Cálculo del déficit presupuestario no será suficiente

Economistas advierten que el presupuesto del año 2021 se confeccionó sin tomar en cuenta los efectos de la pandemia, que dejará un hueco superior a los $4 mil millones y el gobierno se verá en la necesidad de recortar o adquirir más deuda

El gobierno tiene contemplado un presupuesto de $24,089.9 millones para el año 2021. En comparación al año pasado, cuando se contempló un presupuesto de $23,322.4 millones, en plena pandemia y con una de las caídas más estrepitosas en la recaudación de impuestos, se hizo un aumento de $767 millones en comparación al año 2020.

Una de las críticas reiterativas sobre el monto propuesto para el próximo año, es que  la estimación parece que no respondió al impacto de la crisis económica  que provocará el Covid-19.

El gobierno proyectó ingresos para el presupuesto de 2021 en aproximadamente  $20 mil millones, lo que indica que el resto, es decir que unos $4,700 millones, tendrán que financiarse con deuda.

Sin embargo, los economistas advierten que las estimaciones de las recaudaciones se quedarán cortas, pues el gobierno debe tomar en cuenta varios factores como el 20% de desocupación laboral y sus implicaciones en el consumo; las empresas que se verán obligadas a cerrar sus puertas y la merma que dejarán de aportar al Producto Interno Bruto  sectores que antes inyectaban al fisco, pero que debido a la pandemia tardarán en reactivarse, como el turismo, entretenimiento o restaurantes y comercio al menudeo.

“La plata la van a sacar de deuda, pedirán $4,700 millones y cubren el hueco. Pero no será suficiente para nada, ni de cerca. Ellos no quieren buscarse problemas bajando gastos, aumentaron el presupuesto de la Asamblea en 9 millones en una recesión más grande de la historia.  No es lógico”, expresa el economista Felipe Argote.

Reclaman los especialistas que no se hicieron recortes en planilla, en viáticos, o viajes, pero en cambio, recargan en el sector privado las expectativas racionales que recibían de él en tiempos pasados.

Es decir, cada año las empresas hacen una proyección del negocio en base a las ventas de años anteriores. No obstante, el impacto de Covid-19  ha demorado el arranque del sector privado y temen que  no va haber plata, lo que causará que las empresas restrinjan su producción porque para evitar arriesgar. “El consumo va a bajar enormemente porque hay mucha gente que se va a quedar sin trabajo y por las expectativas racionales”, indicó un economista consultado.
   
DEUDA O IMPUESTOS
¿Cómo financiará el déficit el gobierno?  Hay dos caminos, mediante impuestos -una medida impopular que no será bienvenida por la población- o con deuda.

“El gobierno se va a ver forzado a poner nuevos impuestos en  2022 o 2023. Este año va a refinanciar deuda, de la que estaba hasta el 2019 que era como $17 mil millones,  refinanciar un tercio, tal vez con un plazo más largo que baje los intereses, porque es posible que actualmente no tenga los fondos suficientes para pagarla”, opina el economista Rolando Gordón.

No obstante, antes de pensar en subir los impuestos, añade Gordón, es necesario mejorar las recaudaciones en la Dirección General de Ingresos, especialmente el Impuesto de Transferencia de Bienes Muebles y Servicios (ITBMS) del 7%. De igual forma recomienda hacer un análisis de las empresas exoneradas, y las que cuentan con concesiones.

El economista Felipe Argote analiza que en el presupuesto aumentó un 3.2% con respecto al año anterior. “Pero de ¿dónde vamos a sacar la plata si los ingresos bajan un 9%? Los números no pueden ser porque si la economía cayó un 15% no cuadran las cuentas”, alerta.

Bajo su óptica el gobierno requerirá de $10 mil millones  para seguir viviendo este tipo de vida. “Están tomando decisiones políticas y no coherentes, no quieren ir a la Asamblea a bajar el presupuesto, o los de los Ministerios. Hicieron un presupuesto sin generar conflicto para luego de pasar la pandemia se haga una reducción. Cuando conozcan los números reales,  recortarán los renglones. Por ejemplo el caso del CSS va a entrar en crisis pronto”, añade Argote.

“En 2021 los gastos corrientes aumentaron en $170 millones en comparación al año pasado. El servicio de la deuda aumentará en $578 millones producto de un aumento de cerca de $10 mil millones en el último año y medio. A finales de 2018 la deuda ascendía a $26,175 millones y a junio de 2019 se elevó a $33,045. En un año y medio la deuda aumentó más de lo que se elevó entre 2012 y 2018”, agrega el economista Argote.

PRESUPUESTO POR ENTIDAD
Las carteras de salud y educación ocupan más de $4 mil millones del presupuesto. Llama la atención que en salud no varió significativamente en comparación al año anterior a pesar de la pandemia. En 2020, se asignó a este renglón $14 millones menos que el actual.

Mientras que al Ministerio de la Presidencia, se destinaron $683,110,788, casi cien millones más que el año pasado. Dentro del cual se ubican $119.9 millones al despacho del Presidente y $469 millones al proyecto de descentralización.

Por su parte el Ministerio de Seguridad presupuestó $824,516,181, casi $70 millones más en comparación con el 2020.

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