Nombramientos: Varela actuó con lentitud en el Ministerio de Seguridad

Especialistas perciben que la designación del Presidente de nombrar al viceministro y no al principal en la cartera de Seguridad es el resultado de su escaso liderazgo y de que nadie quiere ese dolor de cabeza. Aún no se ha anunciado cuándo se nombrará al ministro

El reciente nombramiento del militar Alexis Bethancourt como viceministro y ministro encargado en la cartera de seguridad es un hecho poco entendido entre los especialistas del tema.

Las pugnas entre el exministro Rodolfo Aguilera y el viceministro Rogelio Donadío forzaron al presidente Juan Carlos Varela a nombrar un relevo por la intolerable situación que reinaba en el sensitivo ministerio.

Pero, ¿qué tan acertada es la acción de nombrar a un viceministro sin el principal?

Algo más, los consultados por este diario perciben cierta falta de liderazgo en la figura presidencial, quien, a pesar de contar con un partido basto y contactos experimentados en el tema de seguridad, no haya podido “convencer” a alguien para que acepte el cargo principal.

“La pelea entre Donadío y Aguilera era conocida desde hace mucho tiempo. Por lo tanto, el Presidente o pecó por no saber, o por dejar de hacer. Eso es producto de la inacción de dos años. Un líder no debe dejar pasar un problema porque el único destino es que crezca”, expresa el exdirector de la Policía Rolando Mirones. Añade que producto de las insoportables diferencias entre los exministros llegó a pensar que “Aguilera empezó a dar declaraciones locas para que lo botaran”.

Bethancourt ingresó a la Fuerza Pública después de la invasión, en 1993. Cuenta con 23 años de servicio.

“Aún cuando el Presidente habló en pasado de su trayectoria, es un oficial activo, pero al presidente le cuesta reconocerlo. Se cuida políticamente por el rechazo a lo militar”, declara Severino Mejía, exministro de Gobierno y Justicia y Coordinador de Programas. Defensa y Seguridad en la Universidad de Panamá. Su sentido común, dice, le hace suponer que no le fue fácil al presidente encontrar una figura para el cargo, ya que supone que del círculo íntimo de Varela nadie ha aceptado el cargo.

INTERINIDAD
Varela no ha dado luces de cuándo nombrará al futuro ministro. Se tomará un tiempo, mientras tanto,”este joven oficial va a tener dos sombreros”, reflexiona Mejía.

El hecho de haber nombrado a un uniformado en un cargo tan sensible, debe analizarse con pinzas.

Mirones dice que el estatus de Bethancourt puede causar roces con los que antes eran sus superiores. “Dar ordenes a quienes eran sus superiores sin haber adquirido el escalafón va en sentido contrario a la formación de un uniformado que mantiene el respeto a sus superiores”, manifiesta Mirones.

Adicionalmente, dice, el “otro lío es el problema original que surgió entre un ministro o viceminsitro, puesto que el ministro entrante no tendrá la oportunidad de escoger a su viceministro y se instalará cuando el otro ya está mandando”, apunta el exdirector de la Policía.

“¿Qué estarán pensando los subalternos de el ministerio? ¿Para qué le hago caso si luego viene otro jefe?”, se pregunta Mirones.

A consideración de Mirones esta situación puede desencadenar cierta inestabilidad en el ministerio por la incertidumbre que tendrá el personal en conocer el reemplazo del principal.
“Lo que genera ésto es congelar el Ministerio porque la gente quiere conservar su trabajo”, concluye Mirones.

RETOS
Uno de los principales desafíos que tendrá que afrontar Bethancourt es explicar cómo si el programa Barrios Seguros cuenta con 4 mil expandilleros, aún existen 102 pandillas en las que se cuentan 5 mil integrantes.

Si bien la medida preventiva instalada por Aguilera para reducir el crimen gracias a programas de formación y subsidio a los expandilleros ha dado sus frutos en la disminución de homicidios (137 en el primer trimestre de 2016, en comparación con 170 del mismo periodo en el 2015), es necesario hacer una reingeniería al programa.

El primer ajuste, a juicio de Mejía, es hacer un alto y verificar las estadísticas. “Si bien es cierto que la tasa de homicidios se ha reducido, no hay una correspondencia entre la cantidad de pandilleros que hay y los homicidios registrados. “Si hay 5 mil pandilleros que forman 105 pandillas, y el gobierno ha sacado de circulación a 4 mil pandilleros, no hay una correspondencia de eso con los homicidios”, expresa.

La violencia en Panamá está íntimamente ligada a las drogas y las armas.

Para Mejía el tema es más profundo que entregar un subsidio a los jóvenes en conflicto con la ley que están en el programa. Requiere de psicólogos para identificar a los rescatables de los ya reinsertados. Aunado a esto, evaluar “cuánto se esta invirtiendo y si tiene correspondencia con los resultados”, añade Mejía.

Si bien es cierto que las estadísticas son importantes, la ciudadanía aún se siente insegura.

Para ello, Mejía propone dar un rol primordial a los Municipios aprovechando la política de descentralización a punto de instalarse. “Si se logra compartimentar que cada Distrito tenga su rol como parte de una política pública se puede armar una estrategia de los roles de los alcaldes según los Distritos”, una forma de involucrar a todos en el tema de seguridad y dejar de percibirlo como un asunto policial o del ministerio.

Mirones y Mejía, como muchos otros especialistas que han sido entrevistados por este diario, coinciden en que el país requiere de una política de Estado que replantee el modelo de seguridad y los gobiernos concienticen que no se trata de logros partidarios con vida quinquenal.

René Quevedo es consultor empresarial muy ligado al esfuerzo de resocialización juvenil. Mira con buenos ojos la designación de Bethancourt en el sentido de que cuenta con una trayectoria en los estamentos de seguridad, hecho que actúa a su favor en la implementación del programa preventivo.

“Deberíamos observar a quién se selecciona como Ministro para que exista armonía entre ambos. Es importante que preste atención a la génesis social del delito con la misma fuerza que se esta combatiendo en este momento la seguridad persé”, apunta Quevedo.

El programa Barrios Seguros, a pesar de las deficiencias que se detectan en el camino, ha sido aplaudido por muchas organizaciones dedicadas a reinsertar expandilleros a la sociedad para alejarlos de la violencia.

Rafael Zeballos, director ejecutivo de la fundación Jesús Luz de Oportunidades lo único que espera es que el logro que se ha tenido en la prevención, no se desmorone. Afirma que la actual administración, es la primera que ha dado en el clavo de lo que hay que hacer en seguridad. “Que no se haga un borrón y cuenta nueva. Que se continúe con la inversión, se corrijan los errores y se logre una armónica colaboración entre los altos funcionarios y las estamentos de seguridad para evitar las pugnas vividas”, expresa Zeballos.

PERFIL DEL MINISTRO
Si se colocara un clasificado en el periódico con la vacante del ministro podría tener los siguientes requisitos para el cargo: “persona con carácter,no bravucón, con decisiones basadas en principios y experiencia en administración pública”. Así lo define Rolando Mirones.

Recalca que tal vez el escogido no tiene que ser un experto en seguridad, “para eso están los asesores”,sostiene. De hecho considera que Bethancourt podría ser perfectamente un asesor.

Otro requisito básico para Mirones es que el candidato carezca de aspiraciones políticas “porque la mezcla de seguridad y política es peligrosa”.

Que compagine con el resto de los ministros porque la seguridad no es solamente la Policía, es un tema interdisciplinario en que se requiere la intervención de todos.

Otro ingrediente no menos importante es que tenga la piel gruesa para poder tolerar la crítica.

No hay comentarios

Publicar un comentario