AMP señala que negocio de búnker es privado

La Autoridad Marítima de Panamá explicó que el Puerto Colón 2000 elige a los proveedores de combustible basados en el nivel de riesgo. La línea de cruceros Carnival se quejó de prácticas monopolísticas, asociaciones piden corregir el rumbo para evitar daños a la imagen del país   



La Cámara está preocupada por la capacidad operativa de Panamá para recibir turismo de cruceros. 


La Autoridad Marítima de Panamá (AMP) aseguró a La Estrella de Panamá que la empresa Colón 2000, encargada de la operación del puerto de cruceros en la provincia atlántica,  elige a los proveedores de combustible que prestan sus servicios en el puerto basados en el nivel de riesgo y la responsabilidad directa que asumen con el Estado, en caso de que ocurra un incidente. Es decir, el gobierno no tiene injerencia en esta materia, sino que es un asunto meramente privado.

Como parte de las respuestas a un cuestionario enviado a la AMP para entender la mecánica que se practica en el negocio de bunker, la institución explicó que Colón 2000 “no está autorizada para la prestación del servicio de suministro de combustible”, sino que ha sido autorizada para la operación de la terminal, y por ende “la coordinación de los diversos servicios que en dicha terminal se llevan a cabo”.

Todo inició porque en días pasados, Michael T. McNamara, vicepresidente de Abastecimiento Global de Combustible de Carnival, cuestionó a la AMP las restricciones de proveedores de búnker en dicho puerto alegando que agrega complejidad y sobrecostos a sus operaciones en la región.  

Las quejas de McNamara apuntan a la empresa Monjasa como la exclusiva para despachar el combustible, cuando se debería “alentar el acceso abierto a todos los proveedores de búnker debidamente autorizados en Panamá, para que se les permita entregar búnkers a los cruceros en la terminal de Amador y la de Colón”, señaló el ejecutivo de Carnival en el correo.        

El director de la AMP, Noriel Araúz, a quien McNamara canalizó sus quejas, le respondió este lunes con una nota en la que le solicitó más información sobre sus inquietudes.  

“En el correo inicial indicaron que el  proveedor de combustible no cuenta con la cantidad suficiente para abastecer a su flota, pero la contraparte lo niega. Por lo que el administrador de la AMP envió una nota a la empresa para ahondar en las quejas o inconvenientes que presenta la línea de cruceros a la hora de suplir de combustible”, indicó a La Decana Jonathan Guerini, director de puertos encargado de la AMP.

La AMP añadió que Carnival expuso de manera superficial una posible situación entre privados, a la cual se le ha dado respuesta y se le ha requerido de información más específica y evidencias, a fin de poder analizar la misma en pro del beneficio del país.

La entidad autorizó la operación de la Terminal de Cruceros de Panamá a Colón 2000 para la recepción de cruceros y sus pasajeros, “más no la prestación de ningún servicio marítimo auxiliar en particular, el cual es una relación comercial privada entre las partes”, se lee en las respuestas enviadas a este diario.

Este modelo permite a los operadores, según la actividad, establecer los parámetros para la selección de los servicios basados en las condiciones establecidas en el artículo 21 de la ley general de puertos. Entre los requisitos se exige estar autorizado por la AMP mediante una licencia de operación.  

Este medio se comunicó en varias oportunidades con los directivos del puerto para conocer su versión, pero no respondieron a nuestro correo.  

En los registros de la AMP existen 15 empresas con licencia de operación de suministro de combustible a través de equipo flotante. Todas pueden realizar la actividad en el área de anclaje, pero una vez que la “operación se realice dentro de una instalación portuaria, estas deben ser coordinadas con el operador portuario, toda vez que son ellos los que tienen responsabilidad directa con el Estado”, respondió la AMP a La Estrella de Panamá a un cuestionario enviado.    

Otro dato es que la AMP no exige a los puertos contar con un mínimo de suplidores dedicados a esta actividad, porque según Guerini esto está regulado en la ley ley General de Puertos (Ley 56 del 2008). Pero ante los reclamos de Carnival, “el administrador intentará mediar entre ambas partes”, para mejorar la situación, agregó Guerini.

La protesta de la línea de cruceros, que se produce cuando el país espera sacar el mayor provecho turístico de la temporada de cruceros, ha causado eco en la Cámara Marítima que exigió a varios directores, entre los que menciona  al director de la AMP y a la licenciada Samira Gozaine, directora del Servicio Nacional de Aduanas, una pronta atención al problema.

La Cámara está preocupada por la capacidad operativa de Panamá para recibir turismo de cruceros, “específicamente por afectaciones relacionadas con procesos migratorios, seguridad en embarques y desembarques de pasajeros, trámites y costos administrativos y, más recientemente, por suministro de bunker”, se lee en el comunicado. De igual manera resaltan la necesidad de cuidar el trabajo que se ha efectuado durante años para lograr atraer a los cruceros al país, que benefician a la industria turística y a varios sectores económicos que ofrecen servicios a estos barcos. A su vez hizo un llamado a los posibles impactos ocasionados por “malas prácticas y manejo deficiente de procesos, tales como: la implementación de cobros como ‘shortpass’ y el no aclarar noticias sobre otorgamiento de exclusividad en concesiones, son acciones que perjudican a Panamá de cara a la comunidad internacional”, se lee en la nota de prensa.    

A las pocas horas Migración recordó en un comunicado que mediante Resolución 3112 del 2 de octubre pasado dejó sin efecto el pago de la tarjeta de pase a tierra a los tripulantes que ingresen a Panamá a bordo de cruceros.  Añadió que se procedió a efectuar la modificación que tiene efecto inmediato una vez se publica en Gaceta Oficial. 

La Asociación de Armadores Panameños se sumó a la preocupación por el suministro de búnker a cruceros y por las tarifas de desembarque, advirtiendo sobre las consecuencias que pueden tener en la imagen del país en relación al turismo de cruceros.

Recalcan, de igual forma, los constantes esfuerzos que ha efectuado el gobierno y la empresa privada para posicionar la marca Panamá como home port, y mantener la inversión directa y apalancar empresas panameñas en el mercado internacional y local.  Los armadores recuerdan que se han denunciado graves falencias en las operaciones de desembarque de turistas que suma a la imagen y buen nombre del país.

Por lo anterior, hacen un llamado a las autoridades para que se pronuncien en la mayor brevedad posible y corrijan las quejas públicas de las principales empresas operadoras de cruceros en el mundo, en beneficio para todos.

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