"En la medida en que avanzamos en el reconocimiento, derribamos muros"

El rabino Gustavo Kraselnik describe la esencia del diálogo interreligioso desde una óptica especial: un judío con raíces polacas que derriba barreras y aloja en la sinagoga a 49 peregrinos de ese país, donde durante la II Guerra Mundial se ubicó uno de los mayores campos de concentración nazi

A lojar a 49 peregrinos de nacionalidad polaca en la sinagoga Kol Shearit, de Panamá, en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud, no solo es una muestra de que es posible convivir en paz a pesar de las diferencias. Es algo más. Los abuelos del rabino Gustavo Kraselnik migraron de Polonia a Argentina hace un siglo, momentos en que las relaciones entre judíos y polacos eran malas, el antisemitismo se sentía en cada esquina, odio que luego desencadenó en la peor masacre de la humanidad que recuerda el pueblo judío: el Holocausto. Si su abuela viviera en nuestros tiempos, como dice el rabino, estaría sorprendida de que lo que antes parecía utópico, hoy es una realidad. Hoy existe la tolerancia, se pueden compartir y unir esfuerzos para un mismo objetivo: lograr la paz.

¿QUÉ SIGNIFICA PARA USTED LA VISITA DEL PAPA?
A mí me parece que es un evento trascendental. La visita del papa tiene un mensaje valioso que transmitir, especialmente relacionado a la espiritualidad en términos sencillos. Lo que representa él como figura de la Iglesia Católica y uno de los principales protagonistas de la escena mundial; me parece que es muy importante su visita a Panamá.

¿CÓMO NACIÓ LA IDEA DE ALOJAR A 50 PEREGRINOS EN LA SINAGOGA?
Esto fue consecuencia de un trabajo que venimos realizando con nuestros vecinos de la parroquia San Lucas. Hace varios años nació una amistad con el padre Miguel Ángel Sia Ruíz, a quien ya trasladaron, pero tuvimos mucha conexión y eso trasladó a hacer cosas en conjunto. Por ejemplo, hubo una iniciativa de apoyarnos en el Banco de Alimentos de Panamá, que es un proyecto de la parroquia, hicimos encuentros corales entre los coros de cada institución y otros encuentros culturales. También hicimos un video de Hanuka y Navidad, tenemos una trayectoria de compartir. Un día, conversando con ellos, nos planteaban lo desafiante de la propuesta de la JMJ y recibir a un gran número de peregrinos, y ellos tenían la responsabilidad de realizar la logística en Costa del Este. Así que inmediatamente les pusimos a disposición los cuatro salones de clases que tenemos en la sinagoga. Eso quedó ahí y seguimos avanzando en los preparativos, y de pronto todo mundo se enteró y se hizo una gran noticia.

¿DE QUÉ NACIONALIDAD SON LOS PEREGRINOS QUE ALOJA LA SINAGOGA?
Son dos grupos de jóvenes polacos. En la parroquia se instalaron muchos más, porque ellos ahí tienen el colegio y hay varios obispos que también estarán en Costa del Este, así que hay una tarea admirable hacia ellos. Nosotros estamos poniendo nuestro granito de arena, es un evento trascendental para el país, estaremos en las noticias del mundo por toda una semana y al final, no se trata, de este gesto puntual del rabino o la sinagoga, sino que estamos mostrando nuestra cultura, que podemos convivir en un clima de armonía, a pesar de las diferencias que hay en las religiones.

JUSTO DE POLONIA, EL SITIO DONDE SE INICIA LA MARCHA POR LA VIDA CUANDO LOS JÓVENES VISITAN LOS CAMPOS DE CONCENTRACIÓN NAZI...
Yo pensé, cuando me dijeron que eran polacos, en lo significativo que sean de esa nacionalidad. Mis abuelos llegaron de Polonia a Argentina hace unos cien años y, sin duda, la dinámica que ellos tenían era opuesta. Las relaciones eran malas, el antisemitismo se percibía en el ambiente, y por dentro pensaba, ¿qué diría mi abuela, en paz descanse, si viera esta situación? Sin duda, estos son testimonios de los tiempos que estamos viviendo. Hoy en día las relaciones judío católicas pasan por una excelente realidad, testimonio de muchos pasos que se han dado. Por supuesto que no se puede olvidar el pasado, pero tampoco debemos quedar amarrados a él. Es un gesto simbólico, importante, que marca tiempos de armonía.

¿QUÉ DIRÍA SU ABUELA, ENTONCES?
Estaría sorprendida porque en su coyuntura esto hubiese parecido utópico. Debemos apreciar esta realidad que tenemos y seguir trabajando porque en la medida en que avanzamos en el reconocimiento y entendimiento, vamos derribando muros. Es el principio básico para solucionar cualquier tensión.

¿CONSIDERA QUE HAY ANTISEMITISMO EN PANAMÁ?
Yo diría que no hay un nivel de antisemitismo manifiesto como en Argentina, donde es más evidente y uno escucha cosas en Europa que son muy preocupantes. Sí creo que tenemos que seguir educando, a veces en las redes se escuchan ciertas voces con resentimientos, pero la mejor forma de contrarrestar eso es con educación, con el trabajo de encontrar distintas tradiciones religiosas o distintas culturas para conectar a las personas.

¿QUÉ IMPLICA PARA LA SINAGOGA TENERLOS AHÍ?
Lo que nos solicitaron fue un lugar donde dormir y, por supuesto, donde asearse. La gente de la parroquia nos ha ayudado y hemos instalado unas seis duchas temporales, desmontables, con agua, para que puedan bañarse. La idea es que se les pueda ofrecer una bebida caliente, algo frío también y otras cosas para picar, porque las actividades son fuera de la sinagoga. Ellos traen su bolsa de dormir, pero hemos puesto una alfombra.

¿EN SHABAT, EL SÁBADO, HUBO ALGO DISTINTO?
Igual que siempre, no interfiere en el sermón del sábado. Para muchos de ellos fue la primera vez que veían una sinagoga en su vida, así que sí, en algún momento tuvimos algunas actividades con ellos y les contamos algunas de nuestras tradiciones.

DESDE SU PERSPECTIVA, ADEMÁS DE LO QUE IMPLICA PARA EL PAÍS RECIBIR AL PAPA, ¿QUÉ TRAE PARA USTED ESTA VISITA?
Empezaría rescatando que pone a Panamá en el foco del mundo. Es una gran ocasión para que el país muestre sus virtudes y la calidez de su gente. En segundo lugar, el papa es el líder de la Iglesia Católica, un personaje importante de fe y creo que se ha ganado el reconocimiento de la grey católica y de toda la humanidad como un líder espiritual con un mensaje valioso.

¿CUÁL CREE USTED QUE ES SU MISIÓN EN LA VIDA?
No sé si la misión, pero mi vocación es ser rabino de una congregación. Dentro de las tareas que tengo en la congregación, por las circunstancias que nos toca compartir, promover el encuentro con otras tradiciones religiosas es parte de la tarea.

PERO ES ABOCADO A LA PARTE INTERRELIGIOSA...
Es una parte de mi tarea, la que más notoriedad toma, porque a nadie le interesan las cosas rutinarias de la sinagoga.

¿CÓMO FUERON SUS ENCUENTROS ANTERIORES CON EL PAPA?
Somos compatriotas. Es un hombre con los pies en la tierra, además que sigue siendo un cura, que le gusta liderar a su congregación; no es amigo de los gestos de forma que generan distancia, sino que pretende una cercanía. En 2014 cuando lo visitamos, era víspera del año nuevo judío y nos recibió diciéndonos Shaná Tova, que es el saludo tradicional para el año nuevo judío. Son estos pequeños gestos de conexión, una empatía profunda, la que inspira sus mensajes auténticos.

SERÁ LA TERCERA VEZ QUE SE ENTREVISTE CON EL PAPA, ¿YA LO RECONOCE? (RISAS)
Me encantaría creer que sí, pero tengo que admitir que no (risas). El papa saluda a cientos o miles por día, así que no creo.

¿CUÁL ES EL PROTOCOLO PARA CON EL PAPA EN UNA AUDIENCIA?
Él tiene una trayectoria de diálogo interreligioso de toda su carrera. Siendo arzobispo de Buenos Aires, amigos en común lo han tratado en ese rol y esa relación se trasladó cuando llegó a ser el papa. Está muy claro en su identidad, lo que para mí es muy interesante, porque él habla de su experiencia como nieto de un inmigrante que llegó a Argentina, igual que yo. Crecí en una ciudad que tiene esa característica, donde en cualquier esquina uno encuentra al hijo de un italiano o de un español. Él tiene muy claro que creció en ese ambiente y lo trasladó a su tarea como máxima autoridad católica.

PROYECTA UNA IMAGEN DE SENCILLEZ, ¿REALMENTE UNO PUEDE DIRIGIRSE CON TANTA CONFIANZA AL PAPA COMO PROYECTA?
En el momento uno a uno, que es un momento breve, no solo en su gesto, sino en su percepción. La segunda vez que lo vi, en 2016, fue cuando Panamá había sido nombrada como sede de la JMJ, aproveché la ocasión para agradecerle la elección y decirle que nos íbamos a sentir muy honrados de recibirlo. Me respondió: ‘yo o mi sucesor, pero el papa va a estar ahí', lo cual demuestra que es un hombre con los pies en la tierra y reconoce su humanidad. Cuando lo salude, le voy a recordar que él me dijo que iba a estar aquí.

EL PAPA HA REITERADO QUE OREN POR ÉL, ¿POR QUÉ ESO SE SIENTE TAN MARCADO EN ÉL?
Porque demuestra su humanidad. Al llegar a esa posición, uno tiene la tentación de sentirse casi inmortal, invulnerable y de pronto el papa manda el mensaje contrario Dice, recen por mí. Es sumamente inspirador porque está diciendo que es una persona que tiene que lidiar con las mismas situaciones que a cada uno se le presentan en su vida.

ES UN PAPA CON IDEAS MODERNAS, PARA LA IGLESIA CATÓLICA, ¿USTED CREE QUE HABRÁ UN ANTES Y UN DESPUÉS DEL PAPA FRANCISCO?
Una persona cercana a él, un vocero que visitó Panamá hace unos meses, dijo una cosa que me pareció interesante: es el primer papa de una gran ciudad, por lo tanto, las problemáticas de una gran ciudad le son conocidas y es muy sensible a eso. Los temas de precariedad laboral, migración, integración, grupos marginales. Todas esas son preocupaciones propias. El tiempo dirá hasta dónde el impacto que genera va a trascender. En esto hay muchos factores que tomar en cuenta. Yo siento que está dejando una huella importante, es el primer papa latinoamericano, hay muchas particularidades que son valiosas y que le dan su toque personal, pero el tiempo terminará definiendo hasta dónde cambiará la estructura de la Iglesia.

¿CÓMO SUPO USTED A LOS TRECE AÑOS QUE QUERÍA SER RABINO?
Muchos pensaron que se me iba a pasar, pero aquí estamos. En mi caso, fue una influencia de mi cuñado, que también es rabino y es una persona muy importante en mi vida. La segunda, como sabemos, es que yo estoy en una de las corrientes modernas del judaísmo, y siendo un niño, cuando eso llegó, vi el cambio que produjo en la sinagoga en un suburbio de Buenos Aires, Argentina, cómo despertaba el interés de las nuevas generaciones, que la sinagoga podía ser atractiva, que podíamos incluir una dimensión espiritual por medio de la música, que los sermones tenían una reflexión profunda y de la realidad que atravesaba Argentina en ese momento. Así sentí la vocación de ser rabino.

¿FUE JUSTO CUANDO PASÓ SU BAR MITZVA?
Sí, es un momento importante en la vida del hombre judío. La sinagoga pasa a ser parte de la vida propia, uno cree que ese lugar va a ser relevante.

¿CÓMO EL DIALOGO INTERRELIGIOSO PUEDE MINIMIZAR LAS PUGNAS DE NUESTRAS CREENCIAS EN LA MODERNIDAD?
Yo creo que el mundo ha vivido toda clase de religiones por ser mundo. Las religiones muchas veces han sido la excusa, las peores matanzas del siglo XX fueron matanzas alejadas de la religión. La humanidad tiene una tendencia al conflicto y a la disputa. Hay un aprendizaje que hemos hecho algunos sectores dentro de cada religión que se ha sensibilizado por esta realidad y que entiende que tenemos la responsabilidad de mandar un mensaje diferente. Hoy, que uno ve cómo nuestra sociedad y otras se van polarizando, donde aparece la intolerancia y la incapacidad de gobernar, creo que el espacio interreligioso puede enviar un mensaje importante, que es de estar juntos, hacer cosas juntos respetando nuestras identidades propias y asumiendo nuestras diferencias, porque somos diferentes. El diálogo interreligioso no plantea un sincretismo, ni que todos somos iguales, sino que tenemos nuestras diferencias, pero pode mos hacer cosas juntos.

SI PUDIERA CAMBIAR ALGO DE LA RELIGIÓN JUDÍA ¿QUÉ SERÍA?
Me parece que tenemos algunos resabios de épocas que planteaban alguna relación diferente con el mundo no judío. Hay ciertas normativas que tienen que ver con el tema de la liturgia o comida kosher que son fruto de ese mundo donde el afuera se presentaba hostil y de alguna manera había que marcar esa distancia. Entonces en la práctica hemos cambiado algunas frases de la liturgia donde sentimos que los nuevos tiempos nos deben llevar a eso.

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