Protestas en el Capitolio interrumpen sesión de certifiación de la elección


A la una de la tarde los protestantes desafiaron la seguridad del Capitolio e ingresaron para impedir la votación mientras que el vicepresidente Mike Pence presidía la sesión.

Una escena que los norteamericanos no habían vivido desde 1814, cuando una fuerza británica encabezada por el mayor general Robert Ross ocupó la ciudad de Washington y prendió fuego a varios edificios públicos, incluyendo la Casa Blanca y el Capitolio, Ese fue el escenario que vivieron este 6 de enero los estadounidenses, momentos en que el Colegio Electoral iniciaba la sesión para certificar los resultados las votaciones electorales.

Los hechos iniciaron aproximadamente a las once de la mañana con una manifestación de radicales, aparentemente del partido republicano, que reclamaba el robo de las elecciones del pasado 3 de noviembre.

En un breve comunicado, Trump rechazó conceder la victoria de Joe Biden en un discurso que inició antes de que se reuniera el congreso para certificar los resultados del comicio.

La investidura del vicepresidente no puede decidir las elecciones en forma unilateral, indicó Pence.

“Espero que (Mike Pence) haga lo correcto. Si lo hace, ganamos la elección. Si no lo hace, será un día triste para nuestro país”, exclamó cuando se dirigió a sus copartidarios. “Espero que te pares del lado de la constitución, si no lo haces estaré muy decepcionado de ti”, exigió a su vicepresidente, uno de sus más leales colaboradores.

Pence publicó una carta en Twitter donde dejaba clara su posición: La investidura del vicepresidente no puede decidir las elecciones en forma unilateral. Como estudiante de historia que ama la Constitución, no creo que los fundadores de nuestro país tenían la intención de investir al vicepresidente como una autoridad para decidir qué votos deben contarse del Colegio Electoral durante la sesión del congreso, y ningún vicepresidente en le pasado ha tenido una autoridad de esta índole, se lee en la misiva dirigida a sus colegas.

La policía intentó contener la turba con gases lacrimógenos y disuadir a los inconformes. No obstante, los disturbios continuaron por horas, prácticamente hasta las cinco de la tarde hora local, cuando las autoridades declararon que el Capitolio finalmente se encontraba seguro.

A la una de la tarde los protestantes desafiaron la seguridad del Capitolio e ingresaron para impedir la votación mientras que el vicepresidente Mike Pence presidía la sesión. La policía intentó contener la turba con gases lacrimógenos y disuadir a los inconformes. No obstante, los disturbios continuaron por horas, prácticamente hasta las cinco de la tarde hora local, cuando las autoridades declararon que el Capitolio finalmente se encontraba seguro.

En la protesta una mujer resultó herida de bala.

Pence condenó el tono de la protesta, aunque defendió el derecho de todo ciudadano a manifestarse, pero este ataque a nuestro Capitolio no puede ser tolerado y quienes irrumpieron deben ser perseguidos con toda la extensión de la ley, dijo el vocero del senado.

En el calor de las manifestaciones, el electo Biden exigió a Trump cumplir con el juramento que hizo y con la Constitución. Dijo que Estados Unidos se encontraba bajo un ataque sin precedentes que roza la sedición, “no es disidencia, es caos”, expresó Biden.

Enseguida añadió que las escenas de caos en el Capitolio no reflejan a los estadounidenses reales, “no representan lo que somos. Lo que estamos viendo es un pequeño número de extremistas dedicados a la ilegalidad”, pronunció.

En el calor de las manifestaciones, el electo Biden exigió a Trump cumplir con el juramento que hizo y con la Constitución. Dijo que Estados Unidos se encontraba bajo un ataque sin precedentes que roza la sedición, “no es disidencia, es caos”, expresó Biden.

Más adelante, desde la Casa Blanca, Trump pidió a la gente que se va a casa, “sé que están heridos, les duele, se que nos quitaron la elección, pero vayan a casa en paz”, dijo.

Aún con el llamado de su líder, los seguidores permanecieron en las calles. Como una medida de controlar la situación, las autoridades decretaron toque de queda a partir de las 6 pm, que logró que una parte de los protestantes abandonaran las manifestación, pero otra parte permaneció afuera del Capitolio. La policía redobló la seguridad, la respuesta arribó en camiones llenos de policías para asegurar el edificio.

A primeras horas de la noche se conoció que los senadores anunciaron que procederían a reiniciar la sesión luego de haber blindado la seguridad del histórico edificio.

Un país que ante el mundo se proyecta como una de las democracias más sólidas e institucionales a pesar de la marcada división política, ha dejado a todos boquiabiertos con las imágenes que se proyectaban en todos los medios de comunicación.

Un día “histórico”, “terrible”, “evento extraordinario”, “inédito” en la historia democrática del norte, calificaron los comunicadores del mundo. Al anochecer, las fuerzas policiales lograron distanciar a los protestantes del Capitolio, pero continuaron en las inmediaciones de la infraestructura.

A primeras horas de la noche se conoció que los senadores anunciaron que procederían a reiniciar la sesión luego de haber blindado la seguridad del histórico edificio.

El 20 de enero debe efectuarse la toma de posesión de Biden, de tal forma, que la sesión del Capitolio debería efectuarse antes de la fecha si se pretende cumplir con el calendario protocolar.

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