Gasto dirigido a atención migrantes irregulares supera los $20 millones

Se trata de una cifra aproximada de lo que ha invertido el gobierno en dos años en servicios, infraestructura y personal dirigido a migrantes irregulares que cruzan el país en su rumbo al norte. La cifra fue otorgada por la Dirección de Migración, que hasta septiembre contabilizó más de 85 mil viajantes

En este momento Senafront mantiene un pie de fuerza de 70 unidades entre todas las estaciones de migrantes, aunque la cantidad es variable, en ocasiones se incrementa a 100 hombres, de acuerdo con las necesidades y la cantidad de migrantes irregulares que arriba a la última frontera sur de Panamá.


En dos años, el gobierno ha destinado aproximadamente $20 millones para atender a los migrantes irregulares que cruzan por Panamá, arriban de Colombia a Bajo Chiquito y continúan su ruta por la frontera con Costa Rica rumbo a Estados Unidos.

La cifra fue proporcionada a groso modo por la directora de Migración, Samira Gozaine, quien manifestó que el monto contempla gastos como  alimentación para los migrantes tanto en Darién como en Chiriquí, alojamiento temporal en los albergues existentes y los que están bajo construcción además de los materiales para este fin.

Este medio espera el detalle de gastos que se comprometió a entregar Migración. Se informó que consultan con los respectivas carteras para desglosar el gasto correspondiente.

La directora, no obstante, excluyó de la cifra la inversión del Ministerio de Salud. Explicó que en los $20 millones se incluyen “los proyectos en ejecución, los materiales para las cabañas, el albergue construido en Nicanor, Darién, baños alquilados, plantas eléctricas”, el personal destinado al área tanto de la Dirección de Migración como del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) y viáticos.

En este momento Senafront mantiene un pie de fuerza de 70 unidades entre todas las estaciones de migrantes, aunque la cantidad es variable, en ocasiones se incrementa a 100 hombres, de acuerdo con las necesidades y la cantidad de migrantes irregulares que arriba a la última frontera sur de Panamá.

La presencia de los uniformados en los puestos de llegada no inhibe a los maleantes que se esconden en el trayecto. El recorrido por la selva darienita es un infierno, descrito por quienes logran salir de ella. El trayecto dura una semana desde Colombia hasta Bajo Chiquito, el primer poblado en territorio panameño. Ahí permanece un equipo de Médicos Sin Fronteras que ofrece servicios médicos básicos y atención en salud mental.

Los puntos más peligrosos son la “loma de la muerte” y el río Tuquesa. Este último no lograron cruzarlo tres personas la última semana de septiembre, y la anterior otras nueve. El Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, en voz de su director, Vicente Pachar, indicó que en este año contó 53 cuerpos de migrantes irregulares. Guarda 12 cuerpos sin identificar y una osamenta en la morgue de Darién que está a tope.

Por los hechos que denuncian los migrantes, el camino parece estar secuestrado por grupos armados que atracan a los viajantes. La agencia EFE recogió en un reciente reporte que “quienes salen de la selva reportaron violaciones, menores que son abusadas por ocho hombres a la vez, grupos a los que paran y escogen a las más bonitas”.

“El sufrimiento que estamos viendo en nuestros pacientes por el viaje que hacen es enorme. Muchos de ellos llevan semanas o meses de camino y atravesar el Darién es duro, por la travesía difícil y larga. Y a la que hay que sumar los relatos terribles que nos han hecho de violencia, de robos, de agresiones sexuales y asaltos”, expresa Raúl López, coordinador de terreno, en una nota publicada en el portal de Médicos Sin Fronteras.

Con el afán de averiguar los hechos delictivos, el Ministerio Público habilitó el 13 de septiembre pasado de forma permanente a tres funcionarios en el pueblo de Bajo Chiquito, sur del Darién para recibir las denuncias correspondientes. No obstante, una fuente de Senafront informó a La Estrella de Panamá que desde entonces no han recibido denuncias.

La Fiscalía Primera Superior contra la Delincuencia Organizada logró el 30 de septiembre la imputación de cargos por tráfico ilícito de migrantes y la detención provisional de dos extranjeros, un colombiano y un venezolano.

Los hechos se registraron el 20 septiembre pasado, cuando se recibió información de la División de Delitos contra la Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes de la Dirección de Investigación Judicial acerca de un grupo de personas se dedicaba a transportar migrantes en una camioneta y que se hospedarían en un hotel en Tortí, Chepo.

EVALUACIÓN INTERNACIONAL
En el informe global que mide la delincuencia organizada en el mundo (Global Organized Crime Index), Panamá obtuvo el puntaje más alto de la región en la evaluación de trata de personas (8.0) donde se ha descrito como mercado tránsito y destino para víctimas incluyendo venezolanos y niños víctimas de violencia sexual y explotación forzosa de trabajo.

Las organizaciones detrás del tráfico de personas trabajan en asocio con la fuerza pública, con policías acusados de extorsionar a víctimas de explotación sexual aprovechando el hecho de que la despenalización del trabajo sexual en Panamá ha desdibujado la línea entre actividades legales e ilegales y que las autoridades tienden a pasar por alto este tipo de abusos.

La mayor parte de los migrantes que pasan por Panamá, un 45%, son de nacionalidad haitiana.

Es un país de destino para las víctimas de tráfico de personas incluyendo mujeres, migrantes y personas vulnerables de América Latina, que responde particularmente de Venezuela debido a la situación política de ese país, al igual que de Asia. La mayor parte de las víctimas son explotadas sexualmente forzadas a condiciones de trabajo abusivas en el sector de construcción, aunque el país ha mostrado avances en la lucha contra la explotación infantil.

CIFRA RÉCORD
La mayor parte de los migrantes que pasan por Panamá, un 45%, son de nacionalidad haitiana.

Este año las proyecciones en Panamá superarían las que se han contabilizado entre 2010-2019. Los números de Migración señalan que hubo 109,293 migrantes irregulares durante ese periodo.

En agosto pasado, las estadísticas de la Dirección de Migración reportan que cruzaron por Panamá 22,190 irregulares. Pero, en lo que va de 2021, las estadísticas reflejan más de 85 mil migrantes irregulares, una cifra récord para el país en comparación con el año pasado cuando se contaron 8,594 migrantes a pesar de las restricciones de movilidad causadas por la pandemia y el cierre de fronteras.

El desencanto de miles de haitianos, no obstante, se vive al intentar ingresar a Estados Unidos, donde más de 4,600 de ellos han sido salido en vuelos de repatriación desde el 19 de septiembre pasado.

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