Micultura y Patronatos enfrentados por proyecto de Ley

El Ministro de Cultura, Carlos Aguilar, parece decidido a reformar las juntas directivas de los patronatos con un proyecto de Ley que pretenden normar estas organizaciones. Los patronatos consideran que perderán autonomía financiera y entorpecerán una gestión efectiva

El Ministro de Cultura, Carlos Aguilar, parece empeñado en ‘democratizar’ el acceso a la cultura. Una forma de lograrlo, según él, es a través de la ley que regula los patronatos en Panamá, que ha caído muy mal a las juntas directivas de estas organizaciones por temor a quedar supeditadas al Ministerio de Cultura.

Existe un gran debate, por ejemplo, en quiénes deben integrar estas juntas directivas, los precios de los espectáculos que establecen los patronatos, y el uso de los bienes del Estado.

Ayer la subcomisión de la Comisión de Cultura y Deporte de la Asamblea Nacional, abrió sus puertas para escuchar las inquietudes de la sociedad civil sobre el proyecto en mención. Muchos coincidieron en que la propuesta no debe ceñirse a sólo cuatro patronatos, como se establece en el texto, sino que debe normar para todos.

Luego de haber escuchado las observaciones de los presentes, tomó la palabra el ministro Carlos Aguilar, a quien se nota que el tema le causa pasión.

“Nosotros no podemos luchar contra la pobreza cuando hay falta de acceso a ciertos lugares porque los patronatos ponen precios que no son accesibles para todos.

Nosotros no podemos quedarnos tranquilos cuando una de las leyes de esos patronatos les permite vender el bien patrimonial, les permite vender lo que hay dentro y el mismo edificio si quieren tan solo publicarlo en la página web”, enfatizó.

Aguilar se quejó de que los miembros de algunos patronatos le faltan al respeto a los funcionarios.

“¿Cómo puede haber un patronato donde los teatristas no tengan parte, o los bailarines?. Ahora, si ellos (los patronatos) no quieren cambiarlo, cada cual sabrá lo que hace, la gente puede irse de la directiva pero el patronato quedará. Hay que cambiar las directivas porque hay que dar espacio a todos”, sentenció.

Los miembros de patronatos están muy preocupados por algunos artículos plasmados en la propuesta de Ley número 134 que se encuentra en la Comisión de Cultura y Deporte de la Asamblea Nacional. Uno de ellos, el artículo 6 del anteproyecto, otorga poder al Ministerio de Cultura para disolver el patronato y asumir la administración del inmueble en cuestión cuando el patronato incumpla los deberes de la Ley.

Desde su óptica, esto deja desprotegidos a los patronatos y prácticamente vulnerables, ya que a juicio de Julieta Arango, del Patronato de Panamá Viejo, la propuesta no explica cómo removerá a sus miembros, o en qué tipo de incumplimientos se faculta al Ministerio para tomar esta acción.

El mismo artículo faculta al Ministerio de Cultura para convocar a una nueva conformación del patronato en un plazo no mayor a seis meses, sin que las personas que lo hayan integrado anteriormente puedan volver a ser parte del mismo.

Esto es una espada de Damocles para Julieta Arango, del patronato de Panamá Viejo. “El patronato queda supeditado al Ministerio de Cultura y le resta autonomía a la organización”, manifestó Arango.

Cada año, añade, todas las organizaciones entregan al Estado un informe auditado del uso de fondos que reciben del gobierno, no es nada nuevo lo que plasma la propuesta” en ese sentido, indica. Pero lo que le preocupa es que se vede a los participantes. Se pregunta, cómo hará el Ministerio de Cultura cuando la junta directiva está integrada por organizaciones. De ser así, ¿las eliminarán para siempre?, se cuestiona a sí misma alarmada.

No obstante, el ministro de Cultura, Carlos Aguilar, manifestó a La Estrella de Panamá que la intención de esta norma es uniformar los patronatos, y no pretende manejar los fondos de los mismos. Señaló su inconformidad ante la permisividad de que algunos patronatos puedan hacer uso del patrimonio del Estado cuasi como propio. Como muestra, citó el artículo número 4 de la Ley que regula el Patronato del Teatro Nacional, en la que puede hacer uso de la estructura, objetos y obras de arte, as í como del mobiliario que complementa el Teatro Nacional, incluyendo bienes que adquiere en el futuro, y venderlos publicándolos en la página electrónica.

“Llegó el momento de redefinir como vamos a manejar la cultura de este país y no podemos seguir en el camino de un grupo que se abroga el derecho de decidir qué puede ver uno y qué puede ver otro de acuerdo al precio que ponen a los espectáculos. Estoy peleando por un principio, el patrimonio es de todos y vamos a pelear por que así sea”, exclamó Aguilar en la audiencia de ayer.

Héctor Brands, presidente de la Comisión, dijo que no se referiría al comunicado que emitieron ocho patronatos en el que cuestionan el proyecto de ley por pretender subordinar económica, financiera, política y administrativamente a los patronatos al Ministerio de Cultura, lo que trastoca el balance entre las autoridades y la empresa privada y civil, negándoles autonomía y burocratizando la gestión.

Varios gremios que asistieron a la Asamblea solicitaron que los patronatos deben tener en su junta directiva un representante de la materia por la cual se conformó el patronato. Los bailarines pidieron ser parte del patronato del Teatro Nacional.

Brands indicó que se reunirá con los patronatos para sumarlos al proyecto, ya que la intención no es restar porque admira la labor que han realizado, pero el espíritu de la ley es para que cuando “ellos no estén, los patronatos puedan continuar”, dijo.

El próximo viernes se contará con un nuevo documento que incluye las opiniones de quienes participaron en la audiencia de ayer y se discutirá en la Comisión.

Aguilar añadió que nada está escrito en piedra, y que esperan sacar un documento consensuado.

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