Desde el Patronato de Panamá Viejo ha logrado recaudar fondos estatales y de la empresa privada para realizar excavaciones que narran el pasado de la ciudad
Cuando inició su trabajo en el Patronato Panamá Viejo y se acercaba a pedir donativos para las excavaciones, la miraban de forma extraña. Pocos entendían el verdadero significado de preservar los monumentos históricos. Pero no se dio por vencida. Era 1995 cuando nació el Patronato Panamá Viejo, y Julieta de Arango es una de las pioneras que ha luchado y trabajado por conservar la historia de la ciudad. Su esfuerzo hoy es reconocido por la comunidad en general, y hasta por el rey Felipe VI de España, quien a finales de junio visitó las ruinas de la ciudad vieja y fue De Arango quien mostró las ruinas al rey. La celebración de los 500 años de la fundación de la ciudad de Panamá es solo un ápice de la labor arqueológica que ha efectuado el patronato en 20 años. Se han hallado más de 800 osamentas en las excavaciones, lo que habla de nuestros ancestros, sus actividades, su alimentación, la transformación de la ciudad y la proyección de un sitio moderno que guarda en sus entrañas las ruinas que dieron paso a este gran desarrollo del istmo.
¿Cree que la población en estas fechas ha encontrado una nueva identidad de su ciudad?
Yo pienso que sí. Lo que nosotros estamos viendo y viviendo en Panamá Viejo, la gente llama y se acerca a las actividades. Se han identificado con una ciudad que tiene 500 años y se siente orgullosa de ello.
Cuando empezó su labor en el Patronato, ¿existía esa comprensión sobre la importancia de rescatar nuestros monumentos históricos?
No la había. Fue un trabajo titánico, tenaz, de convencimiento de la población y las empresas que participaron en esto. Los que sí estaban convencidos desde el principio, fueron las dos instituciones que nos acompañaron, el Instituto Nacional de Cultura (Inac) y la hoy Autoridad de Turismo de Panamá. Además del Club Kiwanis que asumió el reto junto con Banistmo. En realidad, la creación del Patronato Panamá Viejo fue la primera experiencia que se tuvo en este país en la que la empresa privada y el gobierno se unieron para gestionar un patrimonio nacional. El poco convencimiento de la población llegó al punto de que Ricaurte Martínez, director general del Inac en ese entonces, recibió fuertes críticas por haber permitido que un patrimonio nacional estuviese en manos de un grupo privado. Hoy la gente reconoce el trabajo que se ha hecho, y que este ha tenido un norte, lo que ha sido uno de los éxitos del patronato. Hemos trabajado en base a un plan maestro que se licita en el gobierno del Dr. Pérez Balladares y que se ha ido ejecutando durante los 25 años independientemente de quién haya asumido la presidencia del patronato y que ha contado con el respaldo de todas las administraciones gubernamentales. Se tuvo la visión de transformar este sitio que a lo largo del siglo XX fue manejado por una diversidad de instituciones bajo distintos conceptos en un sitio arqueológico.
¿Cómo afrontaron el reto?
Lo primero que definimos es que si íbamos a asumir el reto teníamos que marcar la diferencia. No podíamos ser una organización más. Teníamos que trabajar con transparencia y rendición de cuentas, pero sobre todo que la gente viera que la visión del sitio se cambiaba. En ese sentido lo primero que hicimos fue demoler la plaza moderna que había en la catedral, en a la que uno podía llegar con el auto directamente y estacionarse frente a la torre. Eso tenía bancas, flores y estatuas. Lo eliminamos, junto con el escudo del Cabildo y un mapa con flores. Comenzamos las primeras excavaciones arqueológicas, en la plaza mayor, y comenzaron a salir los primeros hallazgos, entre ellos el enterramiento de una mujer, de casi 2 metros de alto, de unos 40 años de edad, rodeada de ofrendas diversas y un hermoso collar elaborado en concha de espóndilos lo que nos hace pensar que era una mujer importante. Después se encuentran otros materiales de la vida colonial y empezamos a transformar el sitio, en lo que hoy es un parque arqueológico y un recurso turístico patrimonial.
¿De qué tiempo serían los primeros hallazgos?
El hallazgo de la mujer, a la que llamamos la Señora de Panamá Viejo, es del 500 D.C. ; y los hallazgos de la colonia corresponden a los siglos XVI o siglo XVII. Inclusive se han encontrado los cimientos de algunas casas correspondientes al momento de la fundación de la ciudad.
¿Es posible identificar el origen de estas personas a través del ADN después de tantos años?
Si, de hecho desde hace dos años se ha venido desarrollando un proyecto arqueológico, cuyo liderazgo ha llevado la Universidad Pablo de Olavide y del que participa la Universidad del Norte de Colombia y cuenta con patrocinio del European Research Council; en este proyecto se han hecho excavaciones en la Catedral -recordemos que en esa época se enterraba en las iglesias- y ahí encontramos una gran cantidad de enterramientos. La gran mayoría pertenecientes al periodo de 1626-1671, y los estudios han permitido identificar quiénes eran hombres o mujeres, qué edades pudieron haber tenido, si tenían origen europeo, africano, etc. Es un proyecto muy interesante que se llama Una arteria del imperio 1513-1671 y lo que demuestra es el papel que jugó Panamá en esa primera globalización como centro de expediciones y eje de una de las rutas comerciales mas importante de la época. Desde que el istmo surge se convierte en un corredor que permite el paso de personas, bienes y tecnología. Este proyecto ha permitido comparar hallazgos arqueológicos con documentos históricos y está arrojando mucha información sobre la vida en la colonia.
¿Hay alguna información más específica de los enterramientos? ¿De qué persona se trataba, su actividad, etc.?
Tanto como poder dar el nombre o identificar quiénes eran sus padres no. Pero, por ejemplo, un caso interesante podría ser identificar los restos de Pedrarias que fueron encontrados en Nicaragua, comparando su ADN con el de sus descendientes, que están en España.
Panamá volvió a nacer en el Casco Antiguo después de haber sido destruida por el pirata Morgan, ¿por qué fue ahí que se volvió a construir y no en el mismo sitio donde estaba?
Pedrarias tenía que fundar una ciudad en el Pacífico que sirviera como punta de lanza para continuar con las exploraciones, conquista y colonización de Centro y Suramérica. Ya sabían de la existencia del Perú. Fundan entonces la ciudad en el lugar donde hoy se encuentra Panamá Viejo pero muy poco tiempo después se dieron cuenta que el sitio no era bueno, era malsano y enfermizo. Pero una vez que se asentaron, mudar la ciudad no era fácil. La construcción no era barata, el tallado de las piedras era caro, así que se fueron quedando. El otro problema que tenía la ciudad es que carecía de un buen puerto. El de La Tasca se cegó muy temprano en el siglo XVI, así que los barcos paraban en Perico y llegaban a playa prieta y desde ahí transportaban la mercancía a la ciudad. Cuando la ciudad fue atacada por Morgan y quemada después del ataque, se dispone que no se va a reconstruir. El ataque fue muy cruento, la sociedad quedó con mucho miedo y decidieron trasladarse a un nuevo lugar donde pudiera nacer fortificada. Se ubican en una península que podían amurallar, que les permitió crear un sistema defensivo que les dio seguridad. Fue una decisión de la Corona Española.
¿Cómo lograría encontrar los ancestros de Pedrarias en Panamá?
El Gobierno de Nicaragua tendría que otorgar una muestra. Aquí no tenemos descendientes de Pedrarias en Panamá, pero en España sí, el conde de Puñonrostro.
¿Aquí cómo lo podríamos relacionar genéticamente?
Lo que podríamos es relacionar los cuerpos que encontró Nicaragua con los descendientes que hay de él en España, para ver si coinciden.
Es posible tener una idea, a través de esos estudios de ADN, de cómo eran las personas, sus actividades, etc.
Los estudios de ADN pueden revelar muchos datos pero no las actividades sociales de una persona. Los objetos encontrados en las excavaciones nos hablan de la cultura material de la sociedad de los siglos XVI y XVII que vivió en Panamá Viejo; por ejemplo hemos encontrado medallas, crucifijos, aretes, anillos, alfileres. Dependiendo del material y el nivel de elaboración, se puede presumir el nivel social y adquisitivo de la persona a la que pertenecían. En cambio los grupos originarios sí enterraban con ofrendas, por ejemplo el caso de la señora que te mencioné; hemos encontrado otros enterramientos que, por las ofrendas que tenían, podemos inferir que eran pescadores, agricultores, y hasta una mujer que presumimos era músico. A las personas les gusta mucho ver las excavaciones arqueológicas, pero la riqueza proviene de los estudios posteriores que te permiten conocer la dieta de esos pobladores así como las enfermedades, epidemias y tragedias que pudieron enfrentar.
¿Cuántas osamentas han encontrado?
En Catedral, me parece que el número llegó a 800 o 900, pero nosotros hemos encontrado en otras excavaciones.
¿Además de eso?
Hemos encontrado cantidades de piezas y hemos podido entender mejor las estructuras de Panamá Viejo. Por ejemplo, ahora mismo estamos con el Convento de Santo Domingo, tratando de entenderlo mejor. Sabemos que debe haber un aljibe que estamos buscando, pero también estamos tratando de entender dónde eran las dependencias de los monjes, dónde pudo estar el patio, la iglesia, el lugar de reuniones...
¿Cuánto tarda hacer ese trabajo?
Hemos encontrado cantidades de piezas y hemos podido entender mejor las edificaciones de Panamá Viejo. Por ejemplo, ahora mismo estamos excavando en el convento de Santo Domingo tratando de entenderlo mejor. Sabemos que debe haber un aljibe que estamos buscando, pero también estamos tratando de entender dónde eran las dependencias de los monjes, dónde pudo estar el patio, la iglesia, el lugar de reuniones.
¿Cómo se preservan las excavaciones en cada temporada?
Les ponemos una malla geotextil y luego las cubrimos con tierra. De esa manera también, digamos que el día de mañana ninguno de nosotros está aquí, quien excave sabe que ahí hubo una excavación anterior y como todo está documentado, podrá encontrar la información y los resultados de lo actuado. Cuando nosotros asumimos el sitio nos dimos cuenta de que había habido otras intervenciones pero no encontramos documentos, así que nosotros hemos decidido dejar un lenguaje común en nuestras intervenciones de manera que el día que el Patronato no esté, se pueda tener registro de lo actuado.
No estoy segura de que el aporte del Patronato se valore con la dimensión que merece...
Yo creo que la gente no se da cuenta porque el trabajo de excavación arqueológica y preservación de monumentos es muy especializado y pasa desapercibido. Hay gente que no recuerda que la vía cincuentenario pasaba por dentro del sitio hasta el 2014. Al Patronato le tomó 20 años subiendo y bajando escaleras para lograr el realineamiento del sitio al norte del conjunto monumental. Pero hay gente que no lo recuerda. Además de los trabajos arqueológicos y de preservación de monumentos, hemos construido un museo de primer mundo en donde se exhiben mas de 350 piezas e información obtenida en las investigaciones arqueológicas e históricas.
¿Con cuánto dinero funciona el Patronato?
Nosotros manejamos un presupuesto de 2.2 millones de balboas; de ello, medio millón corresponde a un subsidio del estado, otro porcentaje al producto del señoreaje de una colección de monedas conmemorativas del Conjunto Monumental de Panamá Viejo y el resto lo obtenemos de fondos de autogestión, donaciones y aportes especiales. Se cobra la entrada al sitio, porque ese dinero se invierte en el manejo del museo, en las excavaciones, pero teniendo en cuenta que los panameños deben ser los primeros usuarios, el fin de semana tenemos precios de $5 para nacionales y residentes y una vez al mes es gratis y hay actividades. De hecho, el 18 de agosto, en el marco de la Jornada de Puertas Abiertas y los 500 años, se presenta la feria artesanal de Panamá Viejo.
¿Es fácil conseguir las donaciones?
Al principio no era tan fácil pero por ejemplo Banistmo, que es miembro del Patronato desde el principio, dedica su aporte, desde hace 6 a un proyecto educativo que busca generar ese sentido de pertenencia tanto a niños como adultos y los resultados son excelentes. También tenemos a Argos Panamá, que identifica con la torre y financia su preservación desde hace mas de 5 años.
¿Qué actividades tenemos?
El 15 de agosto los invitamos a cantar el cumpleaños de la ciudad, lo vamos a hacer a las 11 de la mañana frente a la torre con un dulce icónico, va a estar la banda del Sistema de Protección Institucional y Any Tovar, quien va a cantar el cumpleaños feliz. Una vez se cante, el parque Natural Metropolitano liberará 100 mariposas en conmemoración a los 500 años, y en la noche el gran regalo es el encendido de las luces monumentales y artísticas de manera que el sitio estará iluminado desde ese día.
¿Qué le espera a la ciudad moderna?
Yo lo veo como una ciudad que se va a ir modernizando cada vez más y dentro de la cual sus dos sitios fundacionales, Panamá Viejo y Casco Antiguo jugarán un papel importante para el turismo. Veo a la ciudad buscando un lugar como un recurso turística patrimonial en el siglo XXI.
¿Cuáles son los retos que identifica?
Dentro de eso el tema de la vialidad, poder comunicar mejor los sitios y sobre todo, trabajar unidos y hacer circuitos entre nosotros apoyándonos en la difusión.
¿Cómo estuvo la visita del rey de España?
Estuvo muy bien, es una persona muy amigable estaba muy interesado en conocer la historia de la ciudad, muy impresionado con el nivel de preservación que tenían las ruinas. Recordemos que de las ciudades contemporáneas a Panamá Viejo esta es la que más monumentos tiene así que estaba muy impresionado con el trabajo que se había hecho y agradeció mucho la preservación del sitio que al final es un símbolo de la relación entre España y Panamá.
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