Estoy sentado en primera fila para ver qué va a pasa cuando las reformas Constitucionales lleguen a la Asamblea Nacional

Ricardo Lomabana, excandidato presidencial, no se opone a los cambios en la Constitución a través de dos Asambleas, aunque está muy pendiente de lo que va a pasar con ese proyecto cuando llegue a la Asamblea

Capitalizar los 367 mil votos obtenidos en la pasada elección es un verdadero reto para el beneficiado, sobre todo, cuando crear un partido político es una de sus últimas opciones. Los denominados líderes antisistemas o que desafían el modelo político que ha regido por más de cien años, tienen dos opciones: continuar en la misma línea retadora a la estructura política dominante, o ser parte de la misma y una vez en el poder abrir el campo para la participación de movimientos. Ricardo Lombana, el excandidato presidencial del movimiento "Otro camino Panamá", deberá analizar y decidir junto a sus seguidores qué camino de los anteriores está dispuesto a asumir.

¿Usted pensaba que iba a ganar las elecciones?
No, nunca hubo triunfalismo, no hubo ningún momento en que nosotros sentíamos seguridad de ganar. Evidentemente en las últimas semanas empezaron a salir simulacros efectuados en empresas y una parte importante se peleaba el primer puesto, pensamos que tendríamos la alternativa de dar la sorpresa. Pero tuvieron que ocurrir muchos votos silenciosos. Era como una apuesta para saber qué porcentaje de los votos serían de esta naturaleza pero siempre con los pies en la tierra.

¿Qué sintió cuando vio los resultados, se esperaba un tercer lugar o esperaba un segundo?
Nunca hubo un plan B con respecto a opciones electorales. Nosotros apostamos por el triunfo y creo que eso quedó claro en la ciudadanía. Desde el día uno que empezamos a recoger firmas fue con l idea de crear un movimiento ciudadano político nuevo. Se logró la candidatura y el movimiento nuevo, y una vez estábamos posicionados con esto nosotros apostamos a ganar. Metimos todo el esfuerzo, no se apostó a segundo o tercer lugar. No fue posible, pero al hacer el análisis post electoral es mucho lo que se ganó con el movimiento a nivel de fortalecimiento de la democracia e inédito. Porque es la primera vez que una candidatura independiente logra 370 mil votos.

¿Qué cambiaría de lo que hizo en esta ocasión tomando en cuenta sus intenciones de postularse nuevamente en el 2024?
Sí tengo intenciones de postularme. La decisión que hicimos no fue una para el 2019, es una de vida. Cuando tomamos la decisión consideramos que había espacio para nuevos actores políticos y se empezó un movimiento con pocas personas que hoy está posicionado como una alternativa y no hay ninguna razón para detener el movimiento en este momento. Todo lo contrario, vamos a hacer un balance de lo que salió bien, mal, en qué se acertó, en qué nos equivocamos y luego fortalecer el movimiento y su estructura y todo lo que tenemos que hacer desde ya para tener una vida políticamente activa a través del gran número de líderes que se han creado en este momento.

¿Qué cambiaría para el 2024?
Eso lo tenemos que decidir en los próximos meses.

¿Creará un partido político?
Nosotros queremos que en Panamá se reconozca a los movimientos como vehículos de participación política como se reconocen en otros países y democracias mas sólidas. Nuestro primer envión será participar en las reformas electorales que se instalan en enero y lo primero que vamos a tratar es que se equipare la cantidad de votos. El 52% de los panameños no estamos inscritos en ningún partido pero somos minoría en donde se deciden las reglas del juego. Esa inequidad hay que cambiarla y vamos a proponer igualdad del voto de la ciudadanía con la de los partidos. Luego de ese cambio vamos a solicitar que se reconozcan los movimientos ciudadanos como vehículos de participación política y si esto no resulta poder articular los liderazgos nuevos en función del 2014.

¿Esos movimientos qué diferencia tienen de los partidos políticos?
El que corre independiente tiene que tener la oportunidad de aliarse a una oferta electoral para distintos cargos y poder unificar colores y listas. Nosotros teníamos candidatos de diferentes colores y números y el Tribunal Electoral hizo cero docencia de esto. Lo del movimiento tiene que haber igualdad de derechos frente a la Ley. Por qué si yo quiero formar una organización con participación política que sea regional no es posible? Nos exigen tener presencia en las Comarcas. Qué me prohíbe postular candidatos? Aquí solamente si formas un partido político que tiene una cantidad de personas que recibe un subsidio millonario pueden hacerlo. Si el movimiento cultural, por ejemplo, tienen la oportunidad de hacer un movimiento político y postular dos o tres personas a la Asamblea Nacional, tiene que hacer un partido político para sacarlos adelante? Mi idea es proponer en la Comisión de Reformas Electorales en conjunto con nuestro movimiento, que se reconozcan los movimientos ciudadanos como movimientos políticos. Esa es la primera carta, pero hay otras. Estoy de acuerdo en que las estructuras partidistas o movimientos sean financiados por el Estado pero no con los montos en que se financia al política, deben ser más austeros.

Una de las principales motivaciones del elector era a una mejoría económica en el país. ¿Usted considera que si hubiera elegido como vicepresidente a un empresario, el resultado hubiera sido distinto?
Siempre hacia adelante se pueden hacer análisis. Es válido el análisis, habría que revisar en términos numéricos los candidatos que apostaron por transformar el sistema y conocer qué es lo que pasó. Ahora bien, está servida la mesa. Yo no quise modificar el argumento central. LA nómina estaba compuesta de dos personas que proponían reformas estructurales, y por eso estaba Guillermo Márquez para liderar el movimiento de reformas constitucionales por su experiencia previa y de manera exitosa. Propusimos al país que no podía haber un crecimiento económico sostenible sin modificar las reglas. Reactivar la economía no es tan fácil como aquellas propuestas que prometían poner dinero en el bolsillo de la gente, o poner dinero en la calle. Nosotros queremos que le vaya bien al próximo gobierno y vamos a ver cómo van a manejar la economía con las reformas estructurales que el país requiere.

¿Aceptaría trabajar con el presidente electo Laurentino Cortizo si le ofrece un cargo en el nuevo gobierno?
Ya he dicho que eso no está en los planes. Tengo un rol que cumplir en la oposición. Recibí un mandato de 367 mil personas y que estoy obligado a seguir jugando su rol ciudadano anticorrupción, antidespilfarro, pro medidas anti botellas, manejo del gasto público además de otras cosas. Además yo necesito volver a mi despacho de abogados para fortalecer mi trabajo profesional que a pesar de estar trabajando lo descuidé un poco. Es importante que se sepa que no es que no quiera contribuir con el país, es solo ser consecuente con las decisiones políticas que nos hemos planteado. Si en el camino se plantea resolver los grandes problemas del país, ahí estará Ricardo Lombana y su movimiento para contribuir a resolverlos. Estará para fiscalizar y señalar si se desvía el rumbo.

Estamos prontos a someter las reformas constitucionales, ¿cómo contribuiría usted en este proceso?
En primer lugar ya saben que nosotros apoyamos el método de la constituyente. Pero si el gobierno entrante va a presentar un paquete, nos gustaría conocer para agregar o dar nuestras contribuciones al respecto. Si hay artículos que faltan de lo que nosotros consideramos tendrían que tener, nosotros lo propondremos. Hemos visto que se ha hecho un llamado a la Concertación Nacional en el cual hay participación de los partidos políticos pero sería bueno también permitir la participación de los independientes.

¿Aunque se apruebe con dos Asambleas y no bajo el método que ustedes proponen?
A mi me parece intransigente no apoyar las reformas porque no es por ese método. Pero también me preocupa, y estoy sentado en la primera fila para saber qué va a pasar, es qué va a pasar con ese proyecto cuando llegue a la Asamblea, donde van a tener que votar por él, o modificarlo y por ende negociar con diputados que deberían estar en la cárcel. Eso me preocupa. Si eso desemboca en una tergiversación de lo que se propuso, ahí se cae todo. Nosotros estamos dispuestos a revisar el proyecto que aún no se ha terminado. Esperemos a ver qué va a pasar en la Asamblea, porque a mí lo que me preocupa es que se negocie la justicia con este proyecto.

¿Qué opina de la composición de la nueva Asamblea? ¿Pensó que saldrían más diputados por la libre postulación?
El voto plancha ayudó mucho a los partidos para que no ocurriera eso. Por otra parte, esta interpretación del residuo afectó. Nosotros tenemos tres candidatos a diputado que han sido víctimas de esa interpretación y por eso han quedado fuera de la Asamblea, creo que pudieron haber sido ocho o nueve diputados los que iban a quedar. Mi cálculo era que entre cinco y ocho diputados saldrían. Nuestra proyección era que por lo menos la mitad más uno, serían diputados nuevos -aunque sea de partidos políticos- o independientes. Estamos muy cerca de esa realidad.

¿Usted ya había conformado el gabinete que lo iba a acompañar?
Teníamos listas cortas en cada uno de los ministerios, dos o tres nombres.

¿Le habían aceptado el cargo?
De los que estaban en lista casi todos habían sido consultados y estaban anuentes a por lo menos considerarlo una vez ya propuesto si ganábamos.

El análisis sobre la falta de estructura, qué hubiera hecho si ganaba y tenía que nombrar a 10 mil funcionarios en puestos de dirección ministerial, o administradores, supervisores etc?
Creo que no hubiéramos tenido que nombrar 10 mil en el primer mes. Pero nosotros habíamos hecho un trabajo desde 6 meses antes en mesas temáticas en las que estaban creando perfiles de acuerdo a las instrucciones que habíamos programado. Listas de 10 candidatos se iban reduciendo a dos o tres, incluso habíamos tendido el puente a miembros de partidos políticos en caso de ser favorecidos. Nosotros no discriminamos que solo tenían que ser independientes, podían ser miembros de partidos políticos con experiencia.

Criticaban que usted nunca había ocupado un cargo público, la gente se preguntaba, ¿cómo lo iba a manejar?
Se puede analizar mucho hacia atrás. Nosotros le presentamos una propuesta responsable al país, de profesionales que trabajamos por dos años. Diez días antes hicimos una reunión e invitamos a los miembros de comunicación. Ahí habían más de 120 personas profesionales que trabajaban con nosotros. A cada reunión que íbamos nos presentábamos con el personal que trabajaba en esas áreas. Al final qué fue lo que influyó, estará en el análisis por los próximos cinco años. Si al final lo que la gente decidió fue votar por un partido estructurado con experiencia, bueno tendremos que esperar cinco años para ver los resultados.

¿Cuáles son las medidas urgentes que debe implementar el próximo gobierno?
Yo creo que dos: iniciar el proceso de reformas constitucionales, impulsarlo de manera rápida y la reactivación económica con especial énfasis en la reactivación del sector agropecuario, y no dejaría por fuera las medidas de atención del sistema de salud.

¿Cómo califica la gestión de Juan Carlos Varela?
Yo formo parte de la ciudadanía que ha evaluado esta administración como una de más errores que aciertos, de muy mala comunicación. Uno de los graves errores fue su desconexión con distintos sectores del país, con el sector privado, y evidente injerencia del señor Varela en la justicia y nefasto para cualquier República que quiera promover la separación de poderes entre otras cosas. Yo creo que deja muchas cosas en deuda de las que prometió hace cinco años.

¿Si usted hubiera sido presidente, qué hubiera hecho con Kenia Porcell, la procuradora, sabiendo que hacen falta cinco años de su gestión en el cargo?
Yo creo en la institucionalidad. No es el presidente el que decide si cumplió en sus funciones y por eso la sacan porque vamos a regresar a lo que hizo Ricardo Martinelli. Si hay evidencias de que ella incumplió con sus deberes constitucionales en función, que se le promueva un proceso y que lo decida la justicia. Yo había propuesto la creación de un fiscal superior, como lo hay en Perú, para que hiciera las investigaciones que aquí se han hecho solo mirando para un lado.

¿Esperaba los resultados que obtuvo?
Desde el primer día que inició el movimiento, nosotros estábamos convencidos que había un sector de la ciudadanía sedienta de una alternativa nueva. Siempre estábamos seguros de la posibilidad de lograr lo que se logró. Cuando avanzamos mucha gente fue creyendo en esta posibilidad. Hoy yo puedo decir que estábamos seguros de que podíamos lograr mucho y creíamos que un sector importante apostaría por una propuesta nueva y que se diferenciara del resto de la oferta electoral. Hubo casi un 20% que apostó por eso.

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