Panamá debe estar orgulloso del periodismo que tiene

Por: Mariela Sagel
Para melodijoadelita.com


Dedicado profesional con una extensa experiencia internacional reconoce la capacidad de los panameños. Conversó con ‘La Estrella’ de su trayectoria. Hizo énfasis en el respeto al idioma

Enrique Durand, argentino, fue el presidente del jurado del XVII Premio Nacional de Periodismo, que se entregó anoche. Entre su muy amplio currículum está el haber sido hasta hace tres años el Gerente de Redacción de CNN en Español y creador del Manual de Estilo Periodístico de esa empresa. Oriundo de la localidad norteña de Jujuy, lleva a cuestas 60 años de periodismo, ya que empezó a trabajar a los 13 en un diario del cual su padre era uno de los socios y administrador.

SUS PRIMEROS AÑOS EN ARGENTINA
Me tocó hacer dos años en la Marina por la obligatoriedad del servicio militar. Me trasladaron como un conscripto escribiente a Buenos Aires. Como tenía tiempo libre y quería valerme por mí mismo económicamente, me puse en contacto con la agencia de noticias Saporiti y me ofrecí a trabajar unas horas por la noche. De allí pasé a El Diario de la Tarde. En ese año, 1962, se celebra la conferencia de Punta del Este a la que va el Che Guevara, aquella donde se expulsa a Cuba y el diario envía un equipo de periodistas a cubrirlo, entre ellos a mí. Cuando se cumplieron los dos años de mi obligatoriedad del servicio militar entré a trabajar a la Agencia United Press Internacional (UPI), en la cual laboré por 23 años. Dejé el diario y me dediqué solamente a la UPI. Conocí a mi mujer y nos casamos, hace 48 años.

SU SIGUIENTE PASO, NUEVA YORK
En UPI me ofrecieron irme a Nueva York. Nos fuimos en el año 1968, a pesar de las iniciales reticencias de mi mujer, después de haber trabajado cuatro años en Buenos Aires.

Mi carrera se había acelerado dentro de la agencia, era la década de los 70, con tanto conflicto regional, y había mucho trabajo. En 1979, me trasladan a Washington, como corresponsal senior para atender todos los asuntos de América Latina; es decir, estaba acreditado ante la Casa Blanca, el Departamento de Estado, todos los ministerios y agencias, algo muy retador.

Mis dos hijos mayores ya habían nacido y el tercero nació en Nueva York. En el año 1985 dejé UPI, cuando empieza la declinación de la agencia debido a los cambios de dueño y me voy a la OEA, bajo el mando del embajador Joao Baena Soares y me encargué de la dirección de la revista Américas. Durante tres años actué como jefe de prensa. En esos años me ofrecen trabajo en la Voz de América, para iniciar el departamento de Radio Martí, que iba a salir en esa época. Allí estuve hasta el 97 y por entonces CNN lanza el canal en español de 24 horas y me voy a Atlanta, donde me enamoré del equipo profesional que lo conformaba, el dinamismo que tenía, algunos viejos conocidos míos.

SU ÉPOCA EN ATLANTA
Cuando fui a trabajar a CNN Español varios colegas de la Voz de América aplicaron y también les dieron trabajo y coinciden que eran parte del equipo que yo había creado y cubrimos la primera conferencia de las Américas en el año 1984, una cobertura que nos valió un premio. En CNN estuve casi 15 años, hasta fines del año 2012, en que cambia el nuevo modelo de negocios y me di cuenta de que a los 71 años era hora de jubilarme, cosa que hice, pero sigo activo, doy talleres de periodismo, principalmente capacitación para televisión, el año pasado estuve con los de Medcom.

EL CÍRCULO COMPLETO DEL PERIODISMO
He trabajado en diarios, agencias de noticias, en revistas, en radio y en televisión; con CNN, he cubierto toda la gama, lo que me da una percepción de la actividad del periodismo y lo que es el negocio del periodismo, porque allí hay un negocio y a eso es a lo que me dedico ahora. Mis colegas me piden que dicte charlas, dicte talleres y pongo al servicio todas esas experiencias.

La base de los talleres es distinguir los principios éticos, que son fundamentales en el ejercicio del periodismo y la práctica y lo segundo se apoya en lo primero; es decir, no podemos tener dioses con pies de barro, por hacer una analogía. Es muy pertinente, con la explosión de los nuevos medios, que la tecnología está cambiando toda la actividad periodística. Lo que está pasando con la lectura online de los diarios es casi como lo que ocurrió cuando se inventó la imprenta, ya no había monjes copiando a mano. Grandes diarios están empezando a obtener réditos de la suscripción de sus páginas de internet (como el New York Times y el Wall Street Journal).

Esa apabullante velocidad de la tecnología no había encontrado la manera de monetizar esa producción. Esto se va a acelerar en los próximos dos o tres años y se está logrando la transferencia de las redacciones impresas a las electrónicas. Todo este proceso es interesante.

ESTUDIOS
Yo soy autodidacta. Me formé haciendo mi carrera. He leído muchísimo y mi educación cultural la he obtenido por mí mismo. Cuando empecé a trabajar en el diario de mi padre, una de las opciones era quedarme a trabajar con él y la otra irme a Córdoba o Buenos Aires a estudiar, lo que hubiera sido oneroso.

Una vez que uno empieza, volver a los estudios es difícil. He sido un ávido lector no solo de literatura, sino de otros temas. Practicando el periodismo como lo hacía, tenía que autoeducarme en el tema y conocer más, lo que ha requerido una gran disciplina y cierta dosis de humildad.

El idioma no fue una barrera cuando me fui a Estados Unidos. Los servicios para los que he trabajado han sido las versiones en español, pero siempre había el editor que te da la mano y te corrige en lo que has fallado.

AMOR POR LAS PALABRAS
En el 2003 participé en el Congreso Internacional de la Lengua con la ponencia ‘El español, lengua de comunicación universal’, donde menciono la influencia que tienen otros idiomas en el español. Los escritores periodistas que han logrado enriquecer el ejercicio le hacen un honor siendo tan buenos escritores. Truman Capote, por ejemplo, o Mario Vargas Llosa. Le dan un giro y estilo muy atractivo. Hay a quienes les gusta esa manera y otros que prefieren algo más riguroso y directo.

Hay periodistas que son más cuidadosos con el idioma y otros que no lo son tanto y en este proceso de transformación han ido desapareciendo los correctores de estilo o editores. Y eso se nota porque ahora ponen casi todo lo que se le ocurre al reportero y se nota la decadencia en la redacción.

En los talleres hago hincapié en que soy un enamorado de las palabras y que hay que usarlas con la más absoluta asertividad. Si tenemos dudas, está a mano el diccionario y el internet. De allí salen las deformaciones de las palabras.

Soy absoluto defensor de no usar palabras ‘spanglish’, eso es esnobismo. Pero hay casos, como en el campo tecnológico, donde es permisivo hacerlo.

TUITERO
Twitter es el nombre del sistema, por lo que se debe escribir como se escribe, de allí, que sea correcto decir que uno escribe un tuit, que expresa un dato de noticia o de hecho. Si yo escribo tuits, estoy tuiteando y eso me hace un tuitero, y eso distingue género, y así se va asimilando al idioma.

En el twitter se crea la necesidad de acortar lo que se quiere decir. Se puede utilizar como un instrumento de análisis noticioso y se aplican los mismos cánones de ética, de veracidad, de precisión. También para opinar.

Una vez que me jubilé, lo utilizo como vehículo de opinión y trato de vincularlo a la fuente de donde sale. Ocurre que cuando un señor dice o hace algo, es su responsabilidad, pero si ese señor ocupa una posición de poder, a la que ha llegado por medio del voto, ese señor o señora tienen una responsabilidad muy grande al emitir esa opinión. Y uno opina qué tan bien lo están haciendo y la mayor parte del tiempo es cuán mal lo están haciendo, y eso es un agravante mayor.

Los gobernantes que usan twitter crean el escenario, inducen al mismo. Lamentablemente, en la mayoría de los casos, poco tiene que ver con la realidad ese relato, es lo que ellos quieren hacer ver e influir en la gente en su propio beneficio político. La Presidenta de Argentina, por ejemplo, expresa su relato. Ella no ofrece conferencias de prensa. En twitter es muy cómodo y nadie se lo discute. Lo usan en su propio provecho y no necesariamente son veraces.

PANAMÁ, EXCELENTES PERIODISTAS
En términos generales estoy realmente asombrado y complacido, examinamos 107 trabajos en distintas modalidades. Es impresionante la alta calidad del periodismo que se está haciendo en Panamá. En algunos casos ha sido difícil tomar una decisión, de allí que se han otorgado menciones. La elección ha sido difícil, Panamá tiene que estar orgullosa del periodismo que tiene. Después entran en juego el valor intrínseco que cada trabajo tiene, pero desde el punto de vista de principios, de ética y la alta calidad del periodismo panameño, hay excelencia. No es complacencia, también hay no muy buenos.

Me siento muy honrado de haber compartido con la calidad de los jurados que hemos participado y no hemos tenido grandes diferencias, somos de diferentes medios, de diferentes escenarios y en la mayor parte de los casos fue por consenso.

SU MUJER, ARTISTA
Mi mujer es una mujer del renacimiento, Reinassance woman, muy talentosa. Nos conocimos en Buenos Aires, ella es porteña. Es muy resuelta, hace las cosas con mucha decisión, al principio hacía cerámica e hizo piezas absolutamente preciosas. Dejó la cerámica y cuando fuimos a Washington empezó a trabajar con las computadoras y desarrolló varios programas. Ella provee la asistencia tecnológica. Yo soy el usuario. En Atlanta empezó a desarrollar la fotografía y desarrolló ese matrimonio entre la fotografía y la tecnología. Hace un par de días recibió un premio importante por sus obras.

Cuando estoy con ella me preguntan si yo soy el artista y les aclaro que yo soy la mano de obra, el chofer. Desde que me jubilé le dije que estaba a su servicio, a veces le robo el tiempo para venir acá, por ejemplo, que trato de compartir con generaciones más jóvenes. Ha tenido varias exhibiciones individuales. Ella dedica mucho tiempo a trabajar con comunidades en las montañas de los alrededores de Atlanta. No soy su mánager, ella tiene el poder de la bolsa desde que nos casamos, hace 48 años.

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