¿Piensa Estados Unidos enviar tropas al Tapón del Darién?

Información en medios internacionales detalla presiones al Pentágono para militarizar la zona para contener el tráfico de migrantes y el crimen organizado, pero la Casa Blanca descartó la información. Por su parte, el  Ministro de Seguridad Juan Pino aseguró a este medio que "nadie ha hablado de eso y la idea no procede"



El tapón del Darién, frontera natural que divide a Colombia de Panamá, por donde pasan cientos de miles de migrantes irregulares cada año y operan grupos del crimen organizado, vuelve a ser tema de conversación en la Casa Blanca.

¿Hay interés de Estados Unidos en enviar tropas al Darién para controlar la migración? El ministro de Seguridad, Juan Pino asegura que “nadie ha hablado de eso y que la idea no procede”.

No obstante, información publicada en medios internacionales habla sobre  presiones al Pentágono para considerar la idea de militarizar la zona. Lo que indica que el tema migratorio, además de ser un asunto de seguridad, se entremezcla con la importancia del punto estratégico y geopolítico que representa Panamá para Estados Unidos.




Según el diario venezolano El Nacional, “altos funcionarios del gobierno de Biden están presionando para enviar tropas estadounidenses a Darién para ayudar a las fuerzas locales a frenar el contrabando de drogas, el tráfico de personas y la migración”. La información la suministró al diario un alto funcionario de la administración Biden y otro de defensa, no identificados.

El elevado paso de personas por el Darién con destino a Estados Unidos preocupa a ese país, y según el portal Infobae, se presumía que el gobierno de Biden enviaría soldados para hacer control de la zona, sin embargo la información fue “aclarada”.

De acuerdo al portal digital argentino, el gobierno de Biden busca asistir a las autoridades colombianas y panameñas respecto a políticas migratorias, por lo tanto, “habría descartado o incluso, no tendría pensado enviar marines a la zona de frontera en el tapón del Darién para fortalecer el pie de fuerza”.

Fuentes cercanas al presidente Biden indicaron a radio Caracol que “el Departamento de Defensa y el Departamento de Seguridad Nacional están aumentando el apoyo a los gobiernos de Panamá y Colombia dentro de sus autoridades existentes como parte de la campaña Darién Surge de 60 días, incluso con personal”, recoge el medio colombiano.

Dicho apoyo, continúa la información, se centra en planificación, coordinación e intercambio de información de las fuerzas del orden, pero ningún personal estadounidense está directamente involucrado en la ejecución de misiones contra el contrabando, añadieron.

PASO EXPONENCIADO 

Este año el flujo de migrantes irregulares hacia Estados Unidos se ha multiplicado exponencialmente, especialmente en los meses previos al 11 de mayo, fecha en que el Departamento de Estado de ese país, puso fin al título 42, regla sanitaria impuesta durante la pandemia que permitía la  expulsión de los migrantes ilegales.

Por ejemplo, en enero de 2021 llegaron 1,071 migrantes irregulares por la selva de Darién, un año después la cifra subió a 4,702, pero este año se contaron 24,634 personas, según datos del Servicio Nacional de Migración. Los meses siguientes no fueron distintos en cuanto al porcentaje que se incrementó en hasta seis veces en un mes con respecto al 2022 y más de 10 veces en comparación al 2021. Este año el mes más denso fue abril con 40,297 migrantes irregulares (ver tabla).

Hasta mayo 23 se contaron   160,353 personas que caminaron la inhóspita y densa selva del Darién, en su mayoría engañados por grupos criminales que les prometen traslado desde la frontera colombiana. Los relatos de quienes logran sobrevivir al trayecto son dramáticos, algunos son asaltados y despojados de sus pocas pertenencias, han denunciado abuso sexual, o han perdido a familiares en la selva.

En este contexto, el riesgo de cruzar la frontera colombo-panameña con un menor de edad es aún más grande. Durante los primeros cinco meses del año 7,302 menores de edad hicieron la peligrosa ruta. Mientras que hasta mediados de mayo 428 niños (221 niños y 207 niñas) caminaron la ruta.

En las filas hay padres que llevan a sus hijos en brazos, que en el camino se debilitan por agotador trayecto de 106 kilómetros, que toma aproximadamente cinco días caminando, y en el que pueden encontrarse con víboras venenosas, pendientes empinadas, ríos caudalosos y se topan con cadáveres en el camino.

En los primeros cinco meses de este año los venezolanos siguen dominando en la fila hacia el Norte. Por Panamá han pasado 78,066, seguidos por los haitianos con 30,897, ecuatorianos 19,675 y colombianos con 5,289.

La entrada en vigencia del título 8, norma migratoria que regula la entrada a Estados Unidos de forma legal a través de programas planteados como el Programa de Reasentamiento de Refugiados o el ‘parole’ humanitario que aplica a venezolanos, cubanos, nicaragüenses o haitianos, así como las visas de trabajo.

Estos programas, que divulgan las autoridades constantemente para desinhibir la migración irregular, no aplican para quienes intentan cruzar la frontera de forma ilegal, a pesar de que el interesado porte alguna de las nacionalidades beneficiadas con el programa.

De acuerdo con informes de migración, las llegadas en los últimos días del mes de mayo han disminuido, sin embargo, las autoridades aún no definen la razón de este fenómeno. Por ejemplo, el 12 de mayo, un día después de que finalizó el título 42, llegaron 2,057 migrantes a la frontera, y el 13 el número bajó a 1,720. Pero de ahí en adelante la cantidad promedio es de mil al día, excepto el 15 y 20 de mayo cuando se registraron 412 y 172 migrantes respectivamente.

A este ritmo, y de no presentarse cambios significativos en la implementación de rutas seguras para migrar a Estados Unidos, y ahora Canadá y España, países que han formalizado un acuerdo con Estados Unidos para atender la migración en América Latina, las autoridades panameñas prevén que se superará con creces la cantidad de migrantes que llegaron a Panamá el año pasado, 248,284.

Como parte de las alternativas para una ruta segura hacia Estados Unidos, ese país planea establecer centros de procesamiento migratorio para gestionar las solicitudes de  los interesados en Colombia y Guatemala y en otros países que aún no anuncia el Departamento de Estado. A diferencia de otros años en que las acciones migratorias han estado focalizadas en la frontera con México, el ensayo de implementar nuevas alternativas pretende disminuir el ritmo de  migrantes irregulares que buscan el anhelado sueño americano.

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