Aproximadamente a un mes de haber tomado el cargo como administrador de la Autoridad de Innovación Gubernamental (AIG), Irving Halman, se percató de que los correos electrónicos de la entidad habían sido borrados.
Enseguida llamó al equipo especialista e interpuso una denuncia ante la Fiscalía Segunda para que se investigue por qué razón todos los correos electrónicos de la AIG fueron borrados justamente el día de las elecciones generales, 4 de mayo de 2014.
Hay una alta probabilidad de que fue un hecho exprofeso para desaparecer información valiosa. Se sospecha de que alguna empresa relacionada a los servidores podría haber influido para concretar el delito.
Coincidentalmente, éste hecho empañó la labor de la Fiscalía Sexta cuando intentó verificar el cruce de correos entre el exadministrador de la AIG, Eduardo Jaén acusado de corrupción y peculado, y la empresa que se hizo de los contratos.
La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia autorizó una inspección ocular a los correos de la AIG. Diligencia que se pretendía efectuar el 7 de diciembre de 2015 pero los investigadores se toparon con que la información había desaparecido.
En el reporte de acceso de la AIG, consta que del 5 al 8 de mayo, ingresaron 4 funcionarios supuestamente para intentar rescatar la información.
Los correos contenían valiosos datos e informes estadísticos, de proyecto, programas e información sensible que se relaciona a criterios instrucciones y políticas institucionales emanadas del despacho superior, con lo cual, este activo de alta importancia para la AIG que estuvo bajo la custodia y cuidado de la anterior administración, perdió en su totalidad. También se determinó que Jaén tenía un usuario y contraseña como rol administrativo durante el lapso que pudo dar el incidente, así como las intervenciones posteriores con potestad de hacer cambios que un usuario regular no podría hacer.
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