Fiscalía formula cargos por homicidio y femicidio a sospechoso de la muerte de siete jóvenes

El único detenido por el supuesto crimen de siete adolescentes que se bañaban en lago Gatún, acudió a audiencia de imputación de cargos la tarde de ayer

En audiencia efectuada a las 3 de la tarde en el Sistema Penal Acusatorio de Colón, la fiscalía de homicidios de esa provincia, encabezada por el fiscal Adolfo Pineda, formuló cargos por femicidio, homicidio, privación de libertad y robo agravado a un sospechoso de la muerte de cuatro féminas y tres varones hallados este sábado en un bunker ubicado en un área boscosa de Espinar, cerca del lago Gatún en la provincia Atlántica.

Las primeras declaraciones de los testigos que sobrevivieron a la tragedia, señalan que el viernes pasado mientras los trece jóvenes se bañaban en el lago, aparecieron dos hombres armados, uno encapuchado y el otro no, quienes les quitaron sus pertenencias y los secuestraron. Un grupo de ellos, seis, residentes de otro sector, logró escapar mientras que el resto fueron encontrados sin vida.

Las autoridades capturaron este domingo al sospechoso luego de la descripción otorgada por los sobrevivientes quienes relataron las características físicas que se plasmaron en un retrato hablado.

La audiencia se realizó de forma virtual y participaron familiares de las víctimas, la fiscalía, el juez de garantías y el abogado del indiciado.

De acuerdo a medios locales, el jurista rechazó los cargos contra su cliente. Dijo que su defendido "padece de retraso mental y que el día de los hechos se encontraba en la costa abajo de Colón", sitio donde fue capturado el pasado domingo, en Achiote.

Al parecer los muchachos se encontraban en el sitio incorrecto a la hora incorrecta.

Los certificados de defunción de los siete jóvenes, todos vecinos de Valle Verde, consignan la misma causa: herida por proyectil de arma de fuego en la cabeza. Uno de ellos, no obstante, tenía tres disparos adicionales, según revelan las experticias forenses.

Los especialistas en criminalística ahora intentan determinar el calibre del proyectil y si todos fueron ejecutados con la misma arma de fuego.

Irónicamente estos muchachos fueron ejecutados al estilo de la mafia en uno de los sitios que durante la guerra fría fue considerado como el más seguro de todo el país. Formaba parte del territorio bajo el control de Estados Unidos.

El bunker, una especie de casita donde operaba la inteligencia estadounidense anteriormente, tiene una entrada rectangular que desde la luz se observa totalmente negra, simulando la boca del lobo. Sus paredes anchas y macizas que resguardaban las municiones y armamento del ejército de Estados Unidos, tal vez sirvieron al homicida para aislar el estruendo de las balas.

Dentro se hallaron cinco de los siete cuerpos, afuera estaban los cuerpos de dos mujeres más. Cerca, se encuentra el edificio ubicado a orillas del lago Gatún donde operaba la Escuela de las Américas, un bastión de los estadounidenses que algunos exmilitares panameños lo describen como un centro importante de poder, punto de convergencia de todas las fuerzas militares de Latinoamérica con el Pentágono estadounidense. Cuando el territorio pasó a manos panameñas, la infraestructura se transformó en un hotel cinco estrellas, pero el resto de la zona quedó en abandono.

Las autoridades efectuaron un despliegue a mediodía del sábado. Cuando arribaron al búnker se toparon con una escena dantesca. Todos los cuerpos tenían impacto de bala en la nuca, algunos estaban boca abajo, otros de lado, "prácticamente la forma en que les dispararon es como fueron hallados. Tenían ropa de baño", relató a este diario una fuente que participó en el recorrido. Al día siguiente se efectuó una ruta de reconocimiento junto a las autoridades para hacer la reconstrucción del recorrido desde Valle Verde, donde dio inició la caminata, hasta las orillas del lago Gatún, que colindan con el hotel.

PÉRDIDA IRREPARABLE
Betzaida Daley de Martínez, la madre de las hermanas Azucena y Julissa Martínez, de 18 y 21 años de edad, que murieron en el incidente no sabe a cuál de ellas llorar primero.

Siente un vacío, un dolor profundo en el alma que no sabe cómo calmar. Se pregunta de dónde sacará fuerzas para salir adelante. Se aferra a Dios y le pide que le ayude para sobreponerse por sus tres hijos varones que le quedan. No hay uno en casa o en la familia que no sienta trauma por la noticia.

Azucena y Yulissa eran las dos únicas hijas mujeres de Betsaida. Solo de pronunciar sus nombres le brota el llanto a cántaros, 'no me dejaron ni una viva, me las arrebataron' reitera entre llantos con profundo dolor.

La madre se aferran a la justicia divina, confía en que las autoridades van a encontrar al homicida de sus hijas. Explica que no conoce al sospechoso, jamás lo ha visto en su vida. Con un gran signo de interrogación se pregunta qué fue lo que sucedió, pero de raíz echa a un lado la tesis de que se trata de un posible acto pasional, "que no mezclen las cosas", pide la madre. Lo que sí le solicita a las autoridades es que ningún inocente pague por un hecho que no le corresponde. Se trataba de muchachos sanos, estudiantes y algunos integrantes en una banda de música. Antes de ser ultimados grabaron un video en uno de los celulares donde se observa a una parte de ellos afuera del lago y otra bañándose. Un paseo común y corriente de adolescentes con ganas de pasar un tiempo junto.

El sábado pasado el bunker sirvió de escondite para los homicidas, y afuera hallaron los cuerpos de las hermanas Martínez. El personal forense, de criminalística y agentes de la policía estudiaron tres escenas del crimen, las dos descritas y una más que les sirvió para recolectar indicios de actividad que dan pistas sobre la hipótesis del caso.

Todo inició el viernes a las 11 de la mañana cuando trece jóvenes salieron a bañarse a orillas del Gatún, como solían hacerlo anteriormente. Siete residían en Valle Verde, dos en provincia y otros cuatro originarios de Panamá.

Cuando pasaron las horas sus padres denunciaron a la Policía sobre su desaparición, armaron dos bloques de búsqueda pero sin resultados. El tiempo no acompañaba la misión, anochecía, llovía a cántaros, y a pesar de que contaban con linternas, la densa área boscosa no daba señales de sus hijos. Al día siguiente los cuerpos fueron encontrados.

El grupo de seis muchachos que logró escapar del macabro hecho fue entrevistado por la Fiscalía durante el fin de semana.  La fiscalía de homicidio levantó un expediente con los datos que brindaron los sobrevivientes quienes describieron a uno de los posibles homicidas que la policía capturó el domingo pasado en calidad de autor del hecho. No obstante, aún se está a la búsqueda de un segundo autor material. Aunado a esto, la fiscalía practicó diligencias para recoger los artículos que fueron sustraídos cuando se produce el hecho, por eso se practicaron allanamientos en distintos sitios.

Hasta el cierre de esta edición la audiencia se encontraba en desarrollo.

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