Las unidades del Servicio Nacional Aeronaval (Senan), el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) y la fuerza de Tarea Conjunta Bravo del Comando Sur de Estados Unidos culminaron la Operación Mercurio Dos, que llevó a 21 comunidades de la provincia de Darién materiales, comida y kits escolares. La misión humanitaria tuvo una duración de 11 días ininterrumpidos que se verá reflejada en erradicar escuelas rancho en esa región del país y dos nuevos puestos policiales tendrán presencia en Tupiza y Cannán Membrillo, áreas selváticas del Darién donde a diario unidades de la Fuerza de Reacción Inmediata Contra el Narcoterrorismo del Senafront hacen recorridos preventivos y detectan organizaciones criminales.
La Operación Mercurio dos, movió un total de 587,441 libras de carga y materiales de construcción, superando a la misión anterior, Operación Mercurio uno que trasladó alrededor de medio millón de libras a distintas comunidades.
Este año se superó la meta de más de 700 mil libras de carga, entre ellas para la construcción y mejoramiento de 10 escuelas, llevando kits escolares, materiales de construcción para viviendas y para las instalaciones de los uniformados que permanecen en la selva darienita.
El ministro consejero de la Embajada de EE. UU. en Panamá, Ryan Rowlands, dijo que su país ha ayudado mucho a Panamá durante la pandemia.
Las unidades van a tener cuarteles de primera generación con paredes tipo modulares y dejarán atrás las trincheras llenas de tierra. De esta manera ayudamos a la comunidad porque tendremos una mejor calidad de servicio policial.
El ministro de Seguridad, Juan Pino, durante el acto de clausura, recordó claramente que cuando llegó el Senafront el objetivo era expulsar a las fuerzas beligerantes que se encontraban en territorio panameño. Y se concretó, “dando paso a una segunda fase para trabajar con la comunidad y con el apoyo de las fuerzas bravo y la embajada de Estados Unidos en Panamá hemos dado un salto enorme al ver involucrada en la población y la importancia que tiene para nosotros el desarrollo en esas áreas donde la ayuda humanitaria es difícil hacerla llegar”, señaló Pino.
Cuando el país fue azotado por el huracán Eta, en noviembre pasado, la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo esperaba en Panamá para poder regresar a su base, el clima los mantenía atrapados en el Istmo.
La convicción de ambas naciones en contra del tráfico de droga y la promoción del desarrollo económico, ponderó la cooperación de Estados Unidos en Panamá, que ha trascendido por muchos años.
Cuando el país fue azotado por el huracán Eta, en noviembre pasado, la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo esperaba en Panamá para poder regresar a su base, el clima los mantenía atrapados en el Istmo. Fue en ese momento cuando Panamá fue golpeado por el temporal, y ellos ayudaron en la tarea de llevar ayuda humanitaria, ubicar y rescatar a personas que habían quedado atrapadas.
Avanzó que hay 10 hospitales más que están en camino para Panamá, “es la mejor prueba que podemos mostrar que somos socios”, manifestó.
Por su parte, el ministro consejero de la Embajada de EE. UU. en Panamá, Ryan Rowlands, dijo que su país ha ayudado mucho a Panamá durante la pandemia.
Avanzó que hay 10 hospitales más que están en camino para Panamá, “es la mejor prueba que podemos mostrar que somos socios”, manifestó. Rememoró que el año pasado, cuando visitó Darién, se percató de la necesidad de una escuela nueva y una cancha de básquet bol, que después Senafront construyó.
Para trasladar el material se emplearon dos helicópteros CH-47 Chinook, una aeronave de ala rotatoria de carta pesado que puede cargar hasta 50 mil libras y tres helicópteros Blackhawks del ejército estadounidense.
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