Una llamada lo delató

En el avión de la DEA donde viajaron siete colombianos con fines de extradición a los Estados Unidos iba "Lachi", un hombre al que los gringos le habían puesto el ojo hace tiempo.

La historia se remonta a diciembre del 2011 cuando la policía de Colombia desarticuló una red que supuestamente se dedicaba al tráfico internacional de estupefacientes al exterior con destino final de distribución en los Estados Unidos.

Los capturados, entre ellos su cabecilla Luis Carlos García García coordinaban la consecución de la droga y su posterior transporte y envío al exterior" dijo en su momento el Director de Antinarcóticos general Luis Alberto Pérez.

La policía señaló a Lacides Aurelio Borja Ojeda como el hombre encargado de financiar la compra de droga, hacerla llegar a Barranquilla y conectar posibles "correos humanos". Un año después de que los gringos determinaran las actividades de esta organización, las autoridades colombianas capturaron a 12 integrantes de una red nacional que traficaba heroína a los Estados Unidos.

Lachi estaba entre ellos, fue trasladado a la cárcel La Picota, y ahí, en el 2012 se le informó sobre la petición de extradición que pesaba sobre él. Era requerido por el distrito sur de Nueva York según la hoja judicial del tribunal de este mismo distrito.

En este documento, no solo aparece sindicado alias Lachi, las autoridades norteamericanas señalan a dos ciudadanos colombianos supuestamente por haber introducido un kilo o mas de heroína y cinco kilos o mas de cocaína a territorio norteamericano. Se trata de Vladmir Jesus Ortega Ospino alias Vladi o Vlad cómplice de Lacides Aurelio Borja Ojeda "Lachi", "Causa", que finalmente abordaron un avión junto con otros siete coterráneos que pertenecen a distintas organizaciones delictivas, pero que deben enfrentar cargos ante los tribunales de Florida y Nueva York principalmente.

Las averiguaciones norteamericanas señaladas en la hoja judicial remontan los hechos a junio del 2010 fecha en la que registraron una conversación que aparentemente tuvo Vladmir Ortega con un otra persona para coordinar el arribo de una embarcación con narcóticos a Miami.

Al parecer las autoridades cuentan con pruebas para establecer que las platicas telefónicas entre "Vlad" y Alcides se relacionaban con la coordinación del embarque que iba a recibir un colaborador de ambos, no identificado, quien viajaría a Florida para recoger los narcóticos violando la ley de los Estados Unidos.

Los planes según el documento judicial se efectuaron entre junio y septiembre de 2010, pero no especifica la cantidad de droga que supuestamente se importaría en el cargamento que llegaría a Miami. Como resultado de estos actos la corte norteamericana ordenó el decomiso de todos los bienes, que hayan sido producto de esta actividad directa o indirectamente, de ambos señalados.

A "Lachi" no le cayó en gracia la noticia de la extradición. Protestó ante la Corte Suprema de su país en enero de 2013. Argumentó que vulneraron sus derechos al debido proceso.

Solicitó varias peticiones para que le informen acerca del funcionario que autorizó la interceptación de sus comunicaciones pero argumenta que solo recibió evasivas. En ese mismo tono demandó ante la última instancia de la Corte, la Sala de Casación Penal, la falta de pruebas en los delitos que le achacan.

El documento que sometió al tribunal indica "que no obran elementos de convicción que comprueben que es miembro de una organización de tráfico de narcóticos y que el destino final de estas sustancias" sea el norte, por tanto, debería según su reclamo ser juzgado en Colombia.

No obstante, su petición no fue admitida por la Corte y tampoco remitió su caso a revisión del Tribunal Constitucional.

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