Cortizo nombra a Eduardo Ulloa en la PGN

El presidente Laurentino Cortizo designó al penalista, hombre con experiencia en delitos financieros, con el cual envía un mensaje a los organismos internacionales en la lucha contra el blanqueo de capitales

El Procurador General de la Nación es uno de los hombres más poderosos después del Presidente de la República. Tal vez esa sea una de las razones por las que en los últimos diez años, término que señala la Constitución como vigencia de su nombramiento, cinco personas antes del recién nombrado se han sentado en la silla.

El consejo de Gabinete votó en forma unánime este martes por Eduardo Ulloa como nuevo Procurador General de la Nación para completar el periodo de Kenia Porcell, quien renunció al cargo el pasado 19 de noviembre.

“Con esto envío un mensaje y se que el nombre incomoda a ciertos sectores”, manifestó el presidente Laurentino Cortizo al hacer el anuncio.

Como Procurador Suplente, designó al fiscal Javier Caraballo, y como Procuradora de la Administración suplente a Mónica Castillo, secretaria general de esta entidad.

El escenario que le espera al nuevo Procurador es complicado. Tendrá que revertir, la deteriorada credibilidad de la institución con resultados que generen confianza en la sociedad. Hasta el momento, el Ministerio Público no ha logrado condenas en investigaciones de alto perfil, algunos casos aún se encuentran en los escritorios de los fiscales o estancados en los tribunales. El nuevo jefe de los fiscales sabrá que la entidad requiere de reestructuración y preparación del recurso humano, vencer la resistencia de los poderes económicos involucrados en pesquisas que pongan en riesgo su reputación y su bolsillo, así como hacer una profunda revisión al Sistema Penal Acusatorio para identificar las mejoras para un buen funcionamiento. Pero, además, tendrá que satisfacer las amplias expectativas que se han creado alrededor de su nombramiento, como si fuera que de él dependiera renovar la dañada imagen de la justicia.

Como manifestó el abogado Roberto Troncoso al ser consultado por este diario: “que no le tiemble la mano hasta para renunciar cuando sienta presiones para hacer algo que no quiere”.

Para Troncoso, defensor de los Derechos Humanos, entre las primeras tareas que debe liderar Ulloa, es protagonizar los cambios en la Constitución para despojar del fuero a los diputados y otros miembros del cuerpo del Estado. “Eso tiene enredada a la administración de justicia”, apuntó.

“Requerirá de hacer una auditoria a las fiscalías, saber cuántos casos hay pendientes y cuál ha sido su avance, abrir las puertas a los medios para brindarles información clara y transparente y rendir cuentas al menos una vez al mes”, añadió Troncoso.

Los casos en los que se requiere seguir el rastro del dinero, no han sido precisamente el fuerte del Ministerio Público. Odebrecht, por ejemplo, es un caso del cuestionado desempeño de los fiscales Anticorrupción en casos complejos. La revelación de los varelaleaks.com dejó al descubierto cómo se fraguó un acuerdo de cooperación a la medida de los intereses de la constructora y los directivos investigados en Panamá en el que intervino el entonces presidente Juan Carlos Varela, su hermano y diputado José Luis ‘Popi’ Varela y la procuradora Kenia Porcell, quien dimitió al cargo un día después de que este diario publicara la trama.

El currículum de Ulloa muestra conocimientos en fraude bancario, uso de sociedades anónimas para fines ilícitos, prevención de blanqueo de capitales, delitos bancarios, estafas, que podrán ser útiles en los casos de investigación de blanqueo de capitales. Laboró en el Ministerio Público de 1997 a 2008, como Fiscal Tercero de Circuito de Panamá, especializado en delitos bancarios. Formó parte de la Comisión Redactora de la Ley de Delitos Financieros.

Antes de ser nombrado en el cargo, Ulloa trabajó como abogado asociado en el bufete de la firma especializada en derecho penal, Tejada abogados, cuyo socio fundador es Juan Antonio Tejada, quien durante el gobierno de Martín Torrijos fue designado como Defensor del Pueblo (2001-2006).

Otra de las principales tareas que enfrenta Ulloa es rescatar la institucionalidad. Y esto significa, para la consultora y economista Luisa Turola, “dar prueba de que todos los casos pendientes se toman en serio y se llevan adelante para que el país conozca los resultados”.

Da la impresión -agregó la consultora- “que hay muchas restricciones en cuanto a capacidad de recursos humanos a lo interno, pero no lo sabemos realmente porque no tenemos la información al respecto. Son limitantes que condicionan el resultado del trabajo de un nuevo Procurador que requiere de una gran capacidad para llevar adelante la institución, es una mezcla de cosas, voluntad, conocimiento”.

En este sentido, si los mandos medios no están comprometidos entorpecerán la labora del recién nombrado. No obstante, “nombrar gente de confianza trae consigo una curva de aprendizaje, atrasa el resultado de los casos y frustra”, consideró Turola.

A su juicio del abogado Francisco Carreira, los casos de alto perfil son importantes no tanto como ajustar el Sistema Penal Acusatorio a nuestros requerimientos. “La critica al sistema judicial debe empezar a resolverse con mucha disciplina, hay cosas buenas pero todavía podemos hacerlo mucho mejor. Que se quite la connotación de que la justicia solo funciona para hijo de la cocinera. Retos del sistema que hay que atender”, dijo el abogado.

“Ese actuar brinda tranquilidad y reconstruye los puentes de confianza entre gobernantes y gobernados (...), la designación de Eduardo Ulloa habrá de incidir positivamente en contar con un Ministerio Público que se caracterice por la persecución e investigación valiente del crimen y la certeza del castigo, en pos de un jaque mate a la impunidad”, señaló Enrique De Obarrio, miembro de la Mesa de Concertación.

Los nombramientos deben ser ratificados por el pleno de la Asamblea Nacional.

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