Panamá cierra el año con una tasa de desempleo del 18,5%

De acuerdo al Inec, 371,567 personas se encuentran desempleadas, mientras que 767,162 componen el mercado informal, lo que representa un aumento de 44% a 52% en relación a 2019.  Los panameños se reinventaron en otras actividades para sobrevivir a la pandemia    


En este segmento de desempleados 371,567 tienen 15 años o más de edad.

El año cerrará con un  índice de desempleo de 18,5% de acuerdo a los resultados que arrojó una encuesta telefónica efectuada por el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) realizada durante el mes de septiembre y octubre pasados.

Estas cifras equivalen a un total de 371,567 personas desempleadas. Números que dan cuenta de los efectos de la pandemia en un sector cuyo comportamiento en 2019 se calculaba en un 7% aproximadamente.

Muchas de estas personas desempleadas engrosaron el empleo informal del país. Se calcula, de acuerdo al instituto, que existe un 52,8%, es decir quienes buscan sus ingresos en actividades que no están en el mercado formal.

“En el 2019 ya teníamos una informalidad que ganaba terreno, estaba en 44,8% (716,113 personas) que obtenía ingresos fuera del formato laboral, y con la crisis se aumentó a 767,162 personas”, manifestó el economista y director del Inec, Samuel Moreno. La pandemia transformó la composición del mercado laboral y arrinconó a 51,049 personas a buscar ingresos de otra forma: vendiendo comida, haciendo delivery, readaptaron su profesión y ofrecieron sus servicios, por ejemplo.

La situación para el primer trimestre de 2021 se espera muy compleja ante la incertidumbre del comportamiento de la pandemia por el incremento de casos, y la falta de confianza del sector empresarial para restablecer los contratos suspendidos en un ambiente con muy poco consumo.

Las proyecciones indican que, en un panorama favorable, en 2022 podríamos retornar a los niveles de desempleo del 7% registrado antes de la pandemia. Pero esto depende de una serie de factores a considerar. El primero es que en el horizonte del gobierno se contemple un plan de inversión agresivo en infraestructura pública en proyectos que han pasado por procesos de licitación. La construcción aporta un 17% al Producto Interno Bruto. Un segundo componente se centra en el manejo de la situación sanitaria y la administración de vacunas a la población durante el primer trimestre. La expectativa es que lo anterior genere un ambiente óptimo para reincorporar al mercado formal a los más de 200 mil contratos que todavía están suspendidos. El  tercero es la capacidad de consumo del ciudadano, que se enciende con la activación de empleos. 

En este segmento de desempleados 371,567 tienen 15 años o más de edad.

Cabe mencionar que en octubre se reactivaron varias actividades económicas del país, como la aviación por ejemplo, lo que contribuyó a integrar a 105 mil contratos suspendidos, según datos del Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel).

“Panamá, desde el punto de vista de la acción del Mitradel ha trabajado por ensayo y error en el sentido de que al hacer una cuarentena tan drástica por el sistema de salud, había que encontrar el punto de equilibrio para evitar despidos masivos”, explicó Moreno.

ENDEUDAMIENTO
Durante 2020, Panamá emitió $8,205 millones en bonos como una medida para equilibrar el presupuesto nacional ante el cierre de la economía. Esta cifra en términos per cápita se traduce en $1,823 por panameño.

Incluso antes de la pandemia Panamá acudió al mercado internacional para generar bonos y cumplir con el pago de proveedores y conquistas de gremios. Después de la pandemia, al no tener una banca central y depender del financiamiento internacional, la calificación de riesgo le permitió al gobierno apalancar financiamientos internacionales.

De acuerdo a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), los niveles de endeudamiento bruto de los gobiernos centrales de la región Latinoamericana y del Caribe,  clasificados por residencia del acreedor presentan, en promedio, una estructura proporcional, pero individualmente los países de América Latina  presentan escenarios bastante heterogéneos.

Entre los países con un nivel de endeudamiento con acreedores externos superior al 70% se encuentran Paraguay, Nicaragua, Panamá y la República Dominicana. El 80% de la deuda de Panamá es externa, mientras que un 19% es interna.

La Cepal prevé una contracción del PIB en Panamá de -11%. Paraguay es el país que presenta un mejor comportamiento con -1.6%, Guatemala -2.5%; Haití -3.0%; Nicaragua -4%; Uruguay -4.5%; Costa Rica -4.8%; Brasil -5.3%; Chile -6%; México  -9%; siendo Venezuela el de mayor contracción con -30% precedido por Santa Lucía con un -26%.

No obstante, para 2021 se pronostica que la región experimentaría un repunte del crecimiento del 3,7% en promedio. América del Sur crecería un 3,7%, Centroamérica y México, un 3,8%, y el Caribe, un 4,2%. Para Panamá apuntan una proyección de crecimiento del 5.5%, posicionado entre los 10 países de la región con mejor desempeño económico precedido por las islas del Caribe y Belice.

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