Departamento Actuarial de la CSS responde a informe elaborado por la OIT

Los actuarios de la Caja de Seguro Social reconocen deficiencias señaladas por los técnicos de la Organización Internacional del Trabajo, limitaciones que en el pasado fueron comunicadas a la directiva, aunque califican de positivo el ejercicio del que recogen sugerencias para incorporar a próximos informes

El Departamento Actuarial de la Caja de Seguro Social respondió al informe generado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en relación al estudio actuarial del programa Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) que presenta déficit y cuyas reservas pueden agotarse en un par de años.

El documento que generó la OIT planteaba una serie de falencias, inconsistencias, subregistros e información incompleta en el informe actuarial de el programa del IVM contentivo al año 2018-2019, que actualmente sirve de referencia a los participantes del Diálogo por la CSS para sugerir las medidas para la subsistencia del IVM en los próximos años.

Entre las reflexiones a las que arribó el Departamento Actuarial (DA) de la CSS sobre el ejercicio en mención, se evidencia, entre otras cosas, la necesidad de diseñar una herramienta de proyecciones actuariales, algo que fue recomendado en 2014 por la JTA.

De considerarse viable la elaboración de esta herramienta, la misma deberá apegarse a las particularidades de la legislación panameña, o ser lo suficientemente flexible para considerar reformas y/o modificaciones que resulten del consenso en el mesa del Diálogo, en el que posiblemente surjan ideas que no estén acorde al marco teórico que sustenta el ejercicio actuarial, como pasó en 2005.

El DA insistió en la necesidad de reformar la ley del 2005 en la que se establecieron las pautas del programa IVM y se creó el sistema de pensiones Mixto, cerrando la puerta a nuevos cotizantes en el Sistema Exclusivo de Beneficio Definido (SEBD), o solidario, y lo hace insostenible en el tiempo.

Los actuarios reconocen sus limitaciones, pero reitera que han sido discutidas con diferentes administraciones y sometidas a la Junta Directiva, al parecer sin subsanación.

El Departamento Actuarial de la Caja de Seguro Social respondió al informe generado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en relación al estudio actuarial del programa Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) que presenta déficit y cuyas reservas pueden agotarse en un par de años.

Las observaciones de la OIT forman parte de una cooperación técnica entre ambas entidades, con miras a su incorporación como asesor técnico en las discusiones sobre el IVM en el Diálogo, una vez que el gobierno de Panamá formalice la petición que previamente ha sido consensuada entre empresarios, trabajadores y representantes del gobierno en la mesa tripartita.

Este ejercicio es un preámbulo de lo que la OIT ha manifestado extraoficialmente en las conversaciones sostenidas con los diferentes sectores en miras a su participación como asesores técnicos en la mesa del diálogo. Lo que se resume en la necesidad de efectuar un nuevo informe actuarial -que puede tomar meses- en el que se plasme el estado financiero del IVM, su sostenibilidad y las posibles reformas que brinden suficientes recursos.

Entre otras advertencias el DA señaló que “no hay tiempo suficiente para incorporar las recomendaciones de la OIT en el estudio actuarial del 2020 que debe presentarse próximamente”.

En nota de la OIT se indicó que el informe actuarial enviado por la CSS mantenía un “alcance y utilidad relativamente limitados”. En este renglón, la CSS consideró que el alcance de los informes dista de ser sustento de reformas, sino que se trata de un documento de diagnóstico mediante el cual se pueden identificar situaciones adversas al sistema de pensiones. Defienden que los dos estudios enviados a la OIT, que corresponden a 2018 y 2019 elaborados bajo la actual administración, también fueron sometidos al escrutinio de la Junta Técnica Actuarial. La entidad internacional alertó que en el informe de 2019 fueron identificadas inconsistencias y fragilidades estructurales que podrían alterar el valor de la reserva y aconsejó actualizar los números y afinar los cálculos actuariales con estados financieros auditados.

La réplica del DA de la CSS sobre el informe elaborado por la OIT se dividió en siete puntos principales que abarcan antecedentes; sobre los datos empleados en el informe actuarial; la metodología de cálculo; la hipótesis utilizada y la ausencia de indicadores críticos.

Todas estas observaciones fueron entregadas a Enrique Lau Cortés, director de la CSS, quien a su vez lo remitió al DA con los señalamientos que este medio hace público por primera vez.

CAMBIOS AL SEBD
La OIT analizó que las modificaciones legales que se efectuaron en 2005 al SEBD, mejor conocido como programa ‘Solidario’, cerró la puerta a nuevos cotizantes y por ende ha generado una presión fiscal para el gobierno a corto y mediano plazo.

Los actuarios de la CSS refieren que las modificaciones a la Ley Orgánica de la entidad, producto de una mesa de discusión en la que se llegó a consensos, “no resultaron en concordancia con los elementos técnicos de balance inicial planteados”, alegan.

Luego se intentó corregir lo actuado. No obstante, el análisis que se presentó debe considerar que después de la Ley 51 de 27 de diciembre de 2005, surgieron interpretaciones, criterios legales y fallos de la Corte Suprema de Justicia que sustentaron la complejidad del tema.

Es decir, que las decisiones que permitieron la creación de un nuevo sistema de pensiones, conocido como Mixto, y por tanto cerrar la entrada a nuevos cotizantes al solidario, que pretendía subsistir financieramente con los cambios efectuados. Mismos que no fueron producto de la decisión unilateral de la CSS, sino producto del consenso del Diálogo.

La Junta Técnica Actuarial (JTA) está anuente de su responsabilidad de proponer soluciones a los problemas identificados, no obstante, el DA ha “preparado escenarios sobre el impacto de la aplicación de modificaciones a diferentes variables, los cuales no fueron incluidos en el informe”.

LIMITANTES CONOCIDAS
Sobre la información empleada para hacer el informe actuarial, la OIT fue tajante al decir que hubo limitantes en la base de datos empleada para hacer los diagnósticos, y las herramientas de proyección. “Limitaciones que han sido señaladas por la JTA, discutidas en diferentes administraciones y sometidas a consideración de la Junta Directiva”, defiende el DA.

A pesar de las advertencias de la JTA, al parecer no se han adoptado las correcciones para trabajar con datos completos, lo que evidencia vacíos en la data de la CSS que pueden responder, por ejemplo, a falta de tecnología o cruce de datos.

La Junta Técnica Actuarial (JTA) está anuente de su responsabilidad de proponer soluciones a los problemas identificados, no obstante, el DA ha “preparado escenarios sobre el impacto de la aplicación de modificaciones a diferentes variables, los cuales no fueron incluidos en el informe”.

INFORMES PASADOS
La JTA reconoce que el audito de los informes financieros entregados que efectuó la Contraloría General de la República son de años pasados, pero que las correcciones contenidas en estos hallazgos deben ser incorporados como “Ajustes de Periodos Anteriores”, en Informes Financieros de vigencias posteriores. “Por este motivo, resulta necesario la utilización de los informes financieros del año de estudio al momento de ser publicados aun cuando no estén auditados”, responde el Departamento Actuarial de la CSS.

Añade que, como tarea complementaria a los informes del DA, realiza observaciones que canaliza directamente a la Dirección Nacional de Contabilidad, y estas opiniones deben incorporarse al estudio.

DATOS IMPRECISOS
La JTA emplea un modelo distinto al de la OIT, entidad señaló que en el informe financiero “no se cuenta con la dimensión meses cotizados en la información de asegurados cotizantes activos, sino su distribución por edad y sexo”. Datos críticos porque de estos depende si una persona califica o no para consolidar alguno de los beneficios y también necesarios para el cálculo de los respectivos montos de pensión. Es decir, lo ideal sería generar esta información y añadirla al modelo actuarial.

En vez, la CSS hace la estimación con fórmulas de cálculo y bases biométricas (probabilidades de acceder a beneficios) que se aplican a la estructura de los asegurados cotizantes activos y su proyección anual.

No obstante, el DA trabaja para incorporar estos elementos en la proyección que realizan y enseguida se quejan de que se han efectuado reuniones de aclaración sobre el tema con la JTA a las que no tuvieron acceso para ilustrar a los expertos. Agregan que el tema de los asegurados inactivos -que la OIT indicó que no se había identificado en el informe y por ende, subestimaba el gasto de prestaciones- “no fue señalado como una limitante de los resultados obtenidos”.

La OIT señaló que el modelo del SEBD estaba agotado e insostenible, que el déficit es un efecto directo del modelo adoptado años atrás, y que su subsistencia no se limita a un ajuste y análisis, sino a un asunto de medidas integrales.

En este asunto, el DA de la CSS explica que cada seis meses se evalúa este sistema y los resultados se incorporan como anexo de los informes financieros. “Adicionalmente los resultados se presentan en el Estudio Actuarial anual”.

Reconoce, no obstante, que desde la aprobación de la ley se sabía que el esquema carecía de validez para el SEBD y que no existían reservas suficientes que sustenten los capitales de cobertura. En ese momento se estableció como mecanismo de evaluación a la JTA para determinar si en alguno de los 10 años subsiguientes a las presentación del informe, la relación entre reserva contable y egreso anual del IVM resultaba menor a 2.25.

Durante la administración del presidente Juan Carlos Varela, la JTA permaneció incompleta hasta mayo de 2018, lo que impidió emitir informes financieros, lo que pausó tareas y diagnósticos.

COTIZANTES INACTIVOS
Sobre los cotizantes inactivos, se reitera que el departamento actuarial está analizando el impacto de incorporar este grupo de asegurados en la proyección, en atención a lo solicitado por la JTA.

La OIT expresó la necesidad de hacer una análisis en relación a la suficiencia esperada de los beneficios de ambos programas de pensiones. Un ejercicio fundamental e indispensable ya que si bien es cierto la sostenibilidad es un principio de seguridad social, también es indispensable que existan beneficios suficientes.

HIPÓTESIS
En relación a la hipótesis empleada con el escenario del Covid 19, en la que se refleja una disminución de los ingresos por la suspensión de contratos y evolución de ingresos en este periodo, el DA afirma que se trabajó con una disminución en los salarios y un crecimiento económico del 4% para los años posteriores a la pandemia.

Lo que califica como un escenario conservador, y que ha sido presentado como posible por parte del Ministerio de Economía y Finanzas.

La OIT describió que el análisis de consistencia aplicado a los resultados del informe de 2019 revelÓ posibles inconsistencias en las proyecciones de tasas de crecimiento de los salarios, la evolución de la cobertura, las tasas de reemplazo y la proyección de las pensiones en curso de pago, en especial las de viudez, los cuales podrían estar comprometiendo los resultados del estudio con un impacto desconocido.

Ante esto la CSS respondió que en la práctica se han perfeccionado diversas acciones efectuadas durante 2020 por la Dirección Ejecutivo Nacional de Finanzas y Administración, con la autorización de la Junta Directiva.

Empero, están anuentes a abordar el tema e investigar si se han definido políticas de empleo que incidan en los indicadores de cobertura por parte de diferentes entidades gubernamentales. Pero, aclararon que hasta la fecha se estudia la evolución de las estadísticas disponibles que suministra la Contraloría que reflejan un comportamiento creciente de los sectores informales, que involucran a los asegurados más jóvenes.

FALTA DE INDICADORES
Sobre la falta de indicadores críticos alertados por la OIT, los actuarios se mostraron anuentes a incorporarlos, aunque indicaron que no todos los recomendados son aplicables; tal es el caso del gasto administrativo que no se incorpora en el IVM, ya que corresponde a una gestión pública financiada por el Estado y sus ingresos y gastos se registran de forma separada. “El gasto no está desglosado porque corresponde a la Administración de todos los fondos que maneja la CSS, no exclusivamente el del IVM”, aclara el reporte del DA. Agrega que las hipótesis para el crecimiento de los salarios se aplican anualmente en el modelo de proyección.

EJERCICIO POSITIVO
Finalmente, el departamento de Actuarios de la CSS valoró como positivo el ejercicio practicado por los expertos de la OIT, ya que permite identificar las áreas de mejora, aunque “hubiese sido bueno que la OIT conociera más de la herramienta que el departamento actuarial utiliza para realizar las proyecciones, para estar más claros en sus observaciones”, cita la contestación de la CSS. De igual forma indica que es vital presentar próximamente los resultados del estudio del 2020, por lo que no tienen tiempo suficiente para incorporar las modificaciones en los modelos de proyección.

El análisis de consistencia debió considerar la legislación vigente, tomando en cuenta que el documento que preparó la CSS, ha sido estructurado y se encuentra delimitado bajo ese prisma. En resumen, entienden que deben realizarse modificaciones a la ley vigente en aras de adecuar y fortalecer la gestión actuarial, procurando alinear y fortalecer la gestión actuarial, los aspectos contenidos de la Ley con los métodos de evaluación empleados en la práctica, un punto no abordado por los expertos de la OIT, cita la respuesta de la CSS.

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