Luis Campana: "La operación del transporte público colectivo siempre estará mejor en manos privadas"

El gerente de Mibus, Luis Campana, califica como una 'mala idea' haber estatalizado el transporte masivo y propuso al presidente que vuelva a manos privadas. Explica que la burocracia y el cierre de fábricas de repuestos por la pandemia ocasionaron que el 40% de la flota esté detenida


Luis Campana.


El estado ha demostrado ser un administrador deficiente. En el caso de Mibus, de 1436 buses que componen la flota hay 600 buses fuera de servicio. El gerente de la empresa estatal, Luis Campana, justifica esta situación de dos formas, el confinamiento en las fábricas de proveedores durante la pandemia y su posterior atraso por la falta de contenedores. Pero también explica que la naturaleza de la empresa le exige regirse bajo los convenios marco de adquisición pública que retrasan considerablemente las compras y por ende, afecta en la operatividad de los buses. Campana propone que la empresa Mibus vuelva a manos privadas y crear una autoridad metropolitana de movilidad para fortalecer la ATTT. Fue una mala idea estatalizar la empresa, dice tajante. Ya conversó con el presidente Laurentino Cortizo al respecto, y la idea no le disgusta.

De 1436 buses que componen la flota, 600 no están operando, ¿puede explicar a qué obedece esto?
Efectivamente. Incluso antes de la pandemia hemos tenido 300 buses en mantenimiento. Nunca hemos necesitado desplegar la flota completa para atender la demanda, incluso antes de la pandemia cuando manejábamos 600 mil pasajeros. Los buses pasan por un proceso preventivo de mantenimiento, correctivo o por algún desperfecto o accidente. El problema es que, con los incidentes ocurridos desde la pandemia, las fábricas cerraron, bajaron la producción y eso mermó la posibilidad de obtener repuestos con la celeridad que teníamos antes de la pandemia. Habíamos sobrellevado la situación porque también en la pandemia bajó la demanda por las restricciones de actividades. Pero este año se ha agudizado enormemente porque se ha combinado este factor por los problemas con la logística, los fletes, la disponibilidad de contenedores, y el alza del combustible que afecta los fletes y ahora con la clausura de puertos en China, que ha afectado la disponibilidad de repuestos en todas partes del mundo.


¿Para qué tiene 300 buses en la flota que no operan?
No son necesarios para atender la demanda. Son la compra original que se hizo y además nos permite hacer una rotación de los buses. Cuando llegué a la administración ya estaban en la flota y la idea era ponerlos a funcionar para otras rutas o comunidades. Pero dependemos de la Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT) para que nos dejen entrar a esas rutas.



La decisión del gobierno anterior de estatalizar el sistema Mibus no fue la correcta. Lo que tenía que haber hecho, y lo digo como profesional del transporte y no como gerente de Mibus, era fortalecer institucionalmente la ATTT para que pudiera ejercer de contraparte y emplear los mecanismos para que la empresa privada pudiera echar adelante eso.


Que burocracia...
En ese sentido tengo que estar de acuerdo con usted. Honestamente le puedo manifestar que la decisión del gobierno anterior de estatalizar el sistema Mibus no fue la correcta. Lo que tenía que haber hecho, y lo digo como profesional del transporte y no como gerente de Mibus, era fortalecer institucionalmente la ATTT para que pudiera ejercer de contraparte y emplear los mecanismos para que la empresa privada pudiera echar adelante eso. Pero esa fue la decisión que adoptaron en ese momento y en esa situación nos encontramos. Una operación de transporte público siempre puede estar en mejor operación en manos privadas. Mire el ejemplo de Bogotá, Colombia, que el estado maneja la operación y planificación de las rutas, pero los operadores reciben los itinerarios. Mi propuesta es que la planificación de las rutas esté institucionalizada y los operadores ejecuten, se les pague por kilómetro recorrido y hagan el mantenimiento.

¿Está entre sus planes pasar a la administración privada la operación de los buses?
Yo pienso que la operación del transporte público colectivo siempre estará mejor en manos privadas.

¿Se lo propuso al presidente Laurentino Cortizo?
Ya lo he propuesto al presidente. Le propuse la creación de una entidad administradora del sistema del transporte público colectivo a nivel metropolitano. También tenemos que pensar en el Oeste y las rutas del norte que también necesitan transporte, pero debe ser privado porque nosotros tenemos muchas restricciones que no nos permiten reaccionar con la velocidad que requiere.

¿Qué le dijo el presidente sobre esa propuesta?
Yo tuve conversaciones con el presidente y le propuse que pudiéramos conceptualizar la creación de una autoridad metropolitana de movilidad para fortalecer la ATTT, a él le gustó muchísimo la idea. Le dije que bajo esta premisa podríamos volver a privatizar la operación de Mibus, y lo mejor de esto es que, a diferencia de 2010, cuando no teníamos esta experiencia te puedo decir que nosotros podríamos privatizar las operaciones de Mibus y cualquier otra concesión de transporte en cualquier lugar del área metropolitana en manos de una empresa panameña porque hoy día si existe la experiencia en operación de transporte público.  Ahí lo que hay que ver es cuánto está dispuesto a poner el estado en subsidio para no alterar el pasaje. Pero, por ejemplo, en Panamá Oeste la gente está acostumbrada a pagar $2.  Eso aún no está decidido.

¿Fue una mala idea haber estatalizado la operación de los buses?
En mi opinión sí. Eso no era la solución. Sino agarrar a la ATTT y dotado de un cuerpo de inspectores, pagar a tiempo a los concesionarios, escuchar las dificultades que presentan. Realmente no había un entendimiento si el concesionario se desempeñaba mal o es que necesitaba ayuda. Al presidente le gustó la idea, pero eso hay que madurarlo.



La Junta Directiva está enterada de todo lo que estamos haciendo y del esfuerzo para poder seguir brindando el servicio a la comunidad sin aumentar el pasaje. El presidente ha dicho que no se va a aumentar el pasaje a los usuarios porque no se desea afectar al usuario.


Hay un 40% de la flota fuera de servicio, ¿cómo llegó a eso?
Siempre hubo, desde el inicio de la pandemia, problemas para conseguir cierto tipo de repuestos que nos permitían hacer el mantenimiento de forma inmediata. Lo que quiero decir es que siempre hay un porcentaje de buses en mantenimiento.

Pero esos 300 buses que están en mantenimiento, ¿no se usan del todo?
No se usan. Nosotros tenemos la misión de no sacar ningún bus a operar si no es apto para el transporte de pasajeros. Si hay un bus que necesita mantenimiento, o que tiene un desperfecto o sufre de vandalismo, que en este año hemos tenido 95 casos, no los podemos sacar a circular.

¿Usted compra los repuestos directamente de qué parte?
De diferentes distribuidores autorizados por Volvo que venden repuestos genuinos que son de estos buses.

¿Esas fábricas dónde están ubicadas?
En Brasil y Bélgica, pero también utilizan mucha materia prima de China.

¿Cuándo puso esas órdenes de compra?
Es que ha sido un problema acumulativo desde la pandemia. A medida que pasaba la pandemia las cosas se iban poniendo peor. Nosotros hacíamos pedidos y las fábricas estaban cerradas y tuvimos que esperar. En ese momento no había problema porque si se incrementaba la cantidad de buses inoperativos de 300 a 400, se podía controlar porque no había tanta demanda. A la medida que fue incrementando la demanda debíamos tener con celeridad los pedidos de repuestos y además tenemos que recordar que somos una empresa estatal, que se tiene que regir con un presupuesto del estado para cada año. Tampoco podemos pedir repuestos para dos años por delante y tenemos en inventario porque nos afecta el presupuesto de ese año.

¿Tiene la fecha en que solicitó los repuestos?
Nosotros hacemos solicitudes de órdenes de repuestos consecutivamente.

Entonces, ¿por qué no ha recibido los repuestos tomando en cuenta que las fábricas están en Brasil y Bélgica?
Es que los problemas afectaron enormemente porque se supone que tenía que haber estado firmado para marzo del año pasado. Nosotros lo necesitamos para poder hacer el pedido. Como no se formalizó, por los reclamos de los proponentes, tuvimos que hacer una licitación separada para adquirir las llantas. Esos pedidos nos tomaron cinco o seis meses hacerlos porque en ese momento nos aumentaron los buses que no tenían llantas ni baterías. Pudimos hacerlo para poder sacarlos. Después tuvimos problemas con repuestos de chasis y aire acondicionado. La misma forma, cuando los pedíamos para final de año, los proveedores nos pedían 180 días para entrega, en vez de 60 días.

Revisé las compras de Mibus en Panamá Compra. De enero a la fecha hizo 46 actos, de ellos 17 se declararon desiertos, 14 adjudicados, 8 por adjudicar y 5 vigentes...
Ese es el problema. Uno de ellos que experimentamos este año fue los repuestos de aires acondicionados. El hecho de que se acumulen es que nosotros siempre tenemos ese tipo de variación dependiendo de la escasez de repuestos que se presente en ese momento. Parte de esos actos, antes pedíamos entrega entre 60 a 90 días, los actos se declaran desiertos porque nadie puede entregarlos en ese tiempo. Después de reformular los actos les damos otro plazo de tiempo. Actualmente por la solicitud de tiempo de entrega los actos se declaran desiertos porque los contratistas no se quieren comprometer con el plazo. Ellos ponen una fianza y tienen que cumplirla. Nosotros les llamamos para saber por qué no participan y nos dicen que no se quieren comprometer porque las fábricas no les responden o no saben cuánto tiempo les tomará el flete. Nosotros tenemos que comprar repuestos originales. Algo que es importante es que, como empresa estatal, desafortunadamente tenemos que regirnos por la ley de contrataciones públicas, porque si fuéramos una empresa privada sería más rápido, se busca a otros proveedores.



El tema de las rutas largas es un sistema heredado de los diablos rojos, pero cuando miras cualquier sistema de transporte en cualquier ciudad, tienes ese sistema de conectividad.


¿Qué ha dicho la Junta Directiva de Mibus ante los problemas que están pasando y qué alternativas propusieron?
La Junta Directiva está enterada de todo lo que estamos haciendo y del esfuerzo para poder seguir brindando el servicio a la comunidad sin aumentar el pasaje. El presidente ha dicho que no se va a aumentar el pasaje a los usuarios porque no se desea afectar al usuario. Este es un tema que va a resolverse en los próximos meses una vez lleguen los repuestos.

¿Cómo estamos seguros de que eso no se va a repetir después?
Yo creo que nadie esperaba que con este tema de la pandemia hubiera tantos estragos y mucho menos que se combinara con el aumento de combustible y los fletes. Nadie proyectaba esto, la tormenta perfecta. Son lecciones aprendidas. Las alternativas son analizar si aumentamos el inventario, compramos más repuestos para tenerlos en bodega sin que contablemente afecte la eficiencia. En este momento nos hemos apoyado en la dirección de planeación, pero definitivamente que son cosas que nos dejan pensando en otras formas de contingencia que no dependan de la operación, sino que puedan depender de planes de inventario de mantenimiento.

¿Qué han decidido al respecto?
No hemos decidido aún las opciones. Estamos viendo qué es más rentable y qué probabilidad hay de que se pueda repetir de esta forma el escenario tomando en cuenta que se trata de una situación inédita.

El presidente Cortizo ratificó la ley de movilidad eléctrica y nosotros vamos encaminados a trazar las metas. La buena noticia es que los primeros cinco buses eléctricos nos van a principios del otro año gracias a un préstamo que hicimos del Banco Interamericano de Desarrollo que efectuó la Autoridad de Turismo, que los va a donar a Mibus para que operen en Casco Antiguo.

¿Cuándo van a estar todos los buses operativos?
En primer lugar, nosotros tenemos pedidos confirmados para los repuestos. Los primeros dos pedidos nos llegan en aproximadamente dos semanas. Una vez estén en Panamá los retiramos de aduanas, los pasamos a los patios y empezamos los trabajos para operar la flota. Esperamos que en dos o tres meses podamos tener la flota operativa como el modelo de demanda anterior. Sin embargo, vamos a hacer una evaluación del comportamiento de la demanda para ver si tenemos que regresar estrictamente a ese mismo modelo o podemos hacer variaciones. Este modelo que hemos implementado de conectividad no es nada nuevo ni drástico. Lo venimos implementando desde que empezó la pandemia y le hemos metido más ahínco a eso porque nos da la oportunidad de dar mayor frecuencia.

Pero el usuario no se ve conforme...
Para nada. Esta semana hemos podido aumentar la demanda en 6% y lo hemos hecho con 700 viajes bus, porque eso significa que las rutas complementarias les puedo dar tres vueltas en el tiempo que toma una ruta larga en la ciudad. El tema de las rutas largas es un sistema heredado de los diablos rojos, pero cuando miras cualquier sistema de transporte en cualquier ciudad, tienes ese sistema de conectividad.

Lo que pasa es que no cuenta con un sistema confiable y puntual para saber a qué hora pasa el bus...
Nosotros lo que hemos hecho es que en las zonas pagas de Pedregal, en el este, y en Los Andes, en el norte, suficientes buses esperando a las rutas complementarias para despacharlos inmediatamente. Evidentemente no tenemos la infraestructura de carriles exclusivos como funciona en otros países que permita precisar eso. Pero, lo que podemos hacer es tener los buses esperando a los usuarios y es lo que hemos tenido.

¿En qué fase va la adquisición de buses eléctricos?
El presidente Cortizo ratificó la ley de movilidad eléctrica y nosotros vamos encaminados a trazar las metas. La buena noticia es que los primeros cinco buses eléctricos nos van a principios del otro año gracias a un préstamo que hicimos del Banco Interamericano de Desarrollo que efectuó la Autoridad de Turismo, que los va a donar a Mibus para que operen en Casco Antiguo. Será la primera ruta verde que opere en Panamá y en adición a eso la flota actual tiene que empezar a hacer el proceso de reposición y hemos efectuado diversos estudios para poder evaluar las rutas y en los próximos cinco años, aproximadamente 400 buses van a ser eléctricos, no solo de 12 metros sino de 9 metros para hacer rutas más cortas.

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