Impacto socioeconómico del covid-19 será trillonario

Se estima que en el mundo se perderán entre 5 y 25 millones de empleos que representan ingresos de alrededor de $860 billones a $3.4 trillones

La Organización para las Naciones Unidas (ONU) publicó el informe "Responsabilidad compartida, solidaridad compartida, respondiendo a los efectos socioeconómicos del covid-19", en el que describe la pandemia como un verdadero reto económico para el mundo, e incluso pone a prueba a la organización desde su creación. En palabras cortas, el virus provoca una desarticulación económica y social que resentirán más las pequeñas y medianas empresas, así como la población informal o quienes viven del día a día. No obstante, para salir de la crisis, la ONU propone una serie de ideas en las que incluye el mayor estímulo global fiscal de la historia, que busque reducir el monto de los tributos, inyecte dinero a las poblaciones vulneradas para que sean los hogares los motores para reactivar la economía, aunado a préstamos comerciales con bajas tasas de interés.

En 12 semanas el virus se ha convertido en una gran pandemia. Hasta el 26 de marzo se contaban 416,686 casos confirmados de covid-19 y 18,589 muertes. Esto, según el reporte, es solo la punta del iceberg. La destrucción económica del virus ha sido devastadora y será peor a medida que escale en los países más pobres del planeta. Aunque ha habido progresos sustanciales en el desarrollo de la vacuna, estará disponible en un periodo de 12 a 18 meses.

Los efectos económicos son devastadores para la economía formal e informal. El virus ha golpeado a una economía que ya mostraba fragilidad y se esperan índices de desempleo históricos. Las medidas restrictivas de movilidad, como es sabido, han causado afectación en la cadena de suministros y ha provocado una baja en los precios de los productos (commoditys), en especial el petróleo, lo que ha ralentizado los mercados financieros y la condición de liquidez en muchos países creando condiciones sin precedentes del volumen de salida de capital procedente los países en desarrollo que han provocado una escasez del dólar. Las Naciones Unidas prevén que las moneadas débiles van a presionar la habilidad de los gobiernos para maniobrar en los estímulos fiscales a escalas que garanticen estabilizar la economía y capear la crisis sanitaria.

DESEMPLEO BILLONARIO
Se estima que se perderán entre 5 y 25 millones de empleos que representan ingresos de alrededor de $860 billones a $3.4 trillones. Las pequeñas y medianas empresas, los independientes y quienes viven del día a día, serán los más afectados.

Esta crisis amenaza con retroceder los derechos alcanzados en materia de género y exacerbar la pobreza femenina que será aún más vulnerada a la violencia y la participación igualitaria en el trabajo.

Esta situación es similar al caso de los migrantes de nacionalidades como El Salvador, Haití, Honduras, Nepal, Tonga, Tajikistán y Kyrgyzstan. Un sector informal golpeado que requiere de protección social en sistemas ahora limitados.

La situación en los países en desarrollo son de especial preocupación. La diseminación del virus en estos países va a debilitar la ya fracturada macroeconomía de esas naciones que ya tienen deuda acumulada y que verán disminuidos sus ingresos por efectos del virus.

La crisis del covid-19 no solo amenaza a las poblaciones vulnerables, la ONU estima que revertirá en términos de décadas el progreso alcanzado en la lucha contra la pobreza y la desigualdad entre países. La volatilidad ha empezado a impactar el precio de la comida, lo que puede traducirse en malnutrición en las poblaciones vulnerables.

A no ser que se apliquen medidas de inmediato, las interrupciones en la contribución tributaria para suprimir virus empeorarán dramáticamente la situación. Esto es especialmente importante en las potencias desarrolladas donde es más compleja la crisis por el tamaño de la población vulnerable.

UN BILLÓN DE NIÑOS SIN ASISTIR A LA ESCUELA
En el sector educativo, 166 países han cerrado escuelas y universidades. Mas de 1.2 billones de niños y jóvenes no están asistiendo a sus aulas de clase. Esto representa el 87% de la población matriculada en escuelas y universidades. En adición a esto, cerca de 60.2 millones de maestros no están en las aulas.

La suspensión de clases tiene un efecto colateral y adverso en la población infantil y juvenil que se refleja en el comportamiento social y en el desarrollo. Cuando las escuelas están cerradas muchos niños dejan de percibir alimentos que antes consumían en durante clases. Esto impactará en la nutrición de los mismos y en la economía de las familias a las que se les carga este gasto. El Programa Mundial de Alimentos (World Food Program) estima que más de 320 millones de niños que asisten ala primaria están dejando de percibir su comida. Dejar de asistir a la escuela también genera presión sobre las familias, especialmente sobre las mujeres, que tienen que facilitar los estudios en la casa.

La suspensión de estudios puede llevar a una alza en la tasa de trabajo infantil especialmente en los países en desarrollo.

TECNOLOGÍA
La aceleración en el desarrollo tecnológico en muchos países, a raíz del impacto del virus, ha sido un factor beneficioso dentro de las malas noticias. No obstante, deja entrever el acceso a Internet de la población, abre aún más las brechas entre quienes tienen acceso a la red y quienes aún no lo tienen.

El teletrabajo ha sido un remedio para la salud mental de los empleados, pero la conectividad y la remota participación de acceso para el material escolar, la salud e información deja a 3.6 billones de personas en el mundo que no tienen acceso a la red.

Las personas mayores no solo están expuestos con más riesgo al virus, la soledad les hace soportar con menos fuerza la situación. Los sin techo están altamente expuestos al virus, así como las personas con ciertas discapacidades pueden quedar sin soporte debido al distanciamiento planteado para combatir el virus.

ESTÍMULO FISCAL DE LA HISTORIA
Es necesario mantener los empleos, enfocarse en familias, mujeres, niños y jóvenes, así como en las pequeñas y medianas empresas, el sector informal para intentar rescatarlos.

Para ello, recomienda implementar medidas en diferentes niveles. Por ejemplo, las organizaciones internacionales y financieras, así como los grupos como el G20 deben coordinarse para dirigir su apoyo con medidas económicas y sociales, monetarias y compartir las buenas prácticas aprendidas.

Los países en desarrollo y subdesarrollado no cuentan con los recursos de las potencias para poder responder en forma rápida a la crisis financiera y sanitaria.

En este sentido, se repite una frase conocida para todos los países, la colaboración de la sociedad es indispensable para luchar contra el virus.

El shock económico que enfrenta el mundo, los colapsos simultáneos en suministro y demanda, llama a crear el primer estímulo fiscal global de la historia. Un paquete capaz de inyectar recurso masivos a las economías y restaurar la confianza en el futuro. Dicho estímulo debe canalizarse no solo al sector empresarial, sino a pequeñas empresas de todo el mundo que sustentan la economía global. Es importante proteger a los proveedores de las grandes empresas y la demanda global del consumidor en el hogar con ingresos que marquen el comienzo de la reactivación de la economía global. Esto debe ser complementado con un apolítica monetaria y financiera.

Para que sea efectivo, el paquete de estímulos requiere centrarse en la transferencia directa y dirigir los recursos a los hogares más vulnerables, ampliar la preparación para emergencias sanitarias, protección social, reducción de impuestos, bajas tasas de interés, acceso al crédito, seguros y planes de apoyo salarial. Este apoyo debe implementarse en los países que carecen de capacidad para ejecutar estas medidas.

La ONU recomienda a los países a proteger su fuerza laboral, especialmente de quienes viven del día a día, del sector informal y apoyar su empleo e ingresos. En este sentido deben dirigirse las políticas fiscales.

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