Posibles reacciones de Teherán ante la muerte de Soleimani

Especialistas coinciden en que Irán vengará la muerte del líder Qasem Soleimani a través de sus aliados o la organización terrorista Hezbollá con ataques a objetivos puntuales y no necesariamente dentro del territorio estadounidense

Tras el asesinato por un ataque aéreo estadounidense del genio estratégico y operador táctico de Irán, Qasem Soleimani, ésta país podría propinar venganzas, y lo más probable, es que sea en manos de grupos como Hezbollá o de países aliados a Irán.

El conflicto entre Irán y Estados Unidos, además de haber desatado un alza en los precios del petróleo, también ha emergido especulaciones sobre cuál podría ser la respuesta de Alí Khamenei, líder supremo de la revolución islámica de Irán, para vengarse de sus enemigos.

“Irán tiene una amplia gama de opciones para tomar represalias contra Estados Unidos: bases militares en el propio Iraq, en Qatar, Arabia Saudita o Bahrein, tráfico naval militar y civil en el Golfo, el Océano Índico o el Mar Rojo. También puede usar su infraestructura terrorista en todo el mundo, como lo demuestran los ataques frustrados en Europa durante 2018, o los ataques de 2012, en cooperación con Hezbollá, en países de Asia, África y Europa”, considera Ely Karmón, investigador principal del Instituto Internacional de Lucha Contra el Terrorismo.

Teherán sabe que una escalada militar de Estados Unidos podría provocar una guerra para el régimen.

Lo más lógico para Gabriel Ben Tasgal, periodista especialista en Medio Oriente entrevistado por este diario, es que Irán utilice a sus proximos. Por ejemplo, en la frontera de Israel con el Libano, donde opera el grupo terrorista Hezbollá, conocido como un brazo del ejército de Irán.

Para ello, el estado judío ya instaló baterías de anti misiles por si hay algún intento de ataque. Lo mismo ocurre con Hamás, el movimiento de resistencia islámico, aunque con menores posibilidades porque en estos momentos “están buscando una especie de acuerdo con el poder palestino porque están muy débiles”, dijo Ben Tasgal.

El periodista duda de la posibilidad que se desate una guerra abierta porque en términos militares, Irán es un “tigre de papel a lado de Estados Unidos o Israel”. Podría ser fuerte comparado en relación a otros países árabes, pero antes de pensar en una guerra abierta, Ben Tasgal sugiere echar un vistazo a la crisis social que vive el país. “Sus ciudadanos están pidiendo en las calles que cesen las hostilidades”, recordó el comunicador.

La forma de vengarse, para Tasgal y para el profesor en relaciones internacionales, Euclides Tapia, es más probable que ocurra con atentados, como ocurrió en 1992 en Argentina, cuando Hezbollá perpetuó un atentado a la embajada de Israel en ese país. “Si se produce un atentado ahora, no hay que ser inocentes. Estos hechos requieren de una planificación, así que no se puede pensar que se hizo de un día para otro, sino que lo planearon con anticipación, lo que quiere decir que pudo haber sido parte de la ideología de la fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán”.

Los iraníes pueden desquitarse con Israel, su blanco fundamental, que ya se encuentra en estado de alerta. “Yo pienso que los iraníes tratarán de buscar una respuesta del mismo nivel. La otra opción, es una guerra que no les convendría tampoco porque pondrían en tela de duda el control del Ayatola”, consideró el profesor Tapia.

También pueden desatar ataques contra blancos de Estados Unidos, pero no necesariamente dentro del territorio, sino con territorios aliados o embajadas estadounidenses en otros países. Aunque si esto ocurre, el riesgo de una guerra se incrementa”, añadió Tapia.

Recién el viernes, Trump anunciaba al mundo que la muerte del líder iraní se produjo para detener una guerra y no para desatarla.

Antes de morir Soleimani, según el profesor Tapia, se conoció que hubo funcionarios israelíes que estuvieron en la mira de este personaje. “El hecho de haberlo descabezado no significa que haya disminuido el riesgo”, dijo Tapia.

También podrían usar el territorio de Venezuela para actuar. En este caso, si se presta su territorio darles refugio, o que la seguridad venezolana actúe en conjunto con los iraníes para atentar contra Estados Unidos, sería un problema para la región.

Ben Tasgal rememoró que se acusa a Tareck El Aissami, exvicepresidente de Venezuela, de haber entregado pasaportes de esta nacionalidad a terroristas para que puedan transitar con nombres falsos por otros países. “Por ahora se han encargado de hacer enrolamientos de perfil bajo a sus filas, pero no significa que no hagan un atentado”, de acuerdo al periodista.

Por el momento, cuando se produce un acto como el ocurrido con la muerte de Suleimani, ocurre una pasividad. No se responde de forma inmediata a esta acción.

Teherán ha demostrado que cuenta con misiles muy exactos, como lo evidenció en ataques previos. Pero si tuviera la cabeza nuclear en un misil y hubiese querido que alguien lo use, se lo habría dado a Hezbolla o a los proximos, porque de lo contrario se inculparía, y eso acarrea responsabilidades a nivel internacional”.

Ben Tasgal se pregunta, si Hezbollá ataca a Israel con un misil de este estilo, ¿alguien en el mundo entenderá por qué Israel ataca a Líbano o Siria?

Karmón, del Instituto Internacional de Lucha Contra el Terrorismo, aplaude el coraje de Trump en reaccionar de esta forma a los ataques a su embajada en Bagdad, Irak.

“Desafortunadamente, la mayoría de los líderes del Partido Demócrata han criticado a Trump por este asesinato de una persona responsable de la muerte de numerosos soldados y civiles estadounidenses y de los aliados de Estados Unidos en la región.

“Deben recordar que el presidente Jimmy Carter perdió su candidatura a la segunda presidencia debido al fiasco de la crisis de rehenes de la embajada de Teherán. Esta también es probablemente una de las principales razones por las que el presidente Trump ha tenido el coraje de desafiar al régimen iraní en este momento”, escribió Karmón en un artículo de opinión.

Finalmente, el representante del Instituto reclama el llamado de varios líderes internacionales que piden moderación luego del asesinato selectivo ordenado por Trump, pero les recuerda que el blanco no era un inocente de la violencia o la inestabilidad política que sacude la región en estos últimos años.

¿Quién era Qasem Soleimani? El comandante de la sombra

Era el comandante de la fuerza élite Al Quds de la Guardia Revolucionaria iraní. De 62 años, el comandante era considerado como uno de los más poderoso de su país después del Ayatola Khamenei (Sayyid Ali Hosseini Khamenei), líder supremo de Irán. Un militar diplomático detrás de todos los movimientos que lograron la sobrevivencia del régimen de Assad en Siria, la transformación de Hezbollá en el corredor de poder en Líbano y la penetración e implantación territorial en Siria, Irak, Yemen, mediante el uso de las milicias chiítas insurgentes, además del socio iraní de Rusia en Siria.

En términos latinos, se compara como si fuese un camarada de la revolución iraní, el espíritu que exportaba la ideología al mundo, la insignia.

El periodista especialista en Medio Oriente, Gabriel Ben Tasgal, añade que se le consideraba un hombre muy inteligente, “pero que en los últimos años descuidó la seguridad personal, hacía fotos en twitter, confió en el poder de amedrentación de Irán y se pudo creer impensable de este tipo de ataques”.

Medios internacionales lo describen como una figura controvertida, que inició su carrera militar en la década de los 80s hasta convertirse en una figura indispensable en Irán, por su rol de difusor de la ideología.

El Pentágono afirma que él y sus tropas fueron responsables de la muerte de cientos de miembros del servicio estadounidense y de la coalición y de herir a miles más. Era el conocido como el comandante de la sombra de irán, autor intelectual de operaciones militares iraníes en Iraq y Siria.

De acuerdo a CNN en Español, los funcionarios estadounidenses creen que durante la Guerra de Iraq, fueron las unidades de Soleimani las que proporcionaron a los insurgentes iraquíes bombas especialmente diseñadas para penetrar las unidades blindadas, un arma mortal contra los estadounidenses, pero Irán negó esto.

Con respecto a la guerra contra ISIS, se decía que Soleimani estaba en los campos de batalla de Iraq, entrando y saliendo del país para ayudar a los chiítas iraquíes para combatir a los extremistas.

Washington tenía información de inteligencia que responsabilizaba a Soleimani de haber desarrollado planes activamente para atacar a diplomáticos y miembros del servicio estadounidense en Iraq y toda la región.

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