La ley de responsabilidad fiscal se subió a 10,5% el tope del déficit fiscal, y como resultado del déficit registrado en 2020, de 9.95%, lo que se vislumbra como un cumplimiento con un margen altísimo, muy estrecho.
El balance fiscal preliminar emitido por el Ministerio de Economía y Finanzas al mes de diciembre de 2020 refleja la caída en picada de los ingresos del Estado en -$5,350 millones, lo que, en comparación al Producto Interno Bruto, es de 9.95%. Esto indica que el déficit se triplicó en comparación con el año pasado por el efecto de la pandemia.
En 2019 se registró una cifra de -$1,913 millones, lo que significa que en términos porcentuales representó un aumento de 7.% en comparación al año anterior. Esto indica que los ingresos corrientes cayeron $-2,600 millones en total. De esta caída una parte importante es del gobierno central y la otra de la Caja Seguro Social que dejó de percibir $656 millones producto del impacto de la pandemia en el sector laboral.
Otro dato importante es que el costo de los intereses se ha elevado en casi un 12%.
Los números obligan al gobierno a tomar decisiones para reducir los gastos y aumentar los ingresos, ya que el déficit es muy hondo, aunque entre las alternativas no se contempla una reforma fiscal como lo dio a conocer esta semana el director de la Dirección General de Ingresos, Publio De Gracia.
La ley de responsabilidad fiscal se subió a 10,5% el tope del déficit fiscal, y como resultado del déficit registrado en 2020, de 9.95%, lo que se vislumbra como un cumplimiento con un margen altísimo, muy estrecho, que obliga al gobierno central a meditar qué fórmulas implementará para balancear las finanzas públicas.
Las leyes especiales, por ejemplo, representan al estado un estimado de $200 millones cada año. No obstante, en 2020, entró en vigor el tercer aumento comprometido a los docentes en administraciones anteriores que obligó al Estado a desembolsar $300 millones aproximadamente, lo que presionó gastos por aproximadamente $500 millones en los que se hicieron compromisos de aumento de salarios derivados con sectores profesionales del país.
La ley de responsabilidad fiscal se subió a 10,5% el tope del déficit fiscal, y como resultado del déficit registrado en 2020, de 9.95%, lo que se vislumbra como un cumplimiento con un margen altísimo, muy estrecho, que obliga al gobierno central a meditar qué fórmulas implementará para balancear las finanzas públicas.
En lo que respecta a los gastos totales, en 2020 superaron a los del año pasado en un 5.7%, es decir, $15,111 millones que, en comparación con el año anterior, cuando se registraron gastos por $14,296 millones, implica una diferencia de $815 millones más en gastos producto de la pandemia.
En el informe se cita que la Caja de Seguro Social, por ejemplo, hubo gastos por $3,726 millones, mientras que el gobierno central desembolsó $5,884 millones
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