Defensa de Martinelli pone en duda cargo por malversación

Este es uno de los puntos medulares que utiliza la defensa para que la Corte dude de la responsabilidad del expresidente Ricardo Martinelli sobre los pinchazos.

La defensa del exmandatario dice que Panamá no ha ofrecido evidencia a esta Corte para distinguir al tribunal entre la participación del expresidente en las escuchas y su participación en las escuchas de forma ilegal. Por lo tanto, “el tribunal no puede hacer conclusiones sobre la ilegalidad en que cayó el expresidente. En resumen, el problema básico en el caso del gobierno es que ignora el elemento de la intención”, argumenta Marcos Jiménez, abogado de Martinelli.

Añade que en el caso de la causa probable por los cargos de malversación o peculado del equipo M.L.M. Protection, todo se trata de un “red herring”, una expresión en inglés que se usa para decir que se distrae la atención del punto medular.

Jiménez enumera cuatro puntos para desvirtuar los cargos por peculado: el primero, que la última vez que se utilizó el equipo M.L.M fue en 2011, antes del periodo relevante que cita la Fiscalía (2012-2014). Dos, que el equipo era incapaz de hacer seguimientos o infiltrar teléfonos y solo podía infiltrar computadoras. Tres, que Panamá ni siquiera ha tratado de probar que el equipo MLM fue utilizado al margen de la ley. No ha hecho, por ejemplo, una confirmación de que el CSN carecía de una orden judicial para infiltrar computadoras. En cambio, se enfoca en establecer la ilegalidad en la infiltración de teléfonos, pidiendo una carta a la Corte para confirmar que ningún magistrado autorizó las grabaciones en ciertos teléfonos. Cuarto, la investigación de Panamá con respecto al equipo MLM, los fiscales reconocieron que no había pruebas suficientes de que Rodríguez y Pittí desmantelaron el equipo.

En cuanto a la malversación del equipo Pegasus, la defensa esgrime que Panamá no ha demostrado que Martinelli era el custodio o responsable de los bienes.

Los abogados dicen que Panamá no ha producido un áudito de la Contraloría para establecer quién tenía control sobre el equipo Pegasus. De hecho, “Díaz ni siquiera ha establecido la intención de introducir este documento como parte de las evidencias. Su incumplimiento le impide presentar un informe de auditoría más adelante. Sin esta auditoría no se puede establecer a quién pertenecía el bien y cuáles fueron los daños causados o quién es responsable del equipo bajo la ley panameña”. En resumen, el expresidente no puede ser acusado de cometer un delito de malversación por equipos de los que no era responsable y no estaba probado que pertenecían al Estado panameño. Panamá no ha presentado cargos por peculado contra los subordinados que abusaron y retiraron el equipo Pegasus.

En segundo lugar, Panamá no puede establecer una causa probable de malversación de un equipo comprado con fondos públicos como se indica en el acusación. No ha mostrado que el equipo Pegasus fue adquirido con fondos públicos. Hay evidencia de que el equipo fue adquirido con diferentes fondos. En su declaración jurada, Pittí habló de una impresora ligada al equipo Pegasus y dijo que ésta, a diferencia de las computadoras, no se pudo quitar del Consejo porque formaba parte del inventario. Cuando Rolando López, actual director del CSN presentó la denuncia, no ofreció ninguna prueba de que se compró con fondos públicos. En cambio, sugirió que una empresa privada había pagado los equipos. López también afirmó que el CSN no tenía relaciones comerciales con NSO Group, el proveedor de Pegasus. A diferencia del caudal probatorio que ofreció Panamá para establecer la malversación de fondos del equipo MLM, no ha ofrecido ninguna prueba de este tipo sobre el equipo Pegasus.

En la audiencia celebrada el pasado 3 de agosto, la defensa dijo al juez Torres que quien firmó el contrato de la compra de los equipos adquiridos a la empresa M.L.M. Protection, fue Giacomo Tamburrelli, entonces director del Programa de Ayuda Nacional. Con esto, busca desestimar los cargos que hace el Fiscal contra Martinelli por peculado por la desaparición del equipo adquirido con fondos públicos.

En resumen, “Panamá ha acusado al expresidente de malversar un equipo comprado con fondos públicos, pero ahora intenta establecer la causa probable de que malversó otra cosa, el equipo Pegasus que no fue adquirido con fondos públicos. Eso es fatal para el argumento de la Fiscalía. Además es inadmisible”, redacta la defensa.

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