Colombia convoca a reunión Latinoamericana para tratar migración


Colombia no controla los flujos de migrantes que salen de su país hacia Panamá, la frontera es sumamente porosa y la divide la selva del Darién.


5 convocatoria está programada para marzo de 2023 en la ciudad de Bogotá y se apoyará con una mesa técnica del Parlamento Andino con el propósito de anticipar las propuestas más viables que puedan ejecutarse para enfrentar el flujo de migrantes por la región. 
Esta información la dio a conocer a Melodijoadelta el director de Migración de Colombia, Fernando García, luego de una reunión efectuada este 1 de noviembre en la capital panameña con sus homólogos de Panamá y Costa Rica. 

"Estamos convocando a todos los países para promover las propuestas en un espacio Latinoamericano, tomando en cuenta que se trata de un problema regional, y de esta misma dimensión deben ser las soluciones", dijo.

García añadió que los directores calificaron de positiva la reunión de este martes luego de poner sobre la mesa algunas propuestas a Estados Unidos que estudiarán en los próximos días.  Dichas sugerencias también pueden ser acogidas por cada estado para decidir sus propias políticas. 

Además, concluyeron en la necesidad de establecer un observatorio regional de flujos migratorios. Esto se traduce en un centro facultado para hacer investigaciones cualitativas y cuantitativas en cada país dentro de la ruta hacia el norte.  

Los directores también consideraron la necesidad de formar un grupo de trabajo integrado por Colombia, Panamá, Costa Rica y Estados Unidos en el que se adelanten reuniones periódicas, de seguimiento e intercambio de información sobre este tema.

Además, acordaron diseñar una estrategia conjunta de pedagogía para los migrantes con el fin de alertar sobre los riesgos asociados al tránsito terrestre por el Tapón del Darién y contrarrestar las informaciones falsas acerca de la migración hacia Estados Unidos.

Ningún país cerrará sus fronteras o establecerá cuotas de migrantes irregulares, por ahora. 

Colombia no controla los flujos de migrantes que salen de su país hacia Panamá, la frontera es sumamente porosa y la divide la selva del Darién. Por eso los directores hablaron sobre la necesidad de diseñar e implementar un corredor humanitario seguro que comprendería un trayecto marítimo desde Puerto Obaldía (Panamá) hasta Necoclí (Colombia) y un trayecto terrestre en Colombia hasta la frontera con Venezuela, fue otro de los puntos conversados, así como establecer la responsabilidad de cada estado de los migrantes dentro de su territorio. 

Esto se sumó a la idea de solicitar el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones para elaborar un mapeo de empleos temporales en la región y revisar los inconvenientes actuales en la prestación del servicio de ‘retorno voluntario’ para migrantes de nacionalidad venezolana.

Si bien la migración irregular es un derecho humano protegido por las Naciones Unidas, los gobiernos están realizando que el fenómeno está siendo aprovechado por los grupos criminales que trafican de un lado a otro a los migrantes. En este sentido, en la reunión coincidieron en la necesidad de fortalecer el diálogo entre autoridades de defensa/seguridad con el objetivo de combatir las redes delincuenciales asociadas al tráfico y la trata de personas. E incluir a las fiscalías/procuradurías de los 4 países en la conversación.

Finalmente, con el apoyo de Estados Unidos, pretenden realizar un llamado regional a donantes con el objetivo de aumentar la capacidad de respuesta de los países de tránsito.

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