Las conexiones de los carteles en Panamá

La red desmantelada tenía cierto grado de independencia de algunos carteles extranjeros, buscaban precio y revendían la mercancía a otras organizaciones de Europa, que transportaban en contenedores

El reciente operativo contra el narcotráfico que aprehendió a 6 personas, entre ellos al representante de Corregimiento de Viento Frío, Colon, y a un subteniente del Servicio Nacional Aeronaval es un ejemplo claro de los modelos que ha utilizado el narcotráfico para mover los cargamentos sin despertar sospechas.

“El papel del uniformado, por ejemplo, consistía presumiblemente en proveer de información a los carteles de la droga las cordenadas en que se ubicaban las patrulleras del Servicio Nacional Aeronaval, fechas y horas en que se realizarían las rondas, datos de esa naturaleza. Eso aseguraba la llegada de las embarcaciones de los narcotraficantes que les surtían la droga”, reveló una fuente relacionada a la investigación.

El subteniente del SENAN, Francisco Salazar, según el nodo de transparencia de la Defensoría del Pueblo, devenga un salario base mensual de $1117.80. Por el rango que ostenta Salazar, debería tener aproximadamente 20 años de servicio en las filas, si es que inició de tropa.

La red desmantelada tenía cierta independencia en comparación a otros grupos delincuenciales, según añade la fuente. “Se surtía del sur, Colombia, pero no de un cartel en específico, éste era un grupo que lidiaba con distintas organizaciones o proveedores según la conveniencia del precio y de la calidad de la droga. Los alijos se recibían en el Atlántico o Pacífico, según el proveedor. Ellos eran corredores y al llegar la droga la almacenaban y luego la transportaban en contenedores que se contaminaban, seguramente, en los puertos de donde se exportaba a Europa”, explica el investigador.

La provincia atlántica es uno de los principales puertos de entrada de la droga proveniente de Colombia que sigue su curso a los Estados Unidos o Europa.

En el 2015, la Policía realizó un operativo en el que detuvo a 19 personas, la mayoría oriundos de Colón, empleados del puerto de esa provincia, que se dedicaban a contaminar los contenedores para meter droga y enviarla a Europa.

Por otra parte, al representante de Viento Frío, Hidalgo Jaramillo, también aprehendido durante el operativo realizado la semana pasada, “se le dio seguimiento para conocer su función en el grupo. No era quien subía o bajaba la droga, es obvio que el grupo estaba organizado y mantenía una compartimentación de la actividad. Hubo una ‘actividad’ de droga en la que supuestamente él participó y recibió dinero producto de la misma”, añadió la fuente.

Las autoridades han revelado que el caso en mención se originó en febrero de 2014, y se denominó “Operación Piedra Negra”. Se logró la captura de 9 personas , el decomiso de 305 kilos de cocoína, cinco vehículos y de $129 mil.

De esa operación surgió información que permitió a las autoridades continuar con la investigación en la que se dio seguimiento y vigilancia a unas personas. “En el transcurso de los meses se realizaron algunas capturas, y producto de las mismas se hicieron interceptaciones a los teléfonos de los intervinientes, y al hacer algunas pesquisas se logró la más reciente captura en la que se detuvo a 6 personas más, todos de nacionalidad panameña”, manifiesta la fuente.

Para tal fin se realizaron 9 allanamientos en la provincia atlántica. En estas diligencias las autoridades se hicieron de 3 autos, 4 armas, tres con permiso (dos vencidos y uno vigente), y un arma sin permiso. Además incautaron 166 municiones sin detonar.

En este caso, la mayoría de los integrantes de la organización son de origen colonense. A las autoridades se les hace imposible cuantificar la cantidad de droga que esta red utilizó para enviar la droga a otras fronteras.

‘NADA DE JARAMILLO’
Gonzalo Moncada Luna, abogado del representante miembro del partido Revolucionario Democrático, asegura que las autoridades no tienen pruebas contra su cliente.

Explica que la foto que guarda la Fiscalía en contra de su cliente sobre el seguimiento efectuado a Jaramillo registra su vehículo cerca de la residencia de uno de los detenidos. “No hay foto de él entrando o saliendo de la residencia del implicado. Él, Jaramillo, entró a una casa cerca de donde se ubicaron a los detenidos. La casa es de un familiar de él. Esa es la única vinculación que le tienen.

Del resto no le encontraron dinero, ni droga, y tampoco practicaron una prueba de Ion Scan, que detecta si hubo rastros de droga, a su vehículo. Lo que origina esto es una incautación de droga en Chorrera ocurrida en enero”, explicó Moncada Luna.

Según la defensa del representante, la Fiscalía lo vincula por informes policiales que indican que él participa en la organización.

MODUS OPERANDI
Un oficial retirado de la Policía Nacional que trabajó en el área de inteligencia habló a este diario en forma genérica del modus operandi que tienen estas organizaciones. Sin referirse a alguna persona en especial, o caso en particular, el oficial indicó que este tipo de situaciones son comunes. Es normal, dice, “que una red esté compuesta por uniformados y por figuras políticas”, ambos, asegura, “brindan cierto grado de seguridad y de movilidad a la organización en forma impune”.

“El Atlántico se maneja de esa forma, se contacta a elementos de seguridad en Colon o de San Blas. Los narcotraficantes buscan áreas de abastecimiento y elementos de seguridad uniformados que estén bien informados o tengan forma de conseguir lo que necesitan. A estas personas muchas veces las ‘compran’ o las chantajean para lograr sus objetivos”.

También utilizan elementos que cargan la mercancía, éstos por lo general son pandillas armadas.

¿PARA QUÉ POLÍTICOS?
Ún político se moviliza por muchos lados, tiene contactos, y cierta inmunidad. “Estos son factores que buscan los narcotraficantes para operar. Además, por lo general son elementos fríos, es decir, que no levantan sospechas de las autoridades”, indica el oficial en retiro.

En este sentido, los grupos criminales buscan figuras que les ayuden, faciliten, sitios donde guardar su mercancía, ya casas u otros bienes inmuebles de la zona”.

Los políticos también estan enterados de muchas cosas, tienen manejo de información “sobre los posibles movimientos de la Policía, pueden conseguir casas, les ayudan (a los narcotraficantes) a tener el área segura. A cambio de eso, les recompensan con dinero, les pueden dar participación económica por información o por el movimiento del cartel dentro de la zona que representan o en la que tienen dominio político”, añade.

Los grupos organizados que se dedican a esta actividad están estructurados en varias divisiones: transporte, abanstecimiento, control, operación del sitio, seguridad, etc.

"DEBEN DEPURAR"
No es la primera vez que reportan casos en los que uniformados son detectados sirviendo o trasegando droga. En el 2012 por citar alguno, un teniente de la Policía Nacional fue capturado durante un operativo que dio con el decomiso de 406 kilos de cocaína en el distrito de Chepo. La unidad arrestada tenía 26 años de servicio.

“Es preocupante la filtración del crimen organizado en los uniformados. Esto se constituye en una amenaza seria en el sentido de que las experiencias deben dejar un mensaje. Por ejemplo, ¿qué acciones se han tomado en la Policía para minimizar estas penetraciones que sin lugar a duda tienen un impacto en la moral del personal”, se pregunta Severino Mejía, coordinador de programas de defensa y seguridad de la Universidad de Panama.

Mejía propone a los estamentos de seguridad no ignorar el tema, enfrentarlo y aplicar “los mecanismos preventivos para evitar la penetración de estas organizaciónes. De continuar así, podemos llegar a estadios similares de Centroamérica, irreversibiles”.

El Consejo de Seguridad, recuerda el especialista, “creó un comité para tratar los temas de corrupción en la fuerza pública que debería atender estas situaciones no en forma temporal, sino sostenible para cortar las cosas de raíz.

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