Iglesia rechaza legalización de matrimonio gay

El debate sobre el matrimonio igualitario sacó las más hondas censuras de la Conferencia Episcopal Panameña, que ayer envió un comunicado en el que rechaza la posibilidad de que la se legalicen este tipo de uniones.

Describe que el modelo de matrimonio que se propone entre personas del mismo sexo, atenta contra la familia, célula que no responde a una ordenación política, y que ésta antecede incluso a la religión. Apoyan, no obstante, que el Estado debe eliminar toda discriminación contra estas personas.

“Dado que las uniones de personas del mismo sexo poseen, incluso biológicamente, características que las diferencian netamente de la unión que se establece entre un hombre y una mujer, sería injusto otorgarles el "privilegio" de un reconocimiento y de una tutela jurídica que pueda equipararlas al matrimonio o a la familia”, se lee en la nota de prensa.

Luego agregan, “la justicia exige que dichas realidades sean asumidas por quienes tiene la autoridad competente con un criterio diferencial. La justicia, en efecto, no es dar a todos lo mismo sino a cada uno lo que realmente le corresponde”.

En la mesa hay dos debates que parecen fusionarse en una batalla eterna: el jurídico y el religioso.

La discusión sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo despertó desde que el bufete Morgan & Morgan, interpuso una demanda de inconstitucionalidad ante la Corte Suprema de Justicia por la frase “entre un hombre y una mujer” contenida en el artículo 26 del Código de la Familia. La firma presentó el recurso motivada por el Cyrus Vance Center for International Justice, una organización radicada en Nueva York que cuenta con una clínica de base contra la homofobia en Centroamérica.

Los evangélicos se niegan a que la Corte modifique la definición de matrimonio para dar entrada a nuevos términos, se apegan a la definición bíblica del matrimonio.

La Alianza Pro Igualdad, por su parte, defiende su posición bajo el principio de que los derechos humanos no dependen de la aceptación de algunas personas, sino que son derechos que el Estado debe respetar por igual. Crear una norma especial para las parejas del mismo sexo es también una propuesta discriminatoria, señala la nota de la Alianza. “ Es como si las personas con orientación sexual distinta a la mayoría se consideren menos humanas a los demás”, añade el mensaje.

Los homosexuales manifiestan que las normas deben cambiarse conforme evoluciona la República y segundo, que ellos también tienen derecho a una familia, primero porque las familias homoparentales ya existen, y no hay ninguna consecuencia negativa en la crianza de éstas familias, enfatiza la Asociación.

Después de haber recibido las opiniones del Procurador de la Administración y de la Procuraduría General de la Nación, instancias que fueron consultadas al respecto, la Corte tendrá que hacer públicos los edictos para considerar las opiniones de la población interesada. Después, se establece la etapa de práctica de pruebas, y luego, el magistrado ponente, que en este caso es José Luis Fábrega, deberá hacer un proyecto y circularlo entre sus pares. De no contar con la mayoría, perderá la ponencia y otro magistrado tomará la batuta con un proyecto distinto.

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