Autoridades no logran controlar el ingreso de armas a centros penales

Este viernes se registró una balacera entre bandas rivales en la que se empleó un arma semiautomática. El saldo fue de un policía y un privado de libertad muertos y varios heridos



En el incidente murió el subteniente de la Policía Nacional Jean Carlos Valdés quien según información extraoficial recibió varios disparos en el tórax. 


El sistema penitenciario aún no logra controlar el ingreso de armas a las cárceles. Este viernes entre las 10 y 11 de la mañana una rencilla entre dos bandas rivales desató una balacera en la que se empleó un fusil de asalto semiautomático en el centro penitenciario La Joya.  

En el incidente murió el subteniente de la Policía Nacional Jean Carlos Valdés, quien según información extraoficial recibió varios disparos en el tórax.

Durante el cruce de fuego otras dos unidades policiales resultaron heridas, una de ellas fue el subteniente Edwin Anel Nuñez, quien hasta ayer se encontraba estable.  



El pabellón cinco, que está al lado del siete, fue el que respondió a los primeros disparos, dejando un reo herido, según la fuente consultada.  


La forma en que se desataron los hechos no ha sido aclarada por las autoridades.

Extraoficialmente se conoció que supuestamente el problema se originó porque a un privado del pabellón cinco le mataron unos familiares en la calle, sus rivales del pabellón siete.

Los audios revelan que la rencilla inició cuando unos privados de libertad pasaban por el área de control, a la que apodan el “cuervito”, ubicada  en medio del pabellón siete, cinco y uno. Los pabellones cinco y siete se encuentran uno al lado del otro por lo que para llegar al puesto de control, necesariamente hay que pasar por el pabellón 7.

En ese momento un reo de uno de los pabellones disparó una ráfaga que impactó al privado de libertad, a otros dos reos, además de los dos policías que se encontraban ahí.



El arma en cuestión haya ingresado al penal en partes, el cañón, la culata, el proveedor. 


De acuerdo con una fuente vinculada al centro penitenciario, “eso provocó una reacción en cadena entre los pabellones cinco y uno, y en la otra ala del centro penitenciario en los pabellones tres y cuatro, pero con disparos en menor escala, sin registrar heridos”.  

El pabellón cinco, que está al lado del siete, fue el que respondió a los primeros disparos, dejando un reo herido, según la fuente consultada.  

A pocas horas del hecho, la Policía divulgó la foto de la supuesta arma de la que emanaron las ráfagas.

Extraoficialmente se conoció que el fusil fue hallado en el pabellón siete.

No obstante, la versión de la Policía Nacional describe que el intercambio ocurrió del Pabellón 4 hacia el uno, dos y tres del Complejo en cuestión.

SEMIAUTOMÁTICA 

La fotografía difundida por las autoridades muestra un arma que contiene un selector de seguro automático y semiautomático, que le permite disparar ráfagas de cuatro a seis balas. Lo que aún no logran explicar las autoridades es cómo ingresa este, u otro tipo de armas a los pabellones. Un tema que vuelve al tapete una y otra vez cada vez que ocurre este tipo de balaceras, sin que las autoridades puedan ser capaces de ofrecer una solución permanente.

En diciembre de 2019, cuando recién se estrenó la administración de Laurentino Cortizo, un incidente en el centro penitenciario La Joyita desató una balacera que dejó 12 muertos y más de una docena de heridos. Aquella fue una de las peores masacres registradas en un centro penitenciario de Panamá.

En ese momento, y ante la conmoción ciudadana, las autoridades prometieron una vigilancia exhaustiva tanto a visitantes y policías, efectuaron requisas, hallaron escondites secretos, recogieron todas las armas blancas, celulares y objetos prohibidos.  

También destituyeron a la directora de La Joyita que trató de controlar la situación junto a otros funcionarios ante la falta de refuerzos. El Ministro de Seguridad, Rolando Mirones, renunció. Pero nada de lo anterior parece haber sido una lección suficiente para controlar el problema y la corrupción de la que adolece el sistema.

Es probable que el arma en cuestión haya ingresado al penal en partes, el cañón, la culata, el proveedor. Todos pueden caber en una bolsa de mercado, o pudiesen haber ingresado o uno a uno, tal vez con la ayuda del personal policial encargado de resguardar el perímetro de las cárceles y la supervisión de los visitantes.

Ayer fue un día violento en la capital panameña. Además de lo anterior, en la Mega Joya, ubicada en el perímetro penitenciario, murió un reo por heridas de arma blanca, confirmó el Ministerio de Gobierno.

En la tarde se reportó la muerte del líder de la banda ‘Los Cofos’, Roberto Poveda, alias ‘Chicho Cofo’, ajusticiado en el PH South Beach, avenida Balboa. No obstante, el Ministerio de Seguridad confirmó a este diario que este hecho no está relacionado con la rencilla de La Joya.

Recientemente el Consejo de Gabinete aprobó una resolución para adquirir servicios tecnológicos en el Complejo Penitenciario La Joya por un  monto de $25 millones. Un paso en materia tecnológica que según las autoridades permitirá garantizar la seguridad para los privados de libertad, custodios, personal administrativo y policía nacional; de la misma manera, la salvaguarda de los Derechos Humanos tanto para los internos como de sus familiares,  ya que los procedimientos de revisión dejarán de ser invasivos.

Se contempla la adquisición de un sistema tecnológico de radares, bloqueadores de celulares, rayos “x”, escáneres, eescaneo corporal, tecnología biométrica con sensores y cambios de equipos que resulten afectados por vandalismo.

En 2018 el gobierno de turno adquirió escáneres para reforzar la seguridad en el Centro Penitenciario La Nueva Joya, como parte de las acciones en la lucha contra la corrupción. 

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