La Fiscalía sostiene que la libertad del exmandatario es una amenaza para el proceso, mientras que la defensa alega que el depósito domiciliario equivale a estar en la cárcel
El Tribunal de Apelaciones escuchó este viernes los argumentos de cada parte interviniente en el juicio contra el expresidente Ricardo Martinelli por pinchazos telefónicos y otros delitos, para determinar si revoca la medida de cese a la detención preventiva que decretó el Tribunal de Juicio o la mantiene, y para decidir si concede al exgobernante país por cárcel o, como insiste la Fiscalía y los querellantes, valora que su libertad puede poner en riesgo a las víctimas y los testigos que comparecen en el proceso.
Esta audiencia se compuso de dos partes. En la primera se escuchó a la Fiscalía y a los querellantes que solicitaron a los magistrados que se revoque el cese de la detención provisional otorgado por el Tribunal de Juicio al expresidente el pasado miércoles, a lo que la defensa contra argumentó.
Mientras que en la segunda mitad, la defensa solicitó al Tribunal se revoque la medida cautelar de casa por cárcel que impuso el Tribunal de Juicio a su cliente, y se le permita otorgar entrevistas a los medios y hacer uso de las redes sociales. Ante esta petición la fiscalia y los querellantes hicieron sus oposiciones.
Antes de iniciar con los argumentos, el abogado Rosendo Rivera, víctima, decidió abandonar la sala luego de que el presidente del Tribunal, Abilio González, autorizara a un solo vocero de la querella. Fue cuando Rivera se exaltó y gritó al magistrado: “tú sabes por qué lo hago, a tí no te respeto”.
El Tribunal de Apelaciones encargado de decidir lo anterior estuvo compuesto por los magistrados Gladis Moreno, Abilio González y Donají Arosemena.
FISCALÍA PIDE CÁRCEL
El fiscal Ricaurte González expuso cuatro elementos por los que consideró que Martinelli debe retornar al Centro Penitenciario El Renacer.
El primero lo atribuyó a la demora en el proceso. Dijo que tenía contabilizados 20 días hábiles perdidos de los que responsabilizó a la contra parte ya sea por retrasos en la llegada, días de descanso, o incapacidad médica.
Como segundo punto argumentó que si bien el Sistema Penal Acusatorio debe ser garantista, las víctimas también tienen derecho a ser escuchadas y enterarse cuando se va a revisar una medida que podría dejar en libertad al victimario. En este caso, dijo, no se citó a las víctimas como reza el artículo 80 del Código Procesal Penal.
También observó incongruencias en el principio ‘ultra petita’, pues la defensa solicitó el cese de la medida privativa de libertad, pero el Tribunal de Juicio se excedió con elementos que no le fueron solicitados al otorgar una medida cautelar de casa por cárcel, sin valorar los riesgos procesales. Entre ellos el peligro de fuga del acusado. Aunado a esto, dijo que no puede interpretarse el artículo 12 del Código Procesal Penal, que impone límite de un año a la detención preventiva como un hecho consumado en forma automática.
González recordó también que Martinelli le gritó al testigo protegido ‘atrevido y mentiroso’, momentos en que éste lo señaló como la persona a la cual su jefe en el Consejo de Seguridad identificó como el interesado en los pinchazos.
Enseguida resaltó que el acusado aún no ha encontrado su pasaporte italiano, documento que debía entregar en un lapso de 24 horas. Alertó que entre Panamá e Italia no media un Tratado de Extradición. De igual forma indicó al Tribunal que la esposa Marta nunca fue consultada si podía ejercer como garante del depósito domiciliario.
La querella, en voz de Carlos Herrera Morán, reiteró algunos puntos expuestos por la Fiscalía. Añadió que hace unos meses los guardias tuvieron que detener a Martinelli y su esposa en la puerta del Hospital Nacional, momento que evocó como un riesgo de fuga que puede presentar el acusado y como consecuencia, interrumpir la continuidad del juicio.
El abogado agregó que Martinelli no respeta a nadie, que tiene dinero, que no ha presentado la denuncia sobre el pasaporte que no encuentra, que en la sala hay periodistas y fiscales demandados por Martinelli. Como ejemplo mencionó los mensajes que ha recibido en su celular: “después de esta audiencia vas a terminar manejando taxi”. Solicitó, por tanto, se revoque la decisión del Tribunal de Juicio y se mantenga la decisión preventiva contra Martinelli.
Una vez finalizados las exposiciones de la Fiscalía y la querella, el juez dio traslado a la defensa para que exponga sus argumentaciones.
Carlos Carrillo inició por decir que todas las partes estaban anuentes de que 11 de junio vencía el año de detención preventiva de su cliente. Exigió respeto a las garantías constitucionales, esto en alusión a los alegatos que expuso la contra parte sobre el artículo 12. Respondió al fiscal, en forma exaltada, que no es verdad que su cliente ha causado demora, pues en su momento el fiscal Harry Díaz se fue de vacaciones 30 días y de eso no dice nada.
Defendió que su cliente no ha sido señalado con riesgo de evadirse por ningún Tribunal y que el ‘ultra petita’ que señala la Fiscalía es falso, pues la defensa solicitó el cese de la medida de detención y no una cautelar como impuso el Tribunal de Juicio.
Con respecto a la garante del depósito domiciliario respondió que la señora Marta de Martinelli estuvo presente en la audiencia, y que la dirección que aparece en el fallo del Tribunal es la misma a la registrada en el auto de apertura a juicio. Ésto último porque el fiscal se quejó de que las direcciones no coincidían.
Sobre el insulto al testigo protegido, Carrillo excusó a Martinelli diciendo que el protegido mintió en primera instancia. Y sobre los riesgos de fuga, refutó que el tener dinero no debe ser sinónimo para detener a una persona. Añadió que no hay pruebas sobre su supuesta fuga.
Alegó que el tema de los pasaportes se resolvió con el Tribunal, y que el único testigo que denunció amenazas frente a los jueces y culpó al Consejo de Seguridad, fue Luis Rivera Calles, perito informático de Medicina Legal.
Remató diciendo que el caso de su cliente no fue declarado causa compleja, y solicitó al Tribunal que considere que la apelación de las partes está dirigida a la medida cautelar, y no revoque la decisión sobre el cese de la medida preventiva.
Al finalizar las exposiciones de ambas partes las magistradas hicieron preguntas puntuales. A la defensa le solicitaron aclaración sobre el pasaporte italiano, sobre el incidente en el Hospital Nacional. Mientras que a la fiscalía le pidieron que sustentara puntualmente la vulnerabilidad que existía sobre las evidencias en caso de otorgar libertad al acusado.
Defensa apela por libertad de Martinelli, propone se mantenga país por cárcel.
MARTINELLI QUIERE USAR LAS REDES
La defensa del expresidente Ricardo Martinelli solicitó al Tribunal de Apelaciones dos cosas puntuales: que se mantenga la decisión de cesar la detención preventiva de su cliente y que le levante la prohibición de conceder entrevistas a los medios y utilizar las redes sociales.
En su disertación, el abogado de la defensa Luis Eduardo Camacho González, dejó sentada que su discrepancia con el fallo otorgado por el Tribunal de Juicio radica en la parte resolutiva. Al respecto indicó que hay una violación en el principio de congruencia ya que no se otorgó la libertad a su cliente, y en su lugar, se dispuso el depósito domiciliario. “Esto último impide el cese de una detención preventiva, pues para la jurisprudencia, permanecer en el hogar es equivalente a la detención preventiva”, dijo.
Buscó diseminar las alertas sobre la posible fuga recordando que Martinelli cuenta con permanente vigilancia de unidades del Servicio de Protección Institucional, asignados por Ley en su calidad de expresidente.
Reiteró sobre la limitante de un año como plazo para la detención preventiva que dicta el artículo 12 del Código Procesal Penal, y calificó como excesiva la prohibición a dar entrevistas.
Comparó que la Fiscalía y los querellantes sí pueden comunicar a los medios sobre el proceso, y eso los pone en desventaja.
Para disolver los riesgos de fuga, invitó al Tribunal a imponer una medida de alejamiento de puertos y aeropuertos y uso de transporte marítimo y aéreo. Luego insistió en que su cliente comparece 4 días a la semana ante el Tribunal, hecho que garantiza su permanencia y continuidad al proceso.
El fiscal Ricaurte González refutó la pretensión del abogado. Informó al Tribunal que el acusado puede afrontar 21 años de prisión y que existen 300 víctimas que también tienen un estándar que pudieran apelar ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos como lo ha manifestado la defensa.
Luego habló del cuestionado comportamiento de Martinelli en el interior de la cárcel sitio donde se han comisado celulares y chips en su celda. A continuación sacó un papel en el que se leía “favor demandar civil y penalmente al fiscal Aurelio Vázquez”, como ejemplo de la intimidación que ejerce el exgobernante sobre fiscales y víctimas. Estas amenazas también se ven en las redes, dijo el fiscal. “El acusado está acostumbrado a hacer actos prohibidos. A gritar al testigo protegido quien dijo sentir temor por las repercusiones que haya sobre él o su familia”, manifestó el fiscal. Después dio a entender que Martinelli puede influenciar a terceras personas para cometer amenazas contra las víctimas o testigos. Finalmente solicitó se desestime el recurso presentado por la defensa ya que la única forma de garantizar el proceso es con el acusado en la cárcel.
Por parte de los querellantes habló Carlos Herrera Delegado quien mencionó que la complejidad del caso es evidente a pesar de que no se haya declarado causa compleja.
Refutó que el depósito domiciliario sea equivalente a la detención preventiva. Además expresó que la imposibilidad de comunicarse en las redes le queda chica, pues es a través de este medio que se burla y amenaza a terceros. Pidió que se rechace el recurso de apelación de la defensa.
El tribunal escuchó luego a las víctimas que reiteraron muchos planteamientos de la Fiscalía y la querella. Mitchell Doens calificó a Martinelli de mitómano, lo que enojó a su abogado. Balbina Herrera puso sobre el tapete la posibilidad de que se atrinchere en la embajada de Italia e interrumpa el proceso. Se quejó que recibe insultos de allegados al exmandatario: “asesina, rata de dos patas”.
Martinelli se defendió diciendo que esto es una mentira repetida mil veces que se convierte en verdad. “Quiero recuperar mi nombre, a mi me trataron de matar, la DEA me mandó un mensaje”, manifestó. Añadió que de los 6 testigos que han desfilado ninguno le ha señalado en forma directa como autor de los hechos que le achacan. Pidió se mantenga el cese de su detención.
No hay comentarios
Publicar un comentario