Los planes de la nueva canciller ante la crisis migratoria

La próxima semana, durante el mecanismo de Celac, se reunirá con sus homólogos de Costa Rica y Colombia para coordinar una “estrategia de gobernabilidad en la región” que no puede llevar a cabo un país solo, dijo en su primera intervención pública 



Hasta el viernes habían pasado por las fronteras panameñas 202,707 migrantes irregulares. 


Ante el anuncio de Estados Unidos de imponer visa a los venezolanos para el ingreso a ese país, Panamá se enfrenta a un nuevo desafío: retornar a venezolanos que voluntariamente decidan regresar a su país y ejercer un control sobre aquellos que deciden continuar su camino al norte.

Hasta el viernes habían pasado por las fronteras panameñas 202,707 migrantes irregulares, de ellos aproximadamente el 80% son venezolanos. Una cifra inédita que superó la cantidad de personas que cruzaron en 2021, cuando se contaron más de 130 mil.

No obstante, en los últimos tres días la cantidad de irregulares que caminaron por las trochas de la selva darienita ha mermado, 2,665 el martes y 1,522 el miércoles y el jueves 1,213, lo que supone que los requerimientos migratorios ha desalentado la intención, principalmente de los venezolanos, de subir a Estados Unidos.



Según las cifras descritas por la canciller Janaina Tewaney, en este tipo de vuelos se han ido 435 venezolanos y entre viernes y sábado se sumarán otros 200.


Las autoridades de Migración, junto con la misión de Venezuela en Panamá, han coordinado vuelos chárteres para aquellos que desean regresar voluntariamente a su país, costos que asume la embajada de Venezuela en Panamá. Según las cifras descritas por la canciller Janaina Tewaney, en este tipo de vuelos se han ido 435 venezolanos y entre viernes y sábado se sumarán otros 200.



Estas reuniones servirán para “establecer una agenda de coordinación y una estrategia regional en conjunto con acciones concretas para resolver la situación”. 


Al respecto, añadió que articula la cooperación con Estados Unidos y los países vecinos para tomar medidas en conjunto para resolver el problema. “Un tema que involucra mucha diplomacia y el deber es articular esas conversaciones”, señaló.

Sin embargo, la cantidad de migrantes que regresan a su país dista mucho de las estadísticas que reflejan las autoridades  sobre los irregulares que han cruzado nuestras fronteras y que persisten en arribar a Estados Unidos. A juicio de la premier de relaciones exteriores, los migrantes no tienen la intención de permanecer en Panamá, aunque con el anuncio de Estados Unidos es difícil predecir los planes de aquellos que buscan un futuro mejor y deciden migrar a países vecinos como alternativa a su sueño americano.



El paso de migrantes irregulares por la selva darienita además, acarrea un problema de seguridad. 


En su primera intervención formal, luego de haber sido designada por el presidente Laurentino Cortizo hace un par de semanas, Tewaney reconoció que “estamos ante una crisis humanitaria por ser un país de tránsito”.

El problema es complejo, multidimensional, tal como lo describió la Canciller. Como una forma de atender el asunto en conjunto con los países vecinos, la próxima semana sostendrá reuniones con sus pares de Costa Rica y Colombia en la reunión del mecanismo de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), que tendrá lugar en Argentina.

Estas reuniones servirán para “establecer una agenda de coordinación y una estrategia regional en conjunto con acciones concretas para resolver la situación”, indicó la titular luego de una reunión interinstitucional en la Cancillería en la que participó el ministro de Seguridad, Juan Pino, el director del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), Oriel Ortega, la directora de Migración Samira Gozaine y otros funcionarios.

La estrategia que pinta la canciller, como paliativo para controlar el flujo migratorio, es “alzar la voz como región”. En este sentido, añadió que la cumbre de la próxima semana será crucial, “lo que refleja como en nuestro país, además de atender a los migrantes, estamos atendiendo de forma humanitaria”.

El paso de migrantes irregulares por la selva darienita además, acarrea un problema de seguridad que ha ocupado a tope a los uniformados de fronteras porque se identifican miembros del crimen organizado que abren nuevas rutas. “El Senafront ha comentado que esas rutas que se estaban planeando abrir por un grupo han sido capturados”, reconoció la canciller. Es una lucha constante, porque el haber anticipado los movimientos de los grupos delincuenciales no impide que el futuro visualicen nuevas rutas, como ha ocurrido en el pasado. 

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