Fiscalía si tenía objeción a su decisión y éstos dijeron que no”, añadió la abogada.

Una vez libre, será deportado a Panamá, país de residencia.

El empresario colombo panameño fue extraditado de Colombia a Estados Unidos, el 19 de enero de 2017, aunque residía en Panamá donde tenía negocios y ciudadanía. Un día después de su extradición compareció por primera vez ante el tribunal federal del centro de Miami donde se declaró inocente de todos los cargos.

Según la defensa, su cliente aceptó haber falsificado facturas por las que se obtuvieron desembolsos de una línea de crédito de un banco panameño para realizar transferencias con las que pagó, en un banco de La Florida, la financiación de sus empresas en Miami.

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