Pasar a la acción ante la amenaza de la triple crisis planetaria, coinciden especialistas


Para Panamá, y como organizador MiAmbiente, ser el anfitrión de la Cop 19 ha sido todo un logro, su planificación tomó más de un año. 


Por un espacio de 14 días científicos, funcionarios y especialistas de todo el mundo se dan cita en Panamá para discutir la inclusión de nuevas especies en las diferentes categorías del comercio internacional y futuras prohibiciones de especies de fauna y flora.

La Reunión Cumbre de las Partes (COP19) de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), que reúne a más de 180 países para analizar 52 propuestas quedó formalmente inaugurado este lunes por la mañana por el vicepresidente de la República, José Gabriel Carrizo, junto al ministro de Ambiente (MiAmbiente) Milciades Concepción, la secretaria de Cites en Ginebra, Suiza, Ivonne Higuero, panameña de nacimiento y primera mujer latinoamericana que asume este cargo y la representación de las Naciones Unidas.

Mucho se habla de la triple crisis planetaria como consecuencia del cambio climático, la contaminación y la pérdida de bio diversidad. “Esto requiere cambios reales, compromisos y estrategias inteligentes que se discuten en este tipo de convenciones”, coincidieron los discursos de inauguración.



Panamá propuso la inclusión en el Apéndice II de Cites del tiburón ‘carnidae’, una especie fundamental para proteger los océanos. 


Para Panamá, y como organizador MiAmbiente, ser el anfitrión de la Cop 19 ha sido todo un logro, su planificación tomó más de un año. Reunir en el país de los dos océanos a representantes de todos los países y organizaciones enfocadas en la protección de las especies de todo el planeta representa un gran paso en el compromiso del Istmo a nivel internacional como parte de los esfuerzos dirigidos en este tema.

Panamá propuso la inclusión en el Apéndice II de Cites del tiburón ‘carnidae’, una especie fundamental para proteger los océanos. “Si tenemos el 30% de los océanos protegidos lo importante es que exista la vida marina”, indicó el ministro Concepción en su discurso. Para ello es fundamental la propuesta, que alcanzó la mayor cantidad de coproponentes de las 51 propuestas en la convención de Cites. Esta especie tiene un rol similar al del jaguar en el bosque, protege el océano. Al incluirlo en el Apéndice II se intenta regular el comercio para garantizar la sostenibilidad de la especie por medio de la trazabilidad y la legalidad.

En la COP19, Panamá propone la inclusión de 19 especies de tiburones carcharinidos (o réquiem sharks en inglés) que se encuentran en peligro y en peligro crítico de extinción, e incluye a los demás miembros de la familia Carcharhinidae como semejantes, debido a la similitud de productos comercializados regularmente (principalmente aletas y carne) en el Apéndice II de la CITES.  

De igual forma, Panamá es coproponente, junto a Costa Rica, de la inclusión de la rana cristal en el Apéndice I, ante la amenaza de su extinción.

En cuanto a los tiburones Réquiem, el 68% de esa familia ya está en peligro de extinción, por lo que esta acción está claramente justificada si se quiere cumplir la intención del Apéndice II de CITES, de regular el comercio de especies que aún no están en peligro de extinción. Como saben, el Apéndice II regula, mas no prohíbe la comercialización internacional de estos especímenes, asegura que ellos sean legales y sostenibles. 

Ahora bien, el categorizar una especie en la regulación o prohibición no es garantía de nada si no se cuenta con los controles adecuados. Lo hemos visto con el cocobolo, una madera con gran demanda en China, que en 2013 Panamá reguló el negocio, pero esto no inhibió a las mafias de la madera que continúan talando los árboles de los bosques panameños, como lo ha denunciado este medio.

“Para proteger a cualquier especie se requieren normativas nacionales, una sinergia entre los países para evitar su comercio, y sancionar a la nación que no cumple”, enfatizó la viceministra de MiAmbiente, Diana Laguna en una breve entrevista con los medios al finalizar el acto que se desarrolla en el Centro de Convenciones Amador.

Panamá está considerando crear un centro interinstitucional para proteger los océanos de la pesca ilegal y la contaminación a través de tecnología satelital y colaboración de los guardaparques. Pero lo más importante es hacer docencia en las comunidades. Proteger al tiburón, por ejemplo, significa resguardar los arrecifes donde llegan los peces donde a su vez se desarrolla la actividad económica de la pesca. Es una acción a favor de los pescadores, no en contra. “El cambio se debe hacer”, zanjó la funcionaria.

Panamá ha emprendido diferentes acciones en este sentido. “En 2021 ampliamos dos áreas marinas para alcanzar el 30% de la superficie marina con un tipo de protección y ahora aumentaremos al 50%”, dijo el ministro Concepción durante su intervención. Pero esto requiere de asegurar el equilibrio marino, lo que llevó al país a ingresar algunas especies de tiburón, como el martillo, en el apéndice II de Cites.

Entre otras iniciativas, Concepción mencionó la ley que reconoce los derechos de la naturaleza recién aprobada en nuestro país e instó a sus homólogos a que fomenten una ley similar.  “Hay que darle derechos a la naturaleza porque está siendo muy amenazada y está sufriendo los impactos”, exclamó. De acuerdo con el titular, la ley representa un cambio en la forma en que funciona la naturaleza, le da derecho a existir, persistir, regenerar sus ciclos vitales y tener representación en las cortes judiciales.

La directora ejecutiva de CITES, Ivonne Higuero, resaltó la importancia de la celebración de esta cumbre en Panamá donde se tomarán decisiones muy importantes sobre la conservación de la vida silvestre, específicamente sobre el comercio internacional de la vida silvestre.

Higuero, también hizo énfasis que “se está perdiendo mucha biodiversidad que pone en peligro, el futuro de las nuevas generaciones, es por eso que se van a reunir 183 países y la Unión Europea para a tomar decisiones y poder hacer el cambio que se necesita para bajar esa pérdida de biodiversidad y es tan peligrosa para nosotros en el mundo”, argumentó.  

La directora ejecutiva adjunta interina de ONU Ambiente, Sonja Leighton-Kone  dijo que al unir fuerzas estamos mejor posicionados para movilizar tanto los recursos mundiales como las capacidades nacionales y la coherencia. "Esto es necesario para revertir la triple crisis planetaria de cambio climático, pérdida de biodiversidad, y contaminación y desechos, para así asegurar nuestro futuro común," mencionó la Sra. Leighton-Kone. 

Durante dos semanas se citan comités permanentes que emiten sus votos sobre diferentes propuestas, aprueban o rechazan propuestas y analizan la viabilidad de la aplicación de las normas.  En esta reunión, por ejemplo, se proyectan discusiones en referencia a la conservación de hipopótamo, elefante, rinoceronte y otras especies amenazadas en su existencia.

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