La Otan y la irreversible amenaza que representa China

De continuar el desarrollo económico, tecnológico y militar de China, podría convertirse en la supremacía mundial e imponer sus valores, revela un estudio de España


China ha producido un cambio irreversible en el orden mundial debido a las políticas de desarrollo y crecimiento agresivas que a corto plazo la han situado como hegemón regional en Asia-Pacífico y como una de las potencias con capacidad y voluntad de convertirse en hegemónica a nivel mundial. Así lo revela el análisis “Perspectivas de la Alianza frente al ascenso chino”, elaborado por el instituto español de Estudios Estratégicos (IEEE).

El informe publicado a mediados de diciembre es tajante en cuanto a la amenaza que representa el gigante asiático para los intereses del Tratado del Atlántico Norte (Otan).

De continuar con el desarrollo, que abarca aspectos económicos, informáticos y militares, China conseguirá  tener un poder geopolítico tan fuerte que su capacidad de influencia acabaría por modificar el orden mundial, reorganizándolo en función de sus intereses, entre los cuales se encuentra el de instaurar los valores y principios de su república, que distan bastante de los  occidentales y de un orden internacional basado en reglas que preconiza Estados Unidos.  China ya es imparable y no volverá a situarse como un actor regional.

La publicación expresa que esta situación la hace estar dispuesta a emplear los mecanismos de  su poder que hagan falta para conseguir su objetivo, que es lograr el desarrollo pleno de su país,  a la vez de un cambio en el sistema liderado por Estados Unidos. En otras palabras, cita el análisis, China busca el puesto de hegemón mundial. Por este motivo la Otan ha considerado a China como un rival sistémico con implicaciones aún por definir.

En este sentido, la Otan debe aprobar medidas conjuntas para confrontar a China en los ámbitos tecnológico y militar, debido a varias razones. La primera es por los avances que ese país está llevando con el 5G y la inteligencia artificial que pueden ser usados con fines contrarios a los intereses de la Alianza, o pueden terminar supeditando terceros países a los intereses del gobierno chino.

En segundo lugar, el desarrollo militar tanto a nivel nuclear como espacial, podrían ser utilizados con finalidades que van más allá de la disuasión. La posibilidad de que China contemple hacer uso de su capacidad nuclear puede causar conflictos en la región, o afectar a territorio de la Otan. Por tanto, una máxima de la organización debe ser evitar una escalada de violencia que pueda derivar en el uso de estas armas nucleares.

Un tercer  punto que destaca el análisis es que se debe mantener a China lo más neutral o alejada de Rusia, aunque actualmente la guerra con Ucrania lo dificulte.

El nuevo Concepto Estratégico que aprobó  la Otan en Madrid ( junio de 2022) debe impulsar a la Alianza a la adaptación de la situación actual lo antes posible, aplicando las iniciativas acordadas a través de una mayor sinergia y colaboración entre los miembros. Este nuevo Concepto, debe representar una forma firme y decisiva de la estrategia acordada para proteger a sus ciudadanos y evitar una escalada de tensión con China de consecuencias impredecibles.

Como parte de las amenazas que analizó el IEEE para llegar a las conclusiones planteadas arriba, es que  la presencia china  en aguas aliadas como el Mediterráneo y el Atlántico puede acarrear un cambio importante en el equilibrio de poder mundial que altere la hegemonía norteamericana.

El acceso del Ejército asiático a aguas de la Otan puede suponer una escalada de tensión al tiempo que una declaración de intenciones de hasta dónde están dispuestos a llegar, sabiendo que en 2021 buques chinos empezaron a navegar por la costa oeste de África y que han mostrado interés de instalar una base marítima en Guinea Ecuatorial. En este sentido, si la Alianza no refuerza sus lazos en los países de la región, estos pueden verse supeditados a los deseos de China.

Un aspecto aún más delicado que resalta el estudio, es la existencia de armas nucleares en manos del ejército chino debe ser un punto prioritario para la Otan dado que supone una amenaza global y son las armas más peligrosas del planeta, capaces de destruir ciudades enteras.

China parece interesada en situarse a la cabeza de la carrera militar por la hegemonía global y el resto del mundo debe estar consciente de esto.

Por ello es importante aumentar la vigilancia sobre las capacidades convencionales y nucleares de China, así como las  no convencionales, ya que el análisis prevé que el Indopacífico puede acabar convirtiéndose en una nueva zona gris, con posibilidad de derivar en un área de confrontación convencional.

El gigante asiático es líder en inteligencia artificial y ciberseguridad. Esto último es la mayor amenaza para los intereses de los países aliados, que han sufrido varios ataques cibernéticos provenientes de China.

Por último, destaca que China y Rusia, además, llevan a cabo proyectos aeroespaciales ambiciosos, como llegar a la cara oculta de la luna, o la puesta en marcha de una gran estación espacial permanente. Por eso la Otan debe trabajar en el desarrollo de medidas concretas como acuerdos de colaboración y control por la carrera espacial, en especial cuando se trata de asuntos como proliferación de armas y la protección de satélites y el desarrollo de nuevas capacidades espaciales, ámbitos en los que no se pueden descartar futuros usos militares.

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