Estados Unidos incluye a Bolivia y Venezuela en la lista de países que no cumplen en la lucha contra el narcotráfico

Un memorando publicado este viernes por el Departamento de Estado reproduce la determinación presidencial sobre países principales de tránsito de drogas o países principales de producción ilícita de drogas para el año fiscal 2021.

Categoría que Estados Unidos ampara bajo la Ley de Autorización de Relaciones Extranjeras (FAA), e incluye a Afganistán, Bahamas, Belice, Bolivia, Birmania, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, India, Jamaica, Laos, México, Nicaragua, Pakistán, Panamá, Perú, República Dominicana y Venezuela.

La nota firmada por el mandatario Donald Trump, explica que la inclusión de un país en dicha lista, no constituye obligatoriamente un reflejo del esfuerzo que realiza el gobierno contra el narcotráfico, o el nivel de cooperación con Estados Unidos. El motivo es la combinación de factores geográficos, comerciales y económicos que permiten el tránsito o la producción de drogas, o incluso si un gobierno ha implementado medidas rigurosas de control de narcóticos.

No obstante, Bolivia y Venezuela son dos países que incumplen de manera desmostrable las obligaciones que asumieron en virtud de los acuerdos internacionales contra el narcotráfico y no haber adoptado las medidas que exige el artículo 489(a)(1) de la FAA.

Trump arreció nuevamente contra Nicolás Maduro, “el dictador venezolano”, quien mantiene un proceso en un tribunal estadounidense por narcoterrorismo y conspiración para el contrabando de cocaína al país norteño. “Estados Unidos seguirá apoyando al pueblo venezolano, al presidente interino Juan Guaidó y a la Asamblea Nacional democráticamente electa, y trabajará junto al legítimo Gobierno Interino de Venezuela para detener el narcotráfico y acabar con los actores delictivos que se han aprovechado de ese país. El narcorrégimen ilegítimo de Maduro debe responder ante la justicia por sus delitos”.

“En abril, puse en marcha las operaciones más significativas que tuvieron lugar en décadas contra el tráfico ilegal de estupefacientes en el Caribe y el Pacífico Oriental, al desplegar elementos militares estadounidenses al Comando Sur de Estados Unidos, en cooperación con 22 aliados internacionales. Estas operaciones permitieron la confiscación de más de 80 toneladas métricas de cocaína y otras peligrosas drogas y privaron a organizaciones delictivas transnacionales de obtener ganancias superiores a US$ 1.800 millones. Asimismo, esto transmitió una señal a los cabecillas del narcotráfico de que están completamente en la mira de Estados Unidos”, se lee en la nota difundida.

Llevar a la justicia a delincuentes como Maduro sigue siendo una prioridad urgente, y Estados Unidos necesita el apoyo de otros gobiernos en el Hemisferio Occidental asuman una mayor responsabilidad en la reducción de abastecimiento de drogas ilegales.

Colombia, un aliado de Estaods Unidos, ha demostrado su compromiso en la lucha antidrogas con la interceptación de cargamentos, no obstante, el cultivo de cocaína y la producción alcanzan niveles altos. El objetivo en común es que Colombia reduza a la mitad el cultivo y la producción de droga a finales de 2023. Para ello, el gobierno anunció que retomará la erradicación aérea, una herramienta irreemplazable, en combinación con la erradicación manual e impulso alternativo de cultivos.

Perú es otro país que preocupa a Trump a pesar de considerarlo otro aliado en la región. Los niveles de producción de droga en ese país, son calificados como “históricos”, por lo que instó al gobierno peruano a reanudar las operaciones de erradicación en las regiones con alta producción de droga, incluyendo el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro.

Bolivia es otro estado productor de la hoja de coca que ha superado los límites legales de cultivo para uso medicinal. En este sentido, Trump califica de insuficientes las medidas efectuadas por el gobierno de transición para la erradicación. Enseguida avanza que si sostiene los avances sostenidos en los últims diez meses, considerará la posibilidad de eliminar a este país de la lista de países que no cumplen con sus responsabilidades en materia de control de drogas.

Con respecto a México, el mandatario estadunidense dedica una parte importante en la nota. Recuerda que el país azteca aprobó reformas en materia de confiscación de activos, llevó a cabo más extradiciones de peligrosos narcotraficantes a Estados Unidos, consiguió avances significativos en el primer estudio de producción de adormidera en 17 años y formuló una estrategia antinarcóticos. Si bien son señales de avances, todavía es mucho más lo que se debe hacer. México es la fuente de casi toda la heroína y las metanfetaminas que confiscan los estadounidenses, además de una vía de tránsito para gran parte de la cocaína.

Las confiscaciones de drogas en México siguen siendo demasiado bajas considerando estas graves amenazas. Estos cárteles suponen una clara amenaza para México y la capacidad del gobierno mexicano de ejercer un control efectivo en partes del país.

Pide al gobierno de Manuel López Obrador, un compromiso inequívoco en desmantelar los carteles y sus actividades delictivas, además de tomar medidas más enérgicas para proteger la via de los mexicanos y estadounidenses amenazados por estos grupos. “Debe seguir extraditando a actores delictivos claves, realizar investigaciones exhaustivas y confiscaciones de drogas y activos, implementar un programa sólido basado en datos, para la erradicación de la adormidera que se asocie al cultivo alternativo.

Enseguida advierte: El gobierno mexicano debe reconocer la tendencia alarmante en la producción de fentanilo en su territorio. Es importante que dé prioridad a las medidas de aplicación de la ley contra la producción y el tráfico de fentanilo —la principal sustancia asociada con las muertes por sobredosis en Estados Unidos— por parte de los cárteles y que fortalezca los esfuerzos para contrarrestar los precursores químicos del fentanilo que se trafican mayoritariamente desde China, así como el contrabando y la producción de fentanilo. A menos que el gobierno mexicano demuestre avances considerables en el próximo año respaldados por datos verificables, México estará ante un riesgo considerable de que se determine que ha i. ncumplido de manera demostrable sus compromisos internacionales sobre control de drogas

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