Marcela Galindo: “La CSS es una bomba de tiempo, hay que atenderla de manera urgente”

La presidenta de los empresarios hace un llamado al gobierno para no dejar para el siguiente periodo gubernamental las reformas necesarias para rescatar el programa del IVM de la Caja de Seguro Social 



Marcela Galindo. 


Hay muchos asuntos que arreglar en el país. Pero entre los principales problemas a resolver salta el tema de la Caja de Seguro Social (CSS), siempre es uno de los más polémicos y urgentes. El gobierno parece dejar la discusión sobre el déficit del programa Invalidez, Vejez y Muerte al gobierno entrante a pesar de que se ha reiterado innumerables veces que para el mismo año en que se celebran las elecciones, 2024, no se contará con los fondos para pagar las pensiones. Esto deja un escenario sumamente complicado en plena época electoral y ocasiona una entrada muy complicada para la entrante administración gubernamental. La Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura, presidida por Marcela Galindo, quiere poner manos a la acción. No se mostró reacia a la idea de, ante la falta de acción del gobierno, plantear un diálogo entre empresarios y trabajadores que delinee la estrategia o un panorama más cercano a los cambios necesarios. En esta entrevista hablamos sobre varios asuntos. También de la credibilidad del Tribunal Electoral y la reciente designación efectuada por la Corte Suprema de Justicia, de un miembro del partido oficialista, que a criterio de Galindo, genera dudas sobre la actuación de una entidad que gozaba de la confianza de la mayoría de los ciudadanos.

Las reformas a la Caja de Seguro Social (CSS), para aliviar el déficit del programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) se han dejado de lado. Nos arriesgamos a que esto se convierta en un problema más difícil de resolver. ¿Qué piensa hacer la empresa privada al respecto?

La CSS es una bomba de tiempo. Requiere atención de manera urgente. Ya tenemos los resultados de los estudios de la Junta Técnica Actuarial (JTA). También tenemos los resultados de la Organización Internacional del Trabajo que confirma las cifras de la JTA. Ahora tenemos que hacer manos a la obra. Significa que el sector privado entregó una propuesta basada en tres pilares con un centro de ahorro personal. El sector trabajador tiene otra propuesta. Lo que necesitamos es tirar números con la información actual y correr los análisis de las diferentes alternativas para verificar cuál sirve y cuál no. De esa forma examinar cómo vamos modificando las corridas para tener algo que funcione.

Pero no lo estamos haciendo… ¿por qué no presionan al gobierno para que esto ocurra? 

Eso estamos haciendo. En todas las instancias que podemos hacemos el llamado de la necesidad de atender el problema de la CSS. Si bien a lo mejor no queda tiempo en este quinquenio para solucionarlo, lo que podemos hacer es definir la respuesta. Este problema es tecno político, como lo define uno de nuestros asesores. Es un problema político muy fuerte y creo que esta última es la que está impidiendo que se pueda avanzar. Sin embargo, creo que, si resolvemos la parte técnica y la tenemos clara, a lo mejor eso ya quita un poco el velo de duda de la parte política para poder seguir adelante e implementar soluciones. Eso sí tenemos que hacerlo ya.



La CSS es una bomba de tiempo. Requiere atención de manera urgente.


Este tema formó parte de una promesa de campaña del actual presidente. ¿Esos llamados que hace la Cámara vienen acompañados de qué? ¿Se hacen llamadas telefónicas a la Presidencia? ¿Se aportan ideas?

Nosotros presentamos ya formalmente la propuesta del sector privado. Hacemos la presión por las vías que podemos, por la vía pública como ésta, con nuestros textos de la Cámara Opina los domingos, con llamadas al presidente y otros actores.

¿La respuesta cuál es?

La respuesta es: lo estamos viendo, lo estamos analizando... 

¿En vez de esperar al gobierno por qué no se sientan con los trabajadores y dialogan sobre el tema?

Yo creo que estamos en una situación en la que tenemos que tratar todo lo que está a nuestra disposición y ese puede ser un camino por el cual avanzar.



Nosotros presentamos ya formalmente la propuesta del sector privado. Hacemos la presión por las vías que podemos. 


Sabemos que es un diálogo tripartito, pero pueden iniciar las conversaciones... En 2024 hay elecciones presidenciales, una deuda enorme y el riesgo de la CSS en la calificación de inversión.

Al final del día creo que estás diciendo algo cierto. De ahí el tema a que debemos insistir para que se implementen los diálogos anteriores. Creo que en vez de estar discutiendo o teniendo diferencias entre el sector trabajador y empleador, lo que debemos es ver cuáles son los puntos de alineamiento, que los hay. Habrá otros en los que hay diferencias o visiones diferentes, pero hay que empezar a trabajar en lo que estamos alineados y trabajar juntos en ese sentido porque al final del día el país depende de eso.

¿El próximo año empieza la política a agitarse, qué clima presagia para la contienda?

Vemos unas elecciones complicadas en el sentido de que vamos a tener una multiplicidad de candidatos, lo que evidentemente no es bueno para Panamá o ningún país, porque lo que se quiere es que sea quien sea que gane las elecciones lo haga con una mayoría y no con el 30% de los votos. Ahora bien, ese panorama es incierto. No se han terminado de definir los candidatos, no sabemos quiénes ni cuántos habrá. Está en veremos.

¿Cómo recibió la designación del nuevo magistrado del Tribunal Electoral?

La verdad es que el TE había sido una institución que gozaba de un gran respeto y confianza por parte del electorado. Lamentablemente cuando vemos cuestionamientos con la recaudación de firmas, con la elección de magistrados que tienen vínculos políticos… Es decir, todos los magistrados todos han tenido vínculos a partidos en un momento determinado. Sin embargo, estamos viendo que en este momento los electos tienen un vínculo más estrecho con los colectivos, lo que es una lástima porque son situaciones que le traen duda a una institución que en otros momentos inspiraba mucha confianza.



Vemos unas elecciones complicadas en el sentido de que vamos a tener una multiplicidad de candidatos, lo que evidentemente no es bueno para Panamá o ningún país, porque lo que se quiere es que sea quien sea que gane las elecciones lo haga con una mayoría y no con el 30% de los votos. 


¿Se ha mermado la credibilidad del TE después de esta designación?

Es posible que a nivel de la ciudadanía sí se haya mermado la credibilidad de la institución y van a tener que trabajar mucho en recuperar la credibilidad.

La pandemia fue un momento excepcional, pero después nos enfrentamos a un acto de protesta de los más dramáticos que hemos vivido en los últimos tiempos. Esto ha traído nuevos retos para el gobierno, los sectores sociales y los empresarios. ¿Cuál es la visión que tienen ustedes de la mesa del Diálogo que efectuó el gobierno con los sectores sociales?

No solo el país, sino el mundo ha enfrentado situaciones inéditas. Estas situaciones han llevado a Panamá y otros países en el mundo a dificultades sociales y económicas. Yo creo que tenemos que empezar reconociendo que hay necesidades muy reales en nuestro país que tienen que ser atendidas. De ahí entonces que viene el tema de las protestas y la presión que generó convocó a una mesa de diálogo en la que participaron el gobierno y las diferentes alianzas y dejaron por fuera al sector privado y productivo. Se tomaron una serie de decisiones que impactaron al sector productivo. De ahí que no le quedó otra al sector empresarial que cumplir con estos nuevos dictámenes que salieron de la mesa del Diálogo. Sin embargo, ahora surge una nueva fase de la mesa y se ha hecho el llamado a la empresa privada a participar.

¿Van a participar entonces?

La empresa privada siempre ha participado de todos los diálogos a los que nos han invitado. Esto ha sido así en los temas de educación, la concertación nacional, el Pacto del Bicentenario, que los traigo a colación porque, si bien hay un llamado a la segunda fase de esta conversación, creo que todos deberíamos de insistir en aprovechar estos insumos que tenemos e insistir en que se vaya por ese camino. Que se implementen estos resultados que han sido consensuados por los diferentes actores.

¿O sea que no van a entrar?

Sí queremos entrar. Pero también hacemos un llamado de esa misma manera de que si vamos a dialogar, queremos conversar en igualdad de condiciones, eso significa igual cantidad numérica de partes. No podemos conversar en minoría. Que exista un balance entre los grupos que van a dialogar, que exista respeto, pero sobre todo, que exista una apertura real de todas las partes de querer encontrar soluciones a los problemas y no ir a imponer criterios.

¿Cree que es un asunto en el que se entremezcla la ideología de algunos grupos? 
Es posible. Hemos visto rasgos de esto. Hemos visto situaciones en los que hay llamados en los modelos económicos en el país y al final hay que escuchar la posición de todos y abrirnos a las posturas. Sin embargo, las decisiones tienen que ser tomadas con base, con datos fundamentados porque de lo contrario no son sostenibles en el tiempo.

Esta parte del conversatorio requiere de una ejecución, porque de lo contrario correrá la misma suerte que el resto de los diálogos. ¿Qué garantías hay de que en esta ocasión esto pasará de la teoría a la práctica?
Ahí es donde quedamos en suspenso. Por eso digo que deberíamos estar todos los actores insistiendo sobre las acciones que ya se han adoptado en diálogos anteriores.

He revisado los recientes resultados del índice de consumidor. El 97% de los encuestados dijeron que no tenían empleo o no veían probable conseguir uno. El pesimismo se refleja en el futuro de sus hogares y del país. Una queja marcada es que no hay dinero para ahorrar. ¿Qué le dicen a usted estos números como presidenta de los empresarios?
A nosotros nos dicen estos números que el foco o la atención general sigue siendo la empleomanía. Si te das cuenta de ese indicador se desprenden todos los demás: si no tienes empleo no puedes ahorrar, y la perspectiva económica del hogar estará en desconfianza. Si tenemos múltiples hogares con esta perspectiva, lo que te dice es que la perspectiva del país corre la misma suerte. Entonces, necesitamos como país, con apoyo del gobierno, generar confianza en invertir en Panamá. Necesitamos poder generar mayor inversión pública y privada. En la última inversión extranjera que es muy importante para Panamá. Para generar esa confianza necesitamos dos factores claves: educación y justicia.

¿Ustedes apoyarían un aumento general de salarios?
Nosotros somos de la visión de que el aumento de salario tiene que estar atado a la productividad.

Pero en este momento la productividad puede ser igual, pero los niveles de inflación se han incrementado... 
Afortunadamente Panamá es de los países con una menor inflación de la región. Sin embargo, existe una inflación que no habíamos manejado antes y que hace que se encarezcan los productos.



Nosotros somos de la visión de que el aumento de salario tiene que estar atado a la productividad.


¿Pero no se discute eso en la Cámara?
Pregunto yo también si la solución sería ese aumento generalizado de salarios. Habría que verlo y analizarlo. Te doy un dato, la economía del país viene desempeñándose bastante bien, mejor de lo considerado. Evidentemente parte del problema ha sido que los empleos no se han recuperado a la misma velocidad que la economía porque los sectores económicos que han mostrado recuperación son los que orientan servicios externos y los sectores domésticos -que son los que recuperan esa cantidad de plazas de trabajo- han venido un poco más lento. Sin embargo, este año hemos visto mejoras en el comercio, en ciertas partes de la construcción y para fin de año se va a generar un buen número de plazas de trabajo, algunos temporales, y otros permanentes. Al final del día si en un hogar antes trabajaban dos personas, ahora solo lo hace una. De repente no solo se trata del aumento de salario, sino de generar otra fuente de ingreso a los hogares.

¿Por qué a los empresarios les cuesta tanto hacer aumentos de salario?
Recuerda que cuando las cosas aumentan, todo aumenta. Al empresario también le aumentan los costos de sus proveedores, es una cadena. Muchas veces el aumento que se refleja hacia el consumidor, en algunos casos, no refleja proporcionalmente el aumento de todos los costos que se han tenido en la cadena. Hay algunos negocios que asumen parte de esos costos como parte de sus gastos. Si encima de eso tienen que dar un aumento de salario entramos en un análisis de si el negocio es rentable.

En las condiciones que ha descrito al país, ¿usted como empresaria invertiría en Panamá?
Lo estoy haciendo evidentemente porque tenemos muchos años operando en Panamá.

¿Pero si fuera una empresa nueva?
Te comento algo, hace un par de semanas estuvimos con una delegación de empresarios franceses que visitaron el país, no para ver qué está pasando, sino porque han visto oportunidades que pueden aprovechar. Yo creo, como dijo Marcos Fernández en la Asamblea ordinaria de la Cámara: sabemos que tenemos problemas y que tenemos problemas grandes, pero a la vez también tenemos que ver todo lo que hemos hecho como país. En ese sentido el sector privado ha sabido muy bien cómo salir adelante incluso con dificultades del gobierno.

¿Cuál es la perspectiva para el próximo año? 
Para el próximo año se prevé una recesión en algunos países del mundo. Ahora bien, una de las cosas que nosotros estamos identificando es que probablemente el gobierno empiece a empujar la inversión en infraestructura. Pensamos que lo van hacer el próximo año y eso podría evitar o aminorar el que Panamá sea víctima de una recesión como ocurre en otros países porque vamos a estar generando nuestro movimiento localmente.

Aun así el crecimiento tal vez no será el esperado... 
Para el próximo año no tenemos los números. Pero en este año el primer semestre cerró en 11.8% de crecimiento, y de ahí vino julio. El paro tuvo un impacto, sin embargo, nuestra perspectiva inicial para el año era de 6.4% y esa perspectiva la estamos manteniendo, e incluso revisando al alza para cerrar el año. Las últimas cifras que teníamos para este año eran alrededor de 7.2% de crecimiento.

Pero seguimos amenazados por el alza de combustible que puede ser un factor en contra del crecimiento del país en 2023.

Con el tema de la escasez de ciertos productos, que no está pasando solo en Panamá, sino en varios países del mundo, junto con Estados Unidos, Costa Rica y República Dominicana -países con los que se ha efectuado la alianza por la democracia- que tiene un componente empresarial se están explorando los temas de cercanía. Esto significa, dónde podemos conseguir los insumos que antes traíamos de Asia, en mercados más cercanos. De esta forma ver cómo podemos movernos para evitar romper la cadena de suministro a través de compras en los países cercanos.

¿Cómo pueden ayudar los empresarios a disminuir el empleo informal?
Primero se tienen que generar más plazas de trabajo formales.  A medida que la economía va mejorando, como lo estamos viendo en los sectores domésticos, se van a generar esas plazas de trabajo para que la gente pase de los trabajos informales a los formales.

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