"El problema más grave que enfrenta un presidente de la CSJ son las amenazas del crimen organizado"

El exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia, Arturo Hoyos, desclasifica las presiones asociadas al cargo. Además pide al exprocurador Eduardo Ulloa, aclarar las razones por las que renunció 


Arturo Hoyos con Adelita Coriat.

El exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Arturo Hoyos, reclama una explicación más amplia a Eduardo Ulloa, exprocurador de la nación quien renunció dos semanas atrás, sobre las verdaderas razones que lo motivaron a tomar esa decisión. No demerita que las presiones familiares hayan tomado un rol importante para haber dejado el trabajo de forma súbita, él también sufrió amenazas. Por primera vez desclasifica que mientras fue presidente de la CSJ, cargo que ocupó por tres periodos consecutivos, sufrió varias amenazas del crimen organizado. Las llamadas anónimas formaban parte de la carga de presiones que sufren los jueces y magistrados del Órgano Judicial, afirmó. Si eso ocurría en su época es muy probable que esta práctica intimidatoria se haya acentuado con los años tras la penetración del narcotráfico en ciertas instituciones y en la política. No hay que dejarse intimidar, dice, y sugiere que se nombre en un corto tiempo el reemplazo del exprocurador.

Independientemente de las causas que ha señalado el procurador Eduardo Ulloa en su carta de renuncia, me gustaría saber, ¿qué representa para el sistema su salida?
Yo quisiera poner esa renuncia en el contexto que estamos viviendo. Hemos pasado de una manera súbita, de una etapa de una ilusión de un progreso constante y asegurado a una situación de malestar social y vulnerabilidad individual. Ese cambio abrupto se debe a varias causas. Primero la pandemia, obviamente, segundo una crisis económica y social, y tercero una crisis político-institucional que es en la que yo enmarcaría la renuncia del procurador y otras cosas.



El único que completó su periodo fue José Antonio Sosa, después hubo una fila de procuradores, 9, ¿qué tiene ese cargo que cuesta tanto terminar la gestión?
Es cierto que históricamente, no solo en estos últimos 30 años, ha habido una inestabilidad en esa posición. Sobre la renuncia específica del procurador Ulloa te diría primero que yo entiendo, y le tengo simpatía a la familia del procurador que él mencionó. Es cierto, yo lo he vivido. Hubo muchos jueces en la época que fui presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) que experimentaban amenazas, una serie de presiones y tuve que tomar medidas para tratar de protegerlos y asegurar su independencia. Así que esa parte de lo que dice el exprocurador yo la entiendo y simpatizo con ella. Sin embargo, yo creo que Ulloa debe dar una explicación, porque se han creado demasiadas dudas, suspicacias, y especulaciones respecto al tema. Entonces creo que debemos pedirle al exprocurador que elabore las causas por las que tomó esa decisión que fue tan intempestiva. Una de dos: o nos dice, o nuevamente señala que no tiene nada más que agregar y con eso seguimos adelante y buscamos alguien, en un plazo relativamente corto, que llene las expectativas que tiene la ciudadanía con respecto a la Procuraduría.



El problema más grave que enfrenta un presidente de la CSJ, en cuanto a amenazas vienen del crimen organizado.

Imagino que antes de aceptar el cargo se discute con la familia la decisión y éste debe ser soporte del procurador, sin demeritar la importancia, tuvo que haber sido alguna presión que no pudo manejar, ¿qué pudo haber ocurrido después de un año de gestión que le motivó a salir sorpresivamente del cargo?
Eso va con el cargo, es un riesgo inherente y uno tiene que asumirlo. El punto que quiero enfatizar es que, por haberlo vivido de cerca con muchos funcionarios judiciales, pero no creo es suficiente, y hay que pedir al exprocurador que de una explicación más amplia sobre los factores que motivaron su renuncia. Además, te comento, es cierto que él estuvo en el Ministerio Público como fiscal, pero una cosa es ser fiscal, juez o magistrado, y otra cosa es ser procurador general o presidente de la Corte. La cantidad de presión y los problemas con los que se enfrentan son infinitamente superiores. Por eso yo creo que debe dar una explicación más atendible.

¿Cuáles son las presiones que se reciben en la CSJ?
Tengo que ser muy sincero, el problema más grave que enfrenta un presidente de la CSJ, en cuanto a amenazas vienen del crimen organizado.

Explique...
Bueno, recuerda que todos los magistrados tienen que ver habeas corpus y amparos de garantías. Cuando están relacionados con el crimen organizado se reciben llamadas anónimas, amenazas, eso va con el puesto, pero el que no lo ha vivido antes ciertamente lo impacta. Yo no conozco un solo caso, en los tiempos que estuve ahí, que sus amenazas hayan surtido efecto.


Yo creo que hay una decadencia en las instituciones políticas en general, eso se debe a dos factores, primero que lamentablemente las instituciones políticas han servido más a los intereses de las élites políticas que al pueblo en general. 

¿Qué dicen esas voces anónimas?
Sabemos dónde vives, dígale al magistrado que sabemos a qué escuela van sus hijos, ese tipo de cosas.

¿Cómo manejó eso usted y con sus colegas?
Yo era muy reservado con respecto a esas cosas porque no me gusta asustar a la gente, ni a mi familia o a los colegas magistrados. Así que esas cosas las mantuve en silencio, en una, y es la primera vez que lo digo en público, una vez sí pasaron de las amenazas porque hubo cuatro individuos que mis guardaespaldas detuvieron en la puerta de mi casa. Estaban indocumentados, armados, eran colombianos, tenían planos de mi casa y estaban mirando con larga vista. Nunca lo comenté con mi familia, pero sí se lo informé a José ‘Pepe’ Luis Sosa, quien era director de la Policía Nacional, y al presidente Pérez-Balladares. Yo no creo que me iban a hacer daño, porque tenía once escoltas y muchos estaban armados, pero era un acto de intimidación. Creo yo, no tengo pruebas, pero creo que las amenazas provenían de un narcotraficante muy importante que teníamos detenido.

¿Cuál era la amenaza en ese caso?
Que, si había fondos secuestrados, que, si piden medidas cautelares distintas, en fin.

¿Qué hace la Corte cuando sus miembros reciben ese tipo de amenazas?
Hay seguridad interna, incluso en algunas ocasiones otros servicios de seguridad del estado han prestado asistencia. En estas cosas hay que tener carácter, fundamentalmente no es no sentir miedo, porque eso es humano. Lo importante es no dejarse intimidar.

¿Además de esa amenaza recibió otra amenaza que le afectó?
No, esa fue la única que pasó de amenaza a algo una cuestión... pero llamadas eran constantes y a algunos jueces también.

En este momento en que el crimen organizado ha penetrado más órganos del estado, ¿cuál puede ser ese escenario?
Sí, yo no he conversado con los magistrados sobre el tema, pero esta gente no cambia. Es decir, son hábitos viejos que practican donde estén y ya ves que hay agresiones en otros países, gracias a Dios que aquí aún no hemos tenido eso.

¿Cuáles son las otras presiones de carácter políticas que se reciben esa investidura?
Mira, en mi época realmente eso no se dio de manera sistemática ni importante. Yo tuve la fortuna de ser presidente de la CSJ primero un tiempo con Guillermo Endara y posteriormente con Ernesto Pérez Balladares y unos meses con Mireya Moscoso. Francamente que no recibí de ninguno de los tres ninguna presión. Eran otros tiempos, no sé posteriormente el hilo que hayan tomado las cosas. En el sistema presidencialista, y como el nuestro que es hiper presidencialista, se requiere gente en ese puesto, en la presidencia de la República, que tenga un sentido de los límites, que sepa que no puede ir más allá, que tenga auto control, porque el sistema está demasiado cercano al presidencialismo.

¿Cuál debe ser el perfil del próximo procurador, el saliente había superado todos los exámenes psicométricos, ¿qué fue lo que falló?
Yo creo que ese cargo requiere de algunas características personales que no necesariamente afloran en esos exámenes. Independientemente de los requisitos legales, además la no militancia en política, mantenerse independiente, es fundamental que la persona no se deje intimidar, y su compromiso con la sociedad y la institución, eso es fundamental. En esta coyuntura que estamos viviendo, es deseable que la persona sea nombrada en un periodo relativamente corto y que no haya tenido una militancia política demasiada activa. Que no haya sido miembro de un partido político yo no creo que eso es esencial tampoco. Carlos Lucas López fue miembro de un partido político y creo que fue un presidente de la CSJ que tuvo un momento muy difícil después de la invasión, pero lo hizo razonablemente bien.

¿Para usted la filiación a un partido político no descalifica a un candidato?
No es un condicionante para descalificarlo.

¿Se atreve a dar nombres de candidatos?
(risas) A mi me gustaría ver a una mujer ahí.

A su juicio, ¿hay una decadencia en las instituciones judiciales?
Yo creo que hay una decadencia en las instituciones políticas en general, eso se debe a dos factores, primero que lamentablemente las instituciones políticas han servido más a los intereses de las élites políticas que al pueblo en general. En segundo lugar, que las instituciones políticas y las normas constitucionales que las apoyan se han vuelto excesivamente rígidas como absorber los cambios de la sociedad panameña. De tal manera que hay una decadencia y eso hay que detenerlo con un cambio. Es un proceso que se ha venido dando en los últimos años y hay que hacerle frente con un cambio de personas también.

¿Cómo ha cambiado la CSJ con los recientes nombramientos?
A veces las expectativas no encajan completamente con las posibilidades. El sistema penal se cambió al Sistema Penal Acusatorio, los juicios sí son más rápidos. Yo creo que los nombramientos que ha hecho este gobierno son razonables, son buenos magistrados los que se han designado. El tema de la certeza del castigo tiene que ser previo a un debido proceso, porque el derecho no es como las matemáticas donde el orden de los factores no altera el producto. En derecho el proceso debido legitima el resultado que además tiene que estar apegado al derecho. Eso es una de las cosas que además no se comprende, que si no se sigue un debido proceso al final los juicios se caen, y lo hemos visto. No solo aquí en Panamá.

No sé si el orden del debido proceso a veces se comete por desconocimiento, por omisión o conscientemente... Eso ante la opinión pública se interpreta que hay justicia para cierta capa del país, pero no para la otra...
Eso se resuelve con una justicia eficiente y rápida y posiblemente con algunas reformas. Se han tratado algunas, en nuestra época se fundaron varios juzgados: de familia, de menores, de protección al consumidor. El talón de Aquiles de la justicia realmente es la justicia penal y es el que la gente más ve y más crítica. Te pongo un ejemplo, el caso Odebrecht, si te pones a ver lo que ha sucedido en Brasil, resulta que el tres de febrero el gobierno de ese país desbandó a la fuerza de Lava Jato, y pasó todos los fiscales a diferentes grupos de la justicia federal y estatal. Se consiguieron 174 condenas, en un país que tiene una población de 210 millones de habitantes. Aquí se está hablando en ese proceso, de imputaciones entre 80 y 120 personas y luego pasará al Órgano Judicial. Mi impresión es que los fiscales no han estado cruzados de brazos.

¿Cuándo va a llegar ese caso a una audiencia preliminar tomando en consideración que se trabaja bajo el sistema inquisitivo?
Lo que te quiero decir es que países con más recursos que nosotros y más experiencia en estos mega procesos, tampoco lo han hecho mejor que nosotros. Yo creo que hay que tener esperanza en que cuando esto pase al órgano judicial se respete el debido proceso y se exijan las responsabilidades que haya que existir. Si hubiese existido aún el sistema inquisitivo esto hubiera sido un tema de décadas. Pero aquí no creo que vaya a suceder así.

¿Justicia tardía es justicia magistrado?
No, es cierto, pero la queja demasiado rápida tampoco es justicia. Hay tribunales populares por aquí en ciertos lugares, o las que hacían en la época de Noriega que en 24 horas ya estaba el acusado en (en el penal) de Coiba.

Los juzgados de Niñez están siendo muy cuestionados por la forma en que se manejan los temas de los niños en cuidado temporal, ¿qué ha pasado en esos juzgados?
Sinceramente no intervengo mucho en estos juzgados. Esa jurisdicción se creó bajo mi presidencia, antes no existía, sinceramente no sé si sean insuficiente el personal para la cantidad de casos que tramitan. Los sistemas de procedimiento en estos juzgados no son nuevos, son relativamente tradicionales y quizás hay pocos juzgados para la cantidad de asuntos que se plantean.

¿El atraso judicial se debe a los recursos que se asignan al sistema o hay otras causas?
Sin duda alguna. Una parte sí, sin duda. El Órgano Judicial siempre ha tenido un presupuesto limitado, ha aumentado, pero en unos periodos más que en otros, pero eso es esencial. Para ilustrar la seriedad de este problema te puedo contar que en los tiempos que yo era presidente de la CSJ, la Asamblea Nacional aprobaba presupuestos de alimentación y alojamiento a los jurados de conciencia por tres, cuatro o cinco meses. Pasaba que, terminados esos meses durante el año fiscal, había que hacer milagros para que no se detuvieran las audiencias de jurados de conciencia, conseguir dinero adicional. Eso es un ejemplo de cómo la falta de recursos detiene determinados procesos.

¿Para quiénes sí hay justicia en el país?
Yo creo que para la mayoría de la gente que va al sistema. En la mayoría de los países las personas que tienen mayores recursos no pueden contratar más abogados, pero te digo que hay una diferencia sustancial entre lo que estamos viviendo ahora y antes. Por ejemplo, bajo mi presidencia se creó el Instituto para la Protección de Víctimas de los delitos. Antes solo había defensores de oficio para los imputados, hoy en día hay más de 70 defensores de víctimas de delitos, eso ha dado un salto cualitativo sobre todo en las víctimas de bajos recursos.

¿Por qué tardan tanto los expedientes en los escritorios de los magistrados?
Una explicación es la carga de asuntos que hay. Recuerda que no es solamente que está a tu cargo en el cual tú eres el ponente, sino que tienes que revisar los proyectos que hacen los demás. Cada uno de esos expedientes, vamos a decir, un Habeas Corpus, lleva antecedentes de otros magistrados. Si tu quieres ser acucioso como debes serlo, debes leer los antecedentes de los demás y también mirar los antecedentes de cada asunto. Eso toma muchísimo tiempo.

¿Debe ampliarse la cantidad de magistrados?
Siempre ha creído que se amerita una Sala adicional en la CSJ, incluso una jurisdicción adicional para proteger los derechos fundamentales. El experimento de la Sala V no tuvo éxito. Pero esa era la idea, una jurisdicción especializada en habeas corpus y amparos, y dejar descansar a las otras jurisdicciones. Obviamente estudiar los casos también toma tiempo. En el caso del presidente además de eso, tiene la carga administrativa y la ley le da la potestad única de lidiar con los otros Órganos del Estado.

¿Cuánto duró en su despacho el expediente que más tiempo tardó en resolver?
No me recuerdo sinceramente. He hecho un cálculo y en el tiempo que yo estuve ahí tuve que ver cerca de 20 mil expedientes en total en esos 16 años, míos y lecturas de los demás, por supuesto. Tal vez la cita no es exacta, pero en una ocasión escribí un artículo sobre la cantidad de casos resueltos y empecé a sumar y llegué a una cifra cercana a eso.

Hay personas que se inclinan por una Constituyente, ¿usted cree que es un buen momento para esto o es mejor hacer cambios puntuales?
Yo no me inclino por una Constituyente por varias razones. Primero porque el proceso no es resultado y no sabemos lo que viene. Segundo porque todas las Constituyentes en América Latina, desde la brasileña de 1988 hasta las más recientes han reforzado el presidencialismo, y el principal problema que tiene este sistema político es un hiperpresidencialismo sin controles efectivos. De tal manera que yo creo mejor en cambios puntuales, pero si la clase política no hace cambios verdaderamente sustanciales, puntuales, entonces se corre el riesgo de que terminemos ciertamente con una constituyente que no es mi opción.

EL PESO DEL CARGO
Fue magistrado de la Corte Suprema de Justicia por 16 años

  • Nombre completo: Arturo Hoyos
  • Nacimiento: 9 de diciembre de 1948, Panamá
  • Ocupación: abogado, expresidente de la Corte Suprema de Justicia
  • Resumen de su carrera: Designado por el presidente Guillermo Endara como magistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) en enero de 1990-1994. Nombrado en el cargo por el presidente Ernesto Pérez Balladares 1994-2005. Presidente de la CSJ por tres periodos consecutivos. Asesor, litigante, árbitro nacional e internacional y perito en procesos de abogado. Realizó estudios en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, donde obtuvo su diploma de Especialización en Derecho Laboral (1971), un diploma de Especialización en Ciencias Socio Económicas (1972) y un doctorado en Ciencias Jurídicas (1972). En 1974, en la Universidad de Sussex, Inglaterra, se recibió de Master en Economía del Desarrollo (M.A.); igualmente, cursó estudios en Derecho Comparado en la Universidad de Cambridge, Universidad de Lovaina y Universidad de Bologna. Ha dictado conferencias en México, Brasil, Bélgica, Montevideo y Nueva York. De 1971 a 1976 laboró en el Ministerio de Trabajo y Bienestar Social como asesor legal. Ejerció la docencia en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Panamá y la profesión de abogado con la firma Arias, Fábrega y Fábrega. Magistrado de la Corte Suprema de Justicia a partir de 1990 en la Sala Tercera de lo Contencioso Administrativo. Ocupó el cargo de Presidente de la Corte Suprema de Justicia por tres períodos consecutivos (1994-1999). Fue el primer Presidente de la Organización de Cortes Supremas de las Américas.

1 comentario

  1. Asusta saber que los administradores de justicia se encuentren bajo amenazas. Inquieta la duda que nos queda: El exmiembro de la máxima Corporación de justicia, manifiesta que supo enfrentar el miedo; pero, ahora no podemos dejar de pensar, en las decisiones del resto de los administradores de Justicia, no podemos dejar de pensar en LOS FALLOS QUE SE PUDIERON HABER DADO, RESPONDIENDO A ÉSAS PRESIONES Y TEMORES QUE DESCLASIFICA HOY EL DISTINGUIDO JURISTA.

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