BM insiste en reducir los subsidios energéticos

El Banco Mundial señala que el Plan de Ahorro Energético debió haber producido un ahorro de $320 millones al Estado en materia de subsidios, pero el plan no ha entrado en vigencia. Algunos asocian esta deficiencia al intento del gobierno en subir la tarifa eléctrica al usuario

El Banco Mundial espera que a raíz de las políticas estatales de ahorro energético, la cantidad promedio de los subsidios de electricidad en 2017-2019 se reduzca en al menos un 80% en términos relativos a su nivel en 2014 ($320 millones), según un reporte de la mencionada institución publicado en junio pasado.

De acuerdo a algunos economistas, la reciente intención del gobierno en implementar el alza tarifaria podría tener relación con los niveles de subsidio que se comprometió el país a disminuir a raíz del Plan de Ahorro Energético.

En 2016, como parte de los compromisos adquiridos en la Conferencia contra el Cambio Climático celebrada en París (2015), Panamá se comprometió a implementar un plan de ahorro de energía sostenible en edificaciones y electrodomésticos. Sin embargo, este proyecto aún no ha entrado en ejecución, por lo tanto, los ahorros no se pueden cuantificar.

Reducir los subsidios estatales ha sido una recomendación continua de los organismos internacionales.

El reciente intento por subir la tarifa de la energía tenía dos componentes: el primero justificaba el incremento por el uso de energía térmica. El segundo, se debía al atraso en la construcción de la tercera línea de distribución eléctrica a partir de un contrato entre la Empresa de Distribución Eléctrica (Etesa) y la constructora Odebrecht. Producto de este atraso, el gobierno tuvo que pagar a las generadoras $129.5 millones.

Francisco Bustamante, economista, señala que “en un préstamo programático en el que el gobierno se compromete a cumplir ciertas fases para lograr nuevos desembolsos de la institución financiera, es necesario acreditar las etapas cumplidas sustancialmente. En este caso, el acuerdo pretendía que el usuario asumiera el pago de la electricidad en el monto que el gobierno reduzca el subsidio para cumplir con los indicadores acordados con el Banco Mundial. Podría pensarse que el pago que debía hacer el gobierno a las generadoras por la energía no transportada, por atrasos de la línea de transmisión, quería transferirse al consumidor y acreditarlo como reducción del subsidio a la energía. Pero en realidad, es el usuario quien corre con estos compromisos”, indicó Bustamante.

El profesor Juan Jované sospecha que el reciente intento del alza de la tarifa energética, pretendía de alguna forma una consolidación fiscal para bajar los subsidios. “En el fondo si no subían la tarifa iba a ocurrir un financiamiento del gobierno que es lo que esta pasando”, analiza el economista. Al asumir el gobierno el faltante incrementa el subsidio.

Como el Plan aún no ha entrado en ejecución, no hay ahorro al subsidio.

Berta Burgos, del departamento de comunicaciones de la Secretaría Nacional de Energía, señala dos programas que responden a este ahorro y que entrarán a regir en los próximos meses. Uno es el etiquetado de los electrodomésticos, que pretende que a partir de diciembre todos los aparatos que ingresen al país tengan un consumo eficiente de energía.

El gobierno planea un sistema de etiquetado de energía eficiente nacional que sea homogeneizado para estos dispositivos para poder proporcionar información comparable al consumidor e incentivar la compra de electrodomésticos de bajo consumo.

El segundo programa busca que a partir de noviembre las edificaciones nuevas deben estar aprobadas por un idóneo que avale un manual de normas técnicas que ayuden al ahorro energético. El Plan ha sido previamente aprobado por la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos.

Los edificios comerciales y residenciales en Panamá hacen un uso intensivo de la electricidad. En conjunto, los sectores residencial y comercial utilizan 70% de la electricidad en Panamá. En tal contexto, la adopción de la Construcción Sostenible de las pautas ayudarán a garantizar que el diseño de los nuevos edificios aproveche el medio ambiente natural y materiales y diseños térmicamente eficientes, con miras a reducir la energía consumo. En la Ley 23 de 1997 se estipula la referencia del consumo de energía para cada tipo de edificio y la propuesta para lograr el cumplimiento de porcentajes mínimos de ahorro. En este sentido, incluyen medidas de uso de sistemas mecánicos y eléctricos para crear un ambiente confortable dentro de los edificios. Otras se enfocan en diseños arquitectónicos que incorporan condiciones ambientales. El consumo de energía de cada tipo de edificio debe ser revisada por la Secretaría de Energía cada 5 años.

La aplicación de los nuevos estándares, se espera que produzca alrededor de 15 a 20% de ahorro en el consumo de electricidad a nivel residencial y comercial.

Panamá inició el diseño y la implementación de la energía estándares de eficiencia para unidades de aire acondicionado. Según el Plan de Energía, estas unidades representarán más del 48% del consumo de electricidad en el sector comercial, y el 55% del total del consumo residencial para el 2050.

Estas acciones, según el Banco Mundial, junto con las reformas de política respaldadas por las políticas estatales, reducirán los subsidios y mejorarán la sostenibilidad fiscal del sector de la energía, que es fundamental para proporcionar un acceso confiable, asequible y continuo de la electricidad. Como resultado, la cantidad promedio de los subsidios a la electricidad en 2017-2019 se espera que se reduzca en al menos 80 por ciento en términos relativos a su nivel en 2014 (US $ 320 millones).

DEFICIENCIAS EN EL AHORRO ENERGÉTICO
El organismo internacional otorgó un préstamo a Panamá por $100 millones que se centra en diferentes sectores: políticas de transparencia fiscal; integridad financiera y gestión fiscal; fortalecimiento institucional para apoyar la inclusión en la asistencia a la educación y mejorar el marco regulatorio de sostenibilidad en el sector de la energía.

Según el reporte del Banco Mundial, el sector de la energía en Panamá está luchando para mantenerse al ritmo de la creciente demanda que ha surgido debido al desempeño sobresaliente de la economía panameña en los últimos década. Demoras en las inversiones relacionadas con el sistema de transmisión y la capacidad de generación de energía y el lento progreso en la diversificación de la generación de energía durante la última década no se han adaptado al aumento acelerado de la demanda y ha expuesto el sector de la energía a las sequías y la volatilidad de los precios internacionales del petróleo, lo que hace que el sistema sea vulnerable a los cortes de energía y al auge precios de la electricidad.

Por ejemplo, durante 2013 y 2014, el Gobierno se vio obligado a introducir medidas de respuesta de emergencia para reducir la demanda de electricidad y prevenir cortes de energía, incluyendo restricciones en el uso de aire acondicionado.

Añade el informe que de acuerdo con el Plan Nacional de Energía, la demanda de la electricidad aumentará más del 600% en los próximos treinta años en un escenario sin cambios. Por lo tanto, una de las prioridades clave para el Gobierno es garantizar un suministro adecuado de energía y su uso eficiente.

Este medio se encuentra a la espera de cualquier futuro comentario del Banco Mundial.

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