Comarca Ngöbe-Blugle se verá afectada según ANATI

Un informe de ‘Tommy Guardia’ detectó que las vías de acceso a Quebrada Caña, Kiab, Nuevo Palomar se verán interrumpidas o impactadas por los embalses de Barro Blanco

La Autoridad Nacional de Administración de Tierras (ANATI) ha detectado las zonas dentro de la comarca Ngöbe-Blugle que se verán afectadas en caso de completar el llenado de la represa de Barro Blanco.

Una misiva confeccionada por la ANATI a la que tuvo acceso La Estrella de Panamá identifica que, de inundarse hasta la cota 103 metros sobre el nivel del mar (msnm), la comunidad de Kiab quedaría prácticamente incomunicada. Aunado a esto, las vías de acceso a las comunidades Quebrada Plata y Cogle, si bien uno de sus accesos se verá afectado, estos poblados tienen otras vías de comunicación. El informe coincide con los estudios técnicos de las Naciones Unidas entre 2012-2013.

La carta de la ANATI que destinó a la Cancillería, representación del Estado en las conversaciones entre la hidroeléctrica y las comunidades autóctonas, recoge un análisis efectuado por el director Nacional del Instituto Geográfico Nacional “Tommy Guardia”, en el que plasma su opinión técnica.

La Autoridad de los Servicios Públicos (ASEP) autorizó el llenado del embalse en forma temporal, aún cuando estas comunidades han expresado su oposición al proyecto de Barro Blanco, situación que ha impedido un acuerdo con el Gobierno.

El informe de Tommy Guardia es claro en identificar las áreas anexas que tendrían una afectación de tierras y aguas del río Tabasará: comunidades de Nuevo Paloma, Kiab, Quebrada Caña (aproximadamente 18.2 hectáreas). Mientras que las zonas de Poblado Clabacito y Quebrada Plata quedarán exentas de afectaciones, el primero queda a kilómetros del área, señala el reporte.

La consulta de la Cancillería a la ANATI, son el resultado de una nota que envió la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de los Estados Americanos a este ministerio el 15 de junio pasado. En ella, solicita información del tema para dar respuesta a las medidas cautelares que interpuso el movimiento 10 de abril.

La solicitud de medidas cautelares del pueblo indígena responden a su situación de riesgo en la vida e integridad personal a raíz del emprendimiento de determinados proyectos de la hidroeléctrica Barro Blanco.

La CIDH solicitó a Saint Malo que le envíe la respuesta en un plazo de 7 días contados a partir de la recepción de la nota, el 15 de junio.

En este contexto, la CIDH se interesa en tres puntos particulares. El primero, conocer las observaciones de la Cancillería respecto a la solicitud de las medidas cautelares de los grupos aborígenes.

La segunda tiene que ver con las políticas que ha tomado el Gobierno para prevenir los daños a los pueblos afectados. Como último, la CIDH pregunta si existe una fecha prevista para un posible desalojo o el procedimiento contemplado en caso de ejecutar la evacuación.

La carta tiene la rúbrica Mario López-Garelli.

Esta misiva fue el detonante para que Isabel Saint Malo, canciller, solicitara a la ANATI una verificación de los suelos que podrían desmejorarse con el llenado.

El 1 de julio la cancillería respondió a la CIDH con un informe técnico que no quiso compartir con el diario. Pero avanzó se corrobora en campo las zonas para verificar el grado de precisión o discrepancia que identifica la ANATI, ya que el análisis se hizo en base a imágenes y vectores digitales”.

“La Comisión Interinstitucional está en campo en esa labor y mientras tanto se mantiene el llenado en la cota 87.5 msnm tal como se acordó con la Comisión Indígena” expresa la Cancillería. Según la entidad, “la ANATI no ha presentado puntos de afectaciones concluyentes en torno al proyecto”, concluye .

El documento que envió la cancillería a la CIDH, sustenta las acciones implementadas en torno a los diálogos por Barro Blanco.

La medida cautelar presentada por el movimiento 10 abril, se opuso al llenado del embalse en forma temporal que autorizó la Autoridad de los Servicios Públicos hasta la cota de 103 metros sobre el nivel del mar. En ella, explica que los niveles de agua inundarán e incomunicarán a las comunidades de Cogle, Quebrada Plata, Quebrada Cañas, Kiab, Nuevo Palomar y Calabacito como se detalla en los estudios técnicos que elaboró la Naciones Unidas entre el 2012-2013.

Las comunidades indígenas han expresado su oposición a la construcción de la hidroeléctrica de Barro Blanco y por lo tanto no han llegado a ningún acuerdo con el Gobierno de Panamá con respecto a su reubicación para dar paso a la inundación del embalse.

A pesar de que los bancos que financian la obra y los representantes de GENISA, empresa desarrolladora de la hidroeléctrica, y el Gobierno indicaron que la mayor parte del proyecto esta fuera de los terrenos de la Comarca, los embalses de la represa sí afectan el área anexa del Corregimiento Bakama, insiste la nota que solicita medidas cautelares.

El peritaje de las Naciones Unidas concluyó que el proyecto tendrá “impactos importantes sobre el modo de vida y las economías de las poblaciones Ngöbe de Quebrada Caña, Kiad, y Nuevo Palomar. Los relacionados a la inundación, si bien bastante reducidos (6 hectáreas), deberán considerar las afectaciones adicionales producto de la crecida del rio por encima de la cota 103”.

Se concluye que el impacto con respecto al acceso y uso 8 de recursos no solo afecta la inundación de las parcelas, sino que dichos impactos afectaran directa e indirectamente a las 3 comunidades.

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