Minsa confirma dos casos de galenos contagiados de tuberculosis

Se trata de dos residentes que laboraban en el Hospital Santo Tomás y que al parecer no tomaron las medidas de bioseguridad, los galenos fueron aislados e incapacitados y reciben tratamiento satisfactoriamente

El Ministerio de Salud reportó dos casos confirmados de médicos residentes de la carrera de otorrinolaringología que se contaminaron con tuberculosis durante la práctica médica en el Hospital Santo Tomás. Los casos fueron confirmados esta semana cuando a los galenos, quienes deben hacerse controles periódicos, se les detectó la enfermedad, lo que condujo a un tratamiento inmediato a los mismos e incapacidad mientras se encuentran en estudio, periodo en que tendrán nulo contacto con sus colegas o pacientes.

Se presume que los médicos se contagiaron por no aplicar correctamente las normas de bio seguridad, indicó la jefa de epidemiología del Ministerio de Salud, Lourdes Moreno. “Muchas veces los médicos se corren el riesgo de estar en contacto directo con los pacientes y pensamos que si usamos guantes o batas el paciente puede sentir que hay una distancia entre el paciente y el médico pero es muy necesario tomar esas medidas”, indicó Moreno.

Es el tercer médico contaminado en los últimos dos años. En 2018 se registró uno y este año, dos.

El director del hospital, Ángel Cedeño, manifestó a La Estrella de Panamá, que en el hospital se encuentran internados unos 20 pacientes. Entre las medidas mencionadas que deben implementar los galenos, es el uso de guantes, mascarillas, batas, lavado de manos.

Moreno explicó que se ha detectado una situación que tiene que ver “con bioseguridad dentro de la misma sala de neumología donde se hizo una remodelación a la sala de tuberculosis, que el contratista debe entregar (a finales de mes). No obstante, hubo deficiencias porque no tenía los estándares adecuados de presión negativa, importante para que evitar la transmisión de los gérmenes, las puertas no cumplían con las condiciones, las ventilaciones tampoco, sin embargo se han hecho las adecuaciones necesarias y que van a entregar la sala luego de un gran litigio”, añadió Moreno.

Aunque los pacientes con tuberculosis se encuentran aislados en otra sala, médicos que conversaron con este diario, solicitaron a las autoridades se tomen las medidas de prevención, pues se requiere de un abordaje completo que evalúe las causas, atención hospitalaria porque existen cambios de patrón en la enfermedad.

El doctor Cedeño manifestó que los casos de tuberculosis han ido en aumento, principalmente por el crecimiento del país y el hacinamiento en varias comunidades. El hospital trata con este tipo de casos con frecuencia, por eso es que el número de hospitalizados no alarma a Cedeño, quien indicó que “en la población, más de 80% ha tenido contacto con la enfermedad pero no se les ha desarrollado por la resistencia de su sistema inmunológico”.

El galeno agregó que portar la enfermedad de tuberculosis no es sinónimo de contaminar al resto. “Una persona puede tener tuberculosis y no infectar, mientras no esté basiloscópicamente positivo, es decir que la bacteria no sea expulsada, no contagia”, aclaró.

El doctor dijo que a finales de diciembre deben entregar la sala remodelada y que la misma debe contar con filtros y un sistema de luz ultravioleta para limpiar el aire que circula , espera que el 31 de diciembre el contratista cumpla con la entrega.

La doctora Moreno consideró que existe una mejor captación de pacientes, diagnósticos y se les brinda el tratamiento a quienes lo requieran. en muchos pacientes el contagio está asociado al VIH, aunque no significa que los casos registrados en el hospital necesariamente se hayan producido por una relación con el virus.

Entre los síntomas que puede sentir un paciente de turberculosis está la tos, fiebre y pérdida de peso.
Cedeño habló sobre los índices que determinan al Hospital Santo Tomás: “Tiene 17 mil partos exitosos; en infecciones estamos mejor que varios hospitales en el mundo; no faltan medicamentos, el abastecimiento es superior al 96%. El Santo Tomás no para, la mortalidad general es menos del 3%, es decir, de cada treinta solo uno muere. El hospital está relativamente bien, pero estamos terminando de instalar el sistema de desechos peligrosos que debe estar lista el 31 de diciembre”.

Esta enfermedad el año pasado (2018) atacó a 1,746 ciudadanos, unos 100 eran niños en edades de 0 a 14 años. Ese año fallecieron 175 pacientes.

Hasta octubre de 2019 se registraron unos 748 casos. Según el programa Nacional para Control de la Tuberculosis del Minsa.

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