Adoptan políticas para el manejo de migración venezolana

Aunque aún no se ha formalizado la idea o una cifra, la región considera que una forma de mitigar la descontrolada migración de venezolanos a países fronterizos es asumir cuotas individuales, según la capacidad de cada Estado

La migración de ciudadanos venezolanos que abandonan en estampida su tierra natal en busca de mejores condiciones de vida ha motivado un pronunciamiento de los países de la región que se plasmó en la reciente Declaración de Quito sobre Movilidad Humana de Ciudadanos Venezolanos.

Los gobiernos de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay intercambiaron información el pasado 3 y 4 de septiembre con la finalidad de coordinar acciones ante la crisis migratoria. Los gobiernos tienen la intención de concretar un segundo encuentro la segunda semana de noviembre para puntualizar las acciones que adoptará cada país ante la incontenible crisis económica, política y social que vive el vecino país.

De esta reunión, efectuada en Quito, Ecuador, acordaron que cada país, según sus posibilidades, acoja adecuadamente a los ciudadanos venezolanos, especialmente aquellos vulnerables, como infantes, adolescentes, adultos mayores o personas con discapacidad.

Las filas en las fronteras de Colombia y Ecuador parecen interminables. Los manchones de gente que carga bolsas, maletas y pertenencias por temor a que sus vecinos cerraran fronteras ante la avalancha de migrantes motivaron un incremento en la afluencia del tránsito.

La compleja situación promueve que cada país, de forma individual, coopere según lo estime, con la provisión de asistencia humanitaria, acceso a mecanismos de permanencia regular, incluyendo la consideración de procesos de regularización migratoria; combate a la trata de personas y tráfico de migrantes; rechazo a la discriminación y xenofobia; acceso a la condición de refugiados y, en general, a la implementación de políticas públicas destinadas a proteger los derechos humanos de los migrantes.

Ecuador convocó a los demás países del continente a la reunión ‘porque se vio abrumado con la llegada de migrantes venezolanos, las filas de kilómetros hacia la frontera de ese país y de Colombia están al tope', indicó una fuente ligada a la Cancillería.

Con esto en la mira, se pide a los países tomar acciones dependiendo de las legislaciones internas, pero en busca de que el continente, de alguna forma, pueda aliviar el tema de los migrantes recibiéndolos en sus casas.

La fuente también indicó que se está conversando con la Organización de las Naciones Unidas sobre la posibilidad de otorgar un fondo especial para la ayuda humanitaria de venezolanos.

En agosto de 2017, Panamá impuso visa a los ciudadanos bolivarianos ante la escalada migratoria que experimentó el Istmo. En lo que va del año, de acuerdo a cifras de la Dirección Nacional de Migración, han ingresado al país 176,329 venezolanos. Esta cifra se divide en 87 mil entradas y 88 mil salidas.

Los puntos de control migratorio se centran en aeropuertos, principalmente en el Aeropuerto Internacional de Tocumen.

Una fuente oficial consultada indicó que en Panamá radican aproximadamente 70 mil venezolanos que se encuentran registrados oficialmente. ‘Seguramente no podremos albergar a tantos más porque nuestros servicios básicos, de salud principalmente, no cuentan con la capacidad para atender a tantas personas, nacionales y extranjeras', indicó esta fuente a La Estrella de Panamá .

La funcionaria confirmó que Panamá se mantendrá con la restricción de la visa para esta nacionalidad. ‘Analizamos la posibilidad de aceptar a personas con pasaporte vencido pero con visa para Panamá, porque conocemos la situación precaria por la que están pasando', añadió.

Con el ánimo de agilizar algunas visas, se creó un ‘venezuelan desc' en migración para adjudicar las visas y reunir a las familias. Este renglón aplica cuando se tiene el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad.

A Ecuador entraban antes con una cédula; sin embargo, este país ahora exige pasaportes, y el gobierno venezolano se ha tardado en emitir estos documentos.

Uno de los principales desafíos en la admisión de cuotas de emigrantes se centra en brindar servicios de salud. En ciertos países, los gobiernos han tenido que volver a producir vacunas que antes ya no requerían para su población para poder contrarrestar las enfermedades que arrastra el tránsito de estas personas.

En Uruguay, por ejemplo, la oficina de refugiados ha colapsado por la gran cantidad de solicitudes de venezolanos.

La Declaración de Quito plantea urgir la cooperación e incrementar los recursos sustancialmente de acuerdo a los requerimientos del volumen de personas que han emigrado desde el mencionado país a otros de la región, y se dirijan a los sectores priorizados por cada Estado a fin de que puedan incrementar acciones y programas hacia la regularización migratoria.

También hace un llamado al gobierno de Venezuela para que tome de manera urgente la provisión de documentos de identidad y viaje de sus nacionales, así como partidas de nacimiento, de matrimonio y certificados de antecedentes penales que son requeridos por sus ciudadanos en vista de la carencia de tales documentos. Esto ha generado limitaciones al derecho a la libre circulación, así como dificultad en los procedimientos migratorios, afectando la inserción social y económica de estas personas en los países que los acogen.

LA SITUACIÓN ECONÓMICA, UNA DE LAS RAZONES PRINCIPALES
Más de dos millones de venezolanos han emigrado a doce países. La cifra exacta de venezolanos que han salido de su país es difícil de precisar. Los reportes de los medios internacionales señalan que la cifra oscila entre 1.5 a 4 millones.

Según las Naciones Unidas, del país sudamericano han salido más de 2.3 millones de personas. El 7% de la población de esa nación abandonó el país en los últimos tres años.

El Fondo Monetario Internacional estimó que la economía de Venezuela podría cerrar el 2018 con una inflación hasta de un millón por ciento. Cifras inéditas.

En 2017, la Organización Internacional de Migraciones (OIM) estimaba los números en unos 606 mil emigrantes, pero el presente año ascendió a 1.6 millones.

Según la Presidencia de Brasil, 75 mil venezolanos pidieron regularizar su estancia ahí. A Estados Unidos han arribado 290 mil, la mayoría ha solicitado asilo político, oficinas que se encuentran saturadas de peticiones que han atrasado el normal trámite. Según un venezolano consultado por La Estrella de Panamá , el tiempo que toma esta oficina en resolver si se concede o no asilo político a un venezolano es de más de tres años. Mientras tanto, se les concede permiso para trabajar.

Según estadísticas de la OIM en 2017, Colombia recibió más de 600 mil migrantes; Ecuador casi 40 mil; Chile, 119 mil; Perú, 26 mil; Argentina, 57 mil; Uruguay, 6 mil; Costa Rica, casi 9 mil; México, 32 mil; Panamá, 37 mil (aunque una fuente oficial de la Cancillería indicó que en Panamá se han instalado aproximadamente 70 mil venezolanos).

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