Conagua, una entidad ignorada por el Ejecutivo

Guillermo Torres, secretario general del Conagua, confiesa que ‘no tiene eco’ con los tomadores de decisiones.  En tres años, el Ministerio de la Presidencia  ha convocado únicamente a dos gabinetes de agua a pesar de que se trata de un insumo  para la economía del país.  El crecimiento nacional y la sostenibilidad del Canal de Panamá, en riesgo a falta de una estrategia hídrica


Guillermo Torres, secretario general del Consejo Nacional del Agua (Conagua).


Guillermo Torres, secretario general del Consejo Nacional del Agua (Conagua), aparenta ser un funcionario frustrado a cargo de un despacho al que poco caso hacen los tomadores de decisiones del gobierno: “No tengo eco. Mi pregunta es qué es lo que se quiere con Conagua”, dice detrás de su escritorio, como tratando de entender el rumbo de la entidad.

Cuando La Estrella de Panamá solicitó hablar con Torres pretendía conocer las políticas estatales dirigidas al agua, los avances del Plan Nacional de Seguridad Hídrica (PNSH) que maneja su despacho y la razón por la que en casi dos años no se le ha prestado atención al tema o citado a los gabinetes de agua, especialmente ante los efectos del cambio climático que amenazan la sostenibilidad del Canal Panamá y la presión que ejerce la demanda de agua potable que también se alimenta de los mismos lagos que el Canal.

Torres muestra un mapa de Panamá que se encuentra sobre  su escritorio y señala con el dedo la región de Azuero. Un proyecto puntual, que lo entusiasma, para abastecer de agua a ciertas   poblaciones y para el cual tramitó   una donación técnica no reembolsable  con el Banco de Desarrollo de Latinoamérica (CAF por sus siglas en inglés).  “Estuvo un año y cuatro meses en el Ministerio de la Presidencia para que me lo aprueben”, describe como un ejemplo del tiempo que toman estas decisiones, ahogadas en la burocracia.  

El agua es un insumo fundamental en la economía panameña, pero hay un descontrol sobre su uso.  Esto inicia por la falta de un ordenamiento territorial que enmarque las necesidades de desarrollo en cada región y la demanda de agua que conllevan.  A consecuencia del desgreño, el Instituto Nacional de Acueductos y Alcantarillados (Idaan) intenta suplir de agua potable mediante la ampliación de potabilizadoras o la construcción de nuevas plantas cuyo consumo supone más presión sobre el funcionamiento de la vía interoceánica.

A esto se suma la falta de un adecuado presupuesto para el Idaan que se ve estrangulado por la dificultad de instalar medidores, la pérdida de agua calculada en un 40% y las poblaciones sin acceso al líquido. El Censo de 2010, ahora desfasado, señaló que  el 6.7% de la población tenía acceso sin conexión domiciliaria, y el 1.6% estaba sujeto a la lluvia o el carro cisterna.


Oscar Vallarino, Coordinador de la mesa de agua del Pacto de Bicentenario.

La generación hidroeléctrica de Panamá duplica el promedio mundial, se empuja el turismo como un potencial económico, el sector agropecuario, que supone una cifra importante de empleo, depende del agua, y la conservación de las cuencas hídricas está en entredicho por la contaminación que supone la basura. Todas estas actividades deberían coordinarse bajo el gabinete de agua, “de no atenderse condicionarán de forma creciente el bienestar de la población y el dinamismo de su economía”, advierte el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el  informe ‘El agua en la economía de Panamá’.

GABINETE AUSENTE
En tres años de gestión, el gobierno de Laurentino Cortizo ha convocado a dos gabinetes de agua. El primero ocurrió en agosto de 2019, un mes de haber asumido el poder, presidido por el ministro de la Presidencia y vicepresidente de la República, José Gabriel Carrizo, cuando destacó la importancia de implementar políticas estatales dirigidas a administrar el recurso. Pero el seguimiento ha sido prácticamente nulo. El segundo se celebró en marzo de 2021, por ocasión del nombramiento de Torres.

Torres dice que desde febrero espera a que el Ministerio de la Presidencia le dé una fecha para llamar a las 12 instituciones que integran el gabinete de agua, pero hasta junio no había recibido respuesta al menos a dos solicitudes. “Quiero saber si hay o no interés en el tema del agua”, se lamenta. “Pienso seguir tocando puertas. Me frustro un poco. No sé si será política interna, no lo creo, sino la prioridad en los planes gubernamentales”, intenta explicar la falta de atención.  

Cuando la administración Cortizo tomó el mando (julio 2019), modificó el Decreto Ejecutivo que dio vida a Conagua y centralizó en el Ministerio de la Presidencia  las facultades que antes se atribuían al Ministerio de Ambiente, como convocar a gabinetes, promover e implementar políticas públicas.

La Decana’ solicitó al Ministerio de la Presidencia una entrevista para explorar los planes del Ejecutivo y conocer las respuestas a múltiples interrogantes sobre la sincronización de proyectos institucionales. No obstante, se nos redirigió al Idaan. Insistimos en que ya habíamos conversado con su director, pero se nos informó que al ya contar con la versión del Idaan, “consideraban que estaría de más” la suya, por lo que no accedieron.


“El Idaan quiere invertir $22 millones en 400 pozos subterráneos, pero no tienen los estudios que indiquen de dónde se pueden extraer”, adviertió Torres.  


“El haber creado Conagua, para qué”, se pregunta Torres. No es una garantía para abordar el complejo tema con una visión holística. Un asunto técnico que se ve opacado por la débil institucionalidad, a pesar de que por todos lados llueven chorros protestas ciudadanas en  demanda por el acceso al agua potable que atienden los gobiernos de turno en forma puntual, sin que exista una coordinación interinstitucional con un presupuesto capaz de abastecer las necesidades.

Da la impresión de que las personas al frente de las instituciones, o bien, no ven el tema como una prioridad, o se cansan de pedir presupuesto para trabajar. 

“Aquí cualquiera abre un pozo”, exclama Torres para ilustrar el desorden. Luego cuestiona: “¿qué tiene que hacer turismo construyendo una planta de tratamiento de aguas residuales?”.  El Idaan, añade, “construyó en Santiago de Veraguas una ampliación de la planta, pero permaneció la misma  tubería”. 

Luego reclama: “Cuesta que el Consejo Nacional para el Desarrollo Sostenible, adscrito al Ministerio de Ambiente, otorgue información sobre los proyectos que desarrolla”. 

También “el Idaan quiere invertir $22 millones en 400 pozos subterráneos, pero no tienen los estudios que indiquen de dónde se pueden extraer”, advierte.  

Conagua nació en 2016 a raíz de una sequía impactada por el fenómeno del Niño. A la fecha respondía a la necesidad de integrar a todas las instituciones vinculadas al agua para trazar políticas de acción ante el impacto del cambio climático en las cuencas hidrográficas y garantizar la implementación del PNSH, Agua Para Todos, 2015-2050. “Fue una creación a la ligera”, pues no dicta una metodología para los proyectos”, considera el secretario de la entidad.

El PNSH es un documento vasto en data cuyo anexo detalla la cartera de proyectos e inversiones que totalizan $9,958 millones a corto, mediano y largo plazo. Sin embargo, Conagua no cuenta con el personal para hacer un monitoreo real y saber si se cumple o no

EMERGE DEL PACTO
Para los estudiosos del tema, la vía de salida es concebir la Autoridad Nacional de los Recursos Hídricos como regente de la materia  ante el desgreño que reina en la falta de coordinación sobre un asunto vital para el desarrollo del país, sin el riesgo a caer en lo mismo que experimenta Torres ahora, que nadie parece prestarle interés.  La idea surgió como respuesta a más de 26 mil propuestas de la ciudadanía plasmadas en el Pacto Bicentenario.

Se trata de una decisión nacional, “que a mi criterio no se hace porque no deja votos”, sentencia Torres.

En la mesa de agua del Pacto de Bicentenario se plasmaron 10 propuestas principales a nivel nacional, “y son los mismos problemas que se enmarcan en el PNSH y en pactos anteriores”, recalca el consultor Oscar Vallarino, quien participó en la Comisión del Agua de dicho ejercicio ciudadano.

La necesidad de contar con políticas integrales se agrava por la falta de continuidad en lo alcanzado. Cada gobierno impone su libro, además, las instituciones actúan como islas, se comunican entre sí para asuntos específicos, pero cada una en su rol, sin que exista un liderazgo que trace una hoja de ruta. En todo caso, las propuestas obtenidas durante el Pacto, así como el PNSH, corren el riesgo de quedar en memorias, como ha ocurrido con innumerables iniciativas ampliamente consultadas, por falta de seguimiento y de voluntad.

En el caso de la Autoridad en mención, se busca homologar el modelo al de la Autoridad del Canal de Panamá, lo que conllevaría añadir un capítulo a la Constitución.

“Habría que darle prioridad al agua a nivel de Estado para constituir los recursos hídricos como un patrimonio inalienable de la nación”, sugiere Vallarino. La idea es que cuente con autonomía, un administrador que reporte a una junta directiva, con presupuesto independiente y patrimonio propio y con derecho a usarlo. Un modelo rector, con máxima autoridad técnica y normativa del sistema nacional de gestión integrada de los recursos hídricos.

OBSTÁCULOS
Factores que afectan en la creación de una gestión integrada de agua (pacto Bicentenario)

Los cambios de personal y de política pública y la falta de continuidad de los lineamientos de Estado en cada cambio de gobierno.

Insuficiente asignación de recursos y la falta de una ejecución presupuestaria oportuna.

No hay una cultura de mantenimiento preventivo y poca coordinación interinstitucional; a diario, aumentan las fugas y daños en los sistemas de almacenamiento, producción, distribución e interconexión de agua potable.

La afectación de las cuencas hidrográficas por la deforestación y la contaminación de los ríos por la descarga de residuos industriales, domésticos, agrícolas y agroindustriales, el escurrimiento de agroquímicos y sedimentos, la disposición inadecuada de desechos de las diversas actividades y el aumento de la escorrentía superficial deterioran la calidad de las fuentes de agua dulce.

La estrategia de adaptación y mitigación ante el Cambio Climático consignada en la política nacional ambiental requiere ser impulsarla e implementada.  

2 comentarios

  1. LOS TECNICOS NO SON ATENDIDOS ELLOS CREEN TENER LA SABIDURIA APROPIADA Y SOLO SIRVEN PARA FRACASAR. EL QUE ACTUA ASÍ TIENE SU PAGO Y DE SEGURO ADELITA LO TENDRAN. LA JUSTICIA DIVINA VA DE MANO DE LA JUSTICIA TERRENAL, LAS DOS SANCIONAN UNAS PRIMERO OTRA DESPUES PERO DE QUE HABRÁ SANCIÓN LA HABRÁ. IMNGENIERO HUMBERTO E.REYNOLDS DE UNAMUNO MIEMBRO INSIGNE Y EMÉRITO DE LA SPIA.

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  2. YO JAMÁS ESCRIBO ANONIMAMENTE DOY MI NOMBRE CON MUCHO ORGULLO PARA DECIR LO QUE EST´+A MAL Y LO QUE ESTÁ BIEN SEGUN MI CRITERIO PERSONAL. ESO APRENDÍ EN LA FACULTAD DE INGENIERÍA EN INDIANA USA.

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