La ministra del Mides, María Inés Castillo, explica que siete albergues controlados por el estado se encuentran dentro del plan piloto para reintegrar a los niños con sus familias u otorgarles programas individualizados que atiendan sus necesidades, se pretende irradiar el programa al resto de los albergues del país
Si algo está claro en materia de protección de derechos de la niñez en Panamá es que se debe hacer un salto cualitativo en los centros de cuidado alternativo. El sistema parece incapaz de darse abasto y requiere una debida articulación entre las instituciones y órganos del Estado para reestructurar el tejido social y cerrar la puerta de entrada a los albergues. La ministra de Desarrollo Social (Mides), María Inés Castillo, planta cara al problema y traza una hoja de ruta para la desinstitucionalización de los niños, mediante la asesoría de la Red Latinoamericana de Acogimiento Familiar y Unicef. Estas dos organizaciones realizaron un recorrido por 50 albergues (habían 1072 niños) y recopilaron los hallazgos en un informe que confirma las debilidades que presentan las direcciones de la Secretaría Nacional de Niñez y Adolescencia (Senniaf), así como las brechas que existen entre los que debe ser y lo que se hace. No será una ruta sencilla ni fácil. Sacar a los niños de los albergues y cuidar la puerta de entrada requieren de una gran coordinación interinstitucional para fortalecer las familias. La pregunta que todos se hacen es si después de 30 años en deuda con este tema seremos lo suficientemente serios como sociedad y gobierno para cambiar las cosas.
Lo que me cuesta entender es que quienes han tenido el poder decisión no conocieran estas falencias, o no tuvieran la capacidad de atenderlas...
Como país tenemos una larga deuda, más de 30 años y no tenemos un sistema de protección de la niñez. Ahí ya nos damos cuenta. Al fin, por primera vez tenemos un primer debate y seguimos luchando para que se complete el proceso en la Asamblea Nacional y terminen los debates.
Me pregunto si eso realmente cambiará las cosas...
Es un avance grande que pudimos consensuar un proyecto de ley en primer y segundo debate que estamos haciendo sugerencias de cambios consensuados. Dentro de la crisis hay una oportunidad de trabajar en conjunto.
El informe confirma datos y otorga una hoja de ruta para la desinstitucionalización, sin embargo, cuando lee el documento se percata de un trato inhumano a más de mil niños. Esta situación desnuda a la Senniaf de la cual usted es presidenta de la junta directiva. ¿qué tiene que decir al respecto?
Este diagnóstico fue solicitado por el Ministerio de Desarrollo Social y nos confirma la situación denunciada por esta entidad al inicio de nuestra gestión y es por ello por lo que solicitamos este diagnóstico para lograr una hoja de ruta. En el tema de niñez nuestro país tiene una deuda histórica con los derechos de los niños, niñas y adolescentes, empezando con 30 años de no contar con un sistema de protección y de garantías para esta población.
Esa vulneración de derechos inicia desde el hogar, desde la familia, en muchas ocasiones. Este estudio arrojó que el 39% de los niños que se encuentran en albergues entran por pobreza, son innecesarias. Tenemos albergues de protección, de temporada escolar, de nutrición, pero los segundos no deberían de existir tampoco. Pero debo insistir que cuando hablamos de este cambio sistémico, al que nos debemos de comprometer todos, es ver que los albergues no son la solución. Debemos apostar como país al fortalecimiento familiar. Es el principal derecho de los niños, crecer en familia. Esa familia nuclear que la tienen, porque sólo el 3% de los niños que están en los albergues es huérfana.
Cuando nosotros iniciamos en el Mides, al mes me tocó poner las denuncias en temas de subsidios porque las competencias son claras entre instituciones.
No creo que estos hallazgos pasen desapercibidos en la junta directiva que usted preside. Todos tienen una cuota de responsabilidad. ¿Qué van a hacer con quienes ocupan esos cargos?
Estamos hablando de corresponsabilidad en la sociedad en su conjunto e histórica. No solamente de trabajo articulado en la junta directiva de Senniaf, por eso este diagnóstico fue presentado ante el Consejo de Niñez y Adolescencia en el que participan actores como el Órgano Judicial, el Legislativo, el Ejecutivo y sociedad civil porque todos somos corresponsables en materia de derechos y la garantía de nuestros niños.
¿Qué medidas tomarán entonces?
Más es hacia dónde vamos.
Las personas que están ahí deben rendir cuentas...
Ha habido cambios durante muchos años y el cambio dentro de los albergues no se ha visto porque se trata de un tema sistémico, de fondo, de cambios que inician con que un niño debe tener una intervención única, que incluya a su familia, con un expediente automatizado que permita conocer todo sobre el niño. Todas las atenciones que requiere para poder trabajar con su familia.
Lo que no concibo es que esa junta directiva pase agachada… los hallazgos del informe son contundentes... ¿Habrá una investigación en Senniaf? ¿cambiarán los actores de la Junta Directiva?
La junta directiva de Senniaf y el Procurador de Administración que ve el tema administrativo, a raíz de las denuncias que presentamos, hizo una investigación y en ella se demuestra que se cumplieron con los procedimientos. Además, Senniaf tiene sus medidas administrativas e investigaciones que cumplir. Pero nosotros, no solamente con la hoja de ruta hacia el sistema de protección y de garantías hacia nuestros niños que es hacia donde tenemos que trabajar, en la Asamblea Nacional también se encuentra la ley de Acogimiento Familiar y la ley de Adopciones. Hay avances significativos en la materia. Cuando nosotros iniciamos en el Mides, al mes me tocó poner las denuncias en temas de subsidios porque las competencias son claras entre instituciones.
El vínculo en este momento de los niños dentro de albergues, los administradores de los albergues y la familia, debe tener el siguiente enfoque: primero de que no debe continuar el mismo sistema en materia de seguridad. Los niños deben poder ir a la escuela, salir del albergue, hacer actividades y tener contacto con su familia porque la mayoría la tiene.
Después de observar los resultados del estudio, pareciera contradictorio que quienes deben ser supervisados por la Senniaf formen parte de la Junta Directiva...
La junta directiva de Senniaf está conformada por ley y tiene actores tanto del gobierno como de la sociedad civil. En este momento en la Asamblea Nacional hay un proyecto de ley que reforma la institución, esa -la de cambiar a los integrantes- puede ser una posibilidad. En este cambio sistémico también deben formar parte los albergues porque si hay algo que no queda claro, y que la gente desconoce, es que la mayoría de los albergues son administrados por organizaciones sin fines de lucro, pero la ciudadanía lo desconoce. Son autores importantes para tomar en cuenta.
Han estado ahí todo este tiempo y no han cambiado nada...
Por eso el cambio sistémico hacia la desinstitucionalización. El vínculo en este momento de los niños dentro de albergues, los administradores de los albergues y la familia, debe tener el siguiente enfoque: primero de que no debe continuar el mismo sistema en materia de seguridad. Los niños deben poder ir a la escuela, salir del albergue, hacer actividades y tener contacto con su familia porque la mayoría la tiene.
¿Cuál será la ruta para desinstitucionalizar a los niños? ¿Cuenta con plazos específicos?
Se ha iniciado una hoja de ruta con siete albergues pilotos que son los que están a cargo del estado, que van a convertirse en albergues piloto con el acompañamiento de Unicef y Relaf, que además tienen que cumplir con el Decreto 404 del 30 de octubre de 2020. Pero también hay un comité de supervisión y de desinstitucionalización. Dicho comité va a cada albergue para ofrecer una atención individualizada, con un expediente para cada niño para lograr las medidas de acogimiento o fortalecimiento familiares. Pero también se habla de la demora en las adopciones. En este momento hay 50 niños a la espera de ser adoptados.
Ya tenemos a todas las instituciones trabajando. No necesitamos gente extra, sí necesitamos sumar a actores como los medios, como la sociedad civil y por supuesto a las organizaciones e iglesias que están prestando los servicios de cuidado alternativo.
Tienen años en estado de adoptabilidad...
Y no hay quien los adopte. Las familias no cumplen con los perfiles que piden en los albergues.
Hay muchos que los cumplen y no lo logran...
Al final cuando cumplen cierta edad la familia quiere niños chicos.
Ministra eso es un pretexto porque si hubiera una ley ágil con los principios adecuados, no sucedería esto...
Está en la Asamblea ese proyecto. Las familias acogentes también tenemos muy pocas.
Me gustarían respuestas que me convenzan de que habrá un cambio...
La hoja de ruta ya está trazada. El pilotaje en nuestros siete albergues se está fortaleciendo, estamos monitoreando todos los albergues, además estamos trabajando a nivel familiar para fortalecer el trabajo en las consejerías parentales.
¿Cuánta gente necesitará para hacer ese trabajo?
Ya tenemos a todas las instituciones trabajando. No necesitamos gente extra, sí necesitamos sumar a actores como los medios, como la sociedad civil y por supuesto a las organizaciones e iglesias que están prestando los servicios de cuidado alternativo.
¿Cuánto tiempo va a tomar ese proyecto?
El otro año tenemos que haber completado el proyecto en lo referente al pilotaje de Mides y Senniaf, dentro de seis meses veremos cambios que puedan guiar a los otros albergues. Es un cambio sistémico y toma tiempo, pero estamos comprometidos con hacer cambios y sentar las bases. Avanzando mucho más que antes, porque por primera vez estamos a punto de tener una ley que antes no existía, después de 30 años. Es un tema de país. Lo más fácil ha sido para todos meter a los niños en el albergue.
¿Cuántos niños van a salir de los albergues y en cuanto tiempo?
Nosotros estamos trabajando en el modelo de atención para los niños y que este sirva de modelo al resto de los albergues. Además, en la hoja de ruta hay dos temas, la puerta de entrada debe cambiar. Lo más fácil en este momento, por años, ha sido meter a los niños en los albergues, ya sea por pobreza o nutrición o protección. Eso no debe pasar. Tampoco es que van a desaparecer los albergues como tal, pero para eso existen los albergues transitorios.
Lo que no puede pasar es que se queden años institucionalizados, deben vivir en familia, en un entorno comunitario. Ese esquema debe ser desde la cabeza hasta abajo, debe permear en toda la sociedad. La familia en vez de abandonar a un niño debe buscar el apoyo. Desde el Mides, en el programa de fortalecimiento familiar, que es parte de la ruta de desinstitucionalización fortalecer a las familias que ya tienen hijos en los albergues, pero también fortalecer el entorno comunitario, el tejido social, a través de nuestros programas de transferencia monetaria condicionada porque también el 50% de los niños que están en albergues de temporada escolar, vienen de las comarcas, pero están fuera de la comarca. Los programas de nutrición también deben ser en las familias, no en los albergues.
¿En cuánto tiempo bajará la población en los albergues?
Tenemos el compromiso. No quiero dar una cifra exacta, pero sí podemos decir que ya hay cambios y ya han salido niños hacia sus familias gracias al programa de fortalecimiento que le mencioné. Para poder dar una cifra exacta, debemos de saber la situación individualizada de cada niño. Eso es parte del diagnóstico que no está. El Mides tiene una fuerza para eso y Senniaf también. Son 1100 niños, no es mucho.
Pero también hay 1,7 millones de niños adicionales que no están en el albergue y que requieren atención...
Se sigue trabajando en la articulación interinstitucional con el Ministerio de Educación, con el Ministerio de Salud, para lograr apoyar a esas familias.
En el informe de Relaf habla del Consejo interinstitucional, ¿quién lo preside?
En este momento nosotros estamos utilizando de base el Consejo de Niñez y Adolescencia porque están los diferentes actores. En el tema de niñez que es un tema de estado, está conformado por el Órgano Legislativo, Judicial, la sociedad civil y todos los actores comprometidos con la niñez y que tenemos la obligación de hacer un cambio.
¿Emitirán una resolución con las guías del tratamiento de los niños en los albergues en vez de que cada uno lo maneje con su propio librito?
Se elevaron los estándares en el Decreto 404 del 30 de octubre de 2020. En el tema social tenemos muchos tópicos que van con la legalidad, la elevación de los estándares, porque hay que pasar del servicio visto como caridad a un servicio profesional y eso es lo que estamos haciendo en todos los temas sociales en el Mides.
¿Detectaron alguna red de pedofilia que abuse de niños en albergues?
No, de hecho, si lo hubiéramos encontrado ya lo hubiéramos denunciado. No me ha llegado ningún informe ni pruebas al respecto. Nosotros en esta administración lo que se detectó fueron supuestos abusos psicológicos y físicos, sexuales aún no nos constan. Por temas de transparencia hemos solicitado que las denuncias sean públicas, obviamente sin el nombre de las víctimas para proteger las investigaciones.
¿Qué me garantiza que, en esta ocasión, después de 30 años, sí habrá un cambio?
Tenemos la voluntad, el compromiso, el diagnóstico y la hoja de ruta. Estamos sentando las bases para este cambio sistémico y la deuda social que tenemos con la niñez que inicia con la aprobación del sistema de protección integral de niños, niñas y adolescentes que es una deuda histórica. Por ahí estamos empezando.
¿Cómo se trabajaría la transferencia monetaria en las familias que envían a sus hijos a un albergue?
Todo depende de la familia y si, por ejemplo, hay un discapacitado, porque ahí incluiría Ángel Guardián. Si no, entonces entrarían en el programa Red de Oportunidades. De hecho, hemos visto que hay familias que ya están dentro de este programa y que sus hijos están en albergues. No les alcanza el dinero, ahí tenemos que trabajar con oportunidades, hay un tema, y es que los padres no tienen escolaridad, por eso es un tema social y de oportunidades.
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