Cartel de Sinaloa utiliza a Panamá para el trasiego de droga

La Fiscalía estadounidense describe que el cartel de Joaquín Guzmán Loera se infiltró en Centro América para transportar cargamentos de cocaína hacia el Norte a través de tractores y trailers por vía terrestre

El Cartel de Sinaloa, liderado por Joaquín Guzmán Loera, alias el Chapo, utilizó Panamá y Centro América en la ruta de la droga hacia Estados Unidos, uno de sus principales mercados de consumo.

En los argumentos empleados por la división criminal antidroga del Departamento de Justicia al juzgado del Distrito Oriental de Nueva York, para negar la fianza solicitada por Guzmán Loera, se describe la estrategia que utilizó el Cartel para transportar toneladas de cocaína, mariguana y otras drogas al mercado estadounidense.

Guzmán utilizó su riqueza para incrementar su poder y el del cartel de Sinaloa en el tráfico de droga en el mundo. En México, Guzmán expandió su control en los puertos del Atlántico y del Pacífico.
También el control en los pueblos de las fronteras, no solo entre México y Estados Unidos, sino también en la de México-Guatemala, y sus miembros se infiltraron en los países de Centro América incluyendo Honduras, El Salvador, Costa Rica y Panamá. En estos países los miembros del cartel transportaron la cocaína en cargamentos a través de tractores y trailers por vía terrestre.

Algunos de estos países también fueron utilizados para establecer pistas de aterrizaje clandestinas para avionetas pequeñas que transportaban la droga.

Desde la década del 90, se tiene conocimiento en Panamá de las pistas clandestinas. En 2003, el entonces fiscal de drogas Patricio Candanedo, confirmó el hecho y agregó que las costas desde San Carlos hasta Coclé eran utilizadas por los carteles para ocultar alijos de drogas en las que participaban carteles mexicanos.

Las pistas de aterrizaje, según la Fiscalía de Drogas consultada por este diario, se ubican en Penonomé, Tonosí (Los Santos), Punta Mala (Pedasí), Farallón (Río Hato), Parita (Herrera) y Horconcitos (Chiriquí) desde donde se llevaba por aire la droga a Guatemala. Estos tramos, en algún momento estuvieron habilitados para el tráfico, pero ya no se utilizan.

Parte de estas pistas datan de la Primera Guerra Mundial cuando se usaban para ejercicios militares. Después quedaron en desuso hasta que se retomaron las actividades de carácter ilícito.

Algunas pistas clandestinas que pueden estar en uso actualmente estarían en territorios privados.

La forma de trasiego ha evolucionado. La técnica de las mulas y los articulados sigue vigente, según una fuente oficial consultada. Sin embargo la más utilizada en nuestros días es el doble fondo. Producto de las grandes incautaciones de droga, los narcotraficantes han optado por enviar menos kilos en cada cargamento, lo que comúnmente se conoce como ‘pitufeo’.

Los narcotraficantes también se hacen pasar por viajeros y llevan sus maletas cargadas de droga en los buses que viajan de Panamá a Chiriquí, Guabito. Una vez ahí, se encuentra con un relevo que continúa la ruta hacia el Norte. Los carteles actúan en células de transporte.

ALIANZAS ESTRATÉGICAS
Colombianos y mexicanos idearon nuevas formas para el tráfico de estupefacientes como la construcción de semi sumergibles capaces de transportar hasta 6 toneladas de droga.

El cartel de Sinaloa, según el documento que reposa en la Corte de Nueva York, no solo se suplía de los productores de pasta de cocaína de Colombia. Guzmán introdujo a sus miembros del cartel en Suramérica, en países como Ecuador y Venezuela para negociar directamente con los traficantes y productores de la cadena. Esto lo evidencia Estados unidos con un cargamento de 12 toneladas en un buque de pesca y con la captura de un semi sumergible en el Este del Pacífico.

También diversificó el ilícito negocio. No solo traficó heroína, cocaína y mariguana, sino que a partir del año 2000 introdujo las metanfetaminas cuya materia prima para la elaboración la obtenía del Asia, África e India.

CORRUPCIÓN A OFICIALES
Guzmán Loera tuvo éxito en el transporte internacional de estas sustancias cuando se robusteció en México. Un método casi infalible para el narcotraficante consistía en corromper oficiales de todo nivel, municipal, federal, a nivel nacional y gobiernos extranjeros a quienes les pagaba en efectivo sumas que les permitían transportar libremente toneladas de droga desde Suramércia a Estados Unidos.

Los pagos garantizaban al cartel el transporte seguro de la mercancía escoltados por las autoridades policiales en todo el trayecto. Estas coimas también garantizaban a los miembros del cartel moverse en los países sin ser arrestados por la Policía en cada zona y pasar el cargamento hacia México.

Otro método frecuentemente utilizado por Guzmán para mantener control era la amenaza y la fuerza bruta.

LA TRAICIÓN SE PAGA
Guzmán ejerció violencia para castigar la deslealtad y hacer cumplir la disciplina entre miembros del Cártel. Guzmán y el Cartel de Sinaloa tenían un verdadero ejército listos para la guerra con los competidores y cualquier persona que Guzmán considerara un traidor. Los guardias armados estaban encargados de la protección personal de Guzmán. Además de su cuadro de guardias armados, el propio Guzmán fue conocido por llevar un AK-47 bañado en oro y una pistola de .45 mm con incrustaciones de diamante. Guzmán también empleaba "sicarios", o "asesinos" que hacían miles de actos de violencia, incluidos asesinatos, agresiones, secuestros, torturas y asesinato bajo su dirección, para promover y mejorar su prestigio, reputación y posición dentro del Cártel de Sinaloa y para proteger al Cártel contra los retos de sus rivales. Sicarios fueron desplegados para silenciar a posibles testigos y tomar represalias contra cualquiera que asistiera a las autoridades policiales contra los intereses de Sinaloa.

Desde su segunda captura en 2016, Guzmán luchó vigorosamente contra su extradición a los Estados Unidos hasta el 19 de enero de 2017 cuando el gobierno mexicano lo envió en un avión rumbo a Estados Unidos.

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