El ministro de Seguridad, Rolando Mirones, realizó una gira con sus homólogos centroamericanos y el estadounidense Kevin McAleenan a Peñita y Metetí Darién, donde hay 500 migrantes
El ministro de Seguridad, Rolando Mirones, efectuó un recorrido por Peñita y Metetí, provincia de Darién, la última frontera panameña que colinda con Colomobia, acompañado de sus homólogos de la región con el propósito de mostrarles la complejidad que representa el tráfico de migrantes y personas en la selvática línea divisoria de Panamá.
El recorrido fue atendido por el secretario interino de seguridad de Estados Unidos, Kevin McAleenan, acompañado de Enrique Degenhart, ministro de seguridad de Guatemala; Christian Kruger, director de Migración de Colombia y su homóloga de Costa Rica, Raquel Vargas.
La gira se efectúa como parte del programa de la reunión de ministros y secretarios de seguridad que inició ayer en la ciudad de Panamá y que pretende arreciar esfuerzos en contra de las organizaciones trasnacionales que se dedican a la trata y tráfico de personas.
“Estas personas que se ven forzadas a salir de sus países. Lo hacen a través de traficantes. No lo olvidemos, no es ninguna migración feliz, ni adecuada, son migraciones ilegales que trafican con humanos. Cobran por hacerlo. Hay malos seres humanos que se dedican a esto”, manifestó Mirones a los medios que le acompañaron.
Justo en ese sitio, en Peñita, el gobierno panameño mantiene un cuartel del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) que en estos momento aloja a 508 migrantes. Los viajeros jamás imaginaron que en ese lugar, casi inhóspito, verían tan de cerca a un alto funcionario representante del suelo que anhelan llegar para solicitar asilo, o refugio, Estados Unidos. No hubo contacto entre los refugiados y los funcionarios que aprovecharon cada cuartel para hablar en privado.
Posterior a este punto, el equipo se trasladó al cuartel de Metetí, Darién, donde el ministro de seguridad le dio un recorrido por las instalaciones donde se mantienen las unidades y los equipos de Senafront.
El norteamericano no dio declaraciones a los medios.
De acuerdo a Mirones, el número de migrantes es fluctuante. Desde que arrancó la administración de Laurentino Cortizo en julio pasado, el ministro asegura que ha disminuido la cifra de personas que se albergan en Darién.
Sin embargo, en la época seca (diciembre a marzo) que caracteriza el clima panameño, se suele observar un aumento de viajeros, cubanos especialmente.
“Es un mensaje claro que se ha difundido a nivel mundial en el que se ha manifestado que Panamá no tolerará más el tráfico”, añadió el jefe de seguridad panameño.
El movimiento regional conformado por los países de Honduras, El Salvador, Costa Rica, Guatemala, Panamá, Colombia, y próximamente México y Ecuador, busca detener el flujo de migrantes hacia Estados Unidos.
En la novena reunión celebrada este 21 de agosto, se sumó Colombia, y buscan integrar a Brasil, país donde inicia la ruta de los migrantes procedentes de África y que tardan meses en llegar a suelo istmeño para luego ser trasladados por el gobierno hacia la frontera con Costa Rica.
En Panamá, los migrantes reciben atención médica, vacunación y alimentación una vez que el Servicio Nacional de Fronteras los ubica en su recorrido.
No hay comentarios
Publicar un comentario