"El gobierno debe infundir confianza, transparencia y rendición de cuentas para un diálogo exitoso"

Asesora en políticas públicas, Paulina Franceschi, identifica la receta para que el Ejecutivo alcance un diálogo nacional con resultados. La insistencia en la reorganización y las alianzas como fórmula para superar la crisis multidimensional


Paulina Franceschi.

En vísperas del Diálogo Nacional convocado por el Ejecutivo, la prioridad es rescatar la confianza con la ciudadanía y los grupos que participarán en la conversación. Como se ha repetido hasta el cansancio, la pandemia ha impactado todos los sectores del país, el escenario es adverso por las condiciones económicas, laborales y sociales que han sido afectadas por el virus Covid-19. Sin embargo, también se abre una oportunidad para retomar alianzas, sentarse a la mesa para reorganizar el país. Para ello, nuestra entrevistada, experta asesora en políticas públicas, recomienda infundir confianza, transparencia, rendición de cuentas y resultados claros para que no sea como los tantos ejercicios que posteriormente se recuerdan en papel y se implementan parcialmente. Paulina Franceschi insiste en una reorganización del país, a nivel gubernamental y la relación que éste tiene con el sector empresarial y social. De no hacerlo, enfatiza, corremos un gran riesgo y habremos desperdiciado una excelente oportunidad. Momentos en que aún el futuro parece incierto en materia sanitaria, lo que impera es tratar de controlar la pandemia para evitar un precipicio de la economía por temor a un rebrote, con todo lo que éste arrastra.

¿Cuáles son las lecciones que hemos aprendido de la pandemia?
Esta pandemia nos ha dejado grandes lecciones a los países, los individuos, las empresas. En efecto es una crisis multidimensional y sistémica porque el mundo se detuvo prácticamente. Pero las lecciones que podríamos resumirlas en las siguientes. La primera es que se trata de una oportunidad de hacer las cosas y generar cambios, mirar hacia el futuro y qué debemos hacer. Como bien lo han dicho muchos analistas, la clave va a estar hacia adelante en podernos reorganizar como país. Así como nos ha tocado reorganizarnos en las familias, de eso se trata, si queremos salir adelante como sociedad debemos de reorganizarnos. En materia de políticas públicas, esta crisis nos permite conocer la interdependencia de ámbitos como el social y el ambiental. Hemos visto como un virus que era parte de un ecosistema, de pronto se pasó al hombre y se convirtió en una crisis sanitaria que nos ha llevado a una profunda crisis económica. Si teníamos dudas sobre la interdependencia de todos los sistemas, esta crisis nos ha permitido darnos cuenta que así funciona en la práctica. En políticas públicas se terminó la época en que las políticas públicas se hacían sectoriales. Tenemos que dejar de pensar que las políticas individuales para el sector social, de educación. Hay que empezar a alinear los distintos ámbitos, los sistemas son interdependientes y hay que asegurarse de que haya coherencia.; No podemos crear políticas que inhabilitan o que compiten con otras políticas públicas como las que tenemos ahora mismo. Si queremos recuperar la economía, si no hay empleos, ingresos en la familia, si no hay liquidez en las empresas, sin agua, y si tenemos un rebrote no vamos a poder recuperar la economía. Todo eso se convierte en un portafolio de políticas que deberán tener un objetivo común para armonizar la situación que tenemos ahora mismo.

Hay que entender que vamos a salir de esto si lo miramos desde un punto de vista multisectorial, en el que combinemos todas las políticas, la sanitaria, la económica, la social, y trabajar hacia un objetivo común. Necesitamos sentarnos entre los sectores para conversar.

Enuncie algunos ejemplos de estas políticas...
Necesitamos políticas públicas que tengan que ver cómo los Estados pueden ayudar a las empresas. Uno de los problemas más grandes que tienen las empresas es la liquidez, programas de ayuda. Necesitamos focalizar a las familias en esto. Algunas recomendaciones de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) es que haya un ingreso de emergencia en las familias, y combinar las políticas de salud. Pero lo más importante es alinearlas en el espacio donde están las comunidades y las familias, de manera que podamos llegar a ser mucho más integrales. Esta crisis no se resuelve solo con atender el tema de salud, sino con atender varios temas desde las políticas públicas para superarla. América Latina ha sido uno de los territorios más afectados porque lo estructural de la desigualdad ha trabajado en contra y está teniendo una situación muy difícil. Las proyecciones son que América Latina va a tener un retroceso que nos va a llevar a los niveles económicos de crecimiento de 2010, nos va llevar a niveles de pobreza alrededor de la década de los 90s. Realmente nos tiene que enseñar mucho de cómo reorganizarnos y volver a construir las políticas que necesitamos para salir adelante. Hay otras lecciones como la solidaridad. A partir del individuo, seguir el protocolo y cuidarse es ser solidario.


¿El gobierno está preparado para poder implementar políticas integrales?
Los gobiernos, porque es para todos los países de América Latina, tienen que generar más espacios intersectoriales de conversación para alinear el engranaje y construir sinergias entre las distintas acciones que se hacen desde el Estado. Hay que entender que vamos a salir de esto si lo miramos desde un punto de vista multisectorial, en el que combinemos todas las políticas, la sanitaria, la económica, la social, y trabajar hacia un objetivo común. Necesitamos sentarnos entre los sectores para conversar. Yo creo que esa reorganización es muy importante porque en distintos países vamos viendo iniciativas para buscar espacios para conversar, esto es algo inédito, requiere de la mejor voluntad y poder visualizarlo como un pensamiento conjunto. Podemos pensar que estamos perdiendo una generación.

¿Cómo hacer que el diálogo nacional que está por iniciar sea un éxito y no la vía al despeñadero?
Son varias las voces en América Latina que coinciden de que hay una necesidad de sentarse a conversar y hacer un pacto social para poder afrontar la profundidad de la crisis de la pandemia. Es importante mencionar que no hemos visto el final de la crisis, no sabemos ni cómo ni cuándo vamos a salir de ella. En ese contexto, las consecuencias pueden ser muy profundas. Los países necesitan sentarse y ponerse de acuerdo porque hay un gran riesgo si no lo hacemos. He escuchado a especialistas decir que es urgente hacer un pacto, recuperar confianza y la capacidad de colaborar dentro de los sectores de la sociedad. La Cepal también ha recomendado reconstruir un pacto social y político, una nueva ecuación entre el sector privado y el empresarial. Recomiendan buscar el consenso entre todos. Los riesgos de no hacerlo son muy grandes, porque es una democracia que está tratando de madurar y aún no termina. Hay todo un tema de una justicia intergeneracional de la gente joven y estamos viéndolos más molestos, más inquietos y en búsqueda de soluciones.

¿Cuál es la recomendación que haría al Ejecutivo para llevar el diálogo en paz?
Nosotros tenemos que estar claros que tenemos un proceso adverso, para un proceso de diálogo los vivimos con unos niveles de desconfianza entre todos, no solo al Ejecutivo. Tenemos sociedades en las que hay mucha desconfianza. Pero lógicamente un proceso de diálogo va a tener muy presente que hay que construir confianza, será exitoso en la medida en que haya confianza, sea transparente, que haya rendición de cuentas del proceso periódicamente. Eso es muy importante porque creo que eso va a permitir que encontremos soluciones innovadoras para abordar la crisis. Nosotros tenemos un déficit de ideas para abordar la cantidad de problemas que tenemos en este momento.

Es importante sentarnos a hablar para alcanzar una reorganización y estimular alianzas, es la clave para resolver asuntos locales y regionales.

Esa confianza de la que habla, en este momento el gobierno ha quedado muy desgastado por la pandemia, ¿cómo brindar la confianza y transparencia cuando en la opinión pública parecen ser los temas más cuestionados?
Hay que ver la propuesta que tiene el gobierno y tratar de valorarla. Tendrá que tener muy presente que tiene que hacer un esfuerzo grande por recuperar la confianza para como sociedad encontrar la forma de salir. Es un espacio para reorganizarnos porque la magnitud del problema es muy grande. Aún no está definido hasta cuando vamos a tener esta crisis, si va haber rebrotes que pueden comprometer aún más la economía, pueden llevarnos a situaciones aún mucho más delicadas. Estamos frente a una situación como pocas, así que hay que insistir en que se tengan prácticas de transparencia y rendición de cuentas en este nuevo llamado a diálogo. También es importante que haya un proceso enfocado a resultados, eso dependerá de la propuesta que presente el Ejecutivo. Quiero reiterar que es importante sentarnos a hablar para alcanzar una reorganización y estimular alianzas, es la clave para resolver asuntos locales y regionales.

Hay preocupación por la cantidad de deuda externa que ha adquirido el gobierno, ¿cuál es la consecuencia de esto?
Sin duda la desaceleración que ha provocado la pandemia es profunda. Si comparamos los índices de actividad económica y las proyecciones del Producto Interno Bruto, y las caídas en los ingresos del Estado, no queda otra que acudir a buscar dinero. Una situación económica que no es agradable para ningún gobierno. Evidentemente tendrá consecuencias. Pero en la medida en que podamos contener lo sanitario eso ayudará. Pero tendrá consecuencias de endeudamiento mayor y va a comprometer la capacidad hacia el futuro del Estado para poder invertir, hacer inversión social. Por eso es que es importante reorganizarse porque debemos tratar de buscar más alianzas para tener financiamiento para cualquier necesidad que se pueda tener. Hay un panorama muy incierto en este momento, no se puede dar una proyección precisa. Hay que mantenerse en un modo de sobrevivencia para no caer en cuidados intensivos porque ahí podemos perder mucho. Lo que hay que hacer es mantenerse a flote por el tiempo que demore la situación sanitaria. No sabemos cómo va a ser esto, aún no ha concluido la historia.

¿Cuál sería el escenario con la vacuna en los primeros meses del próximo año?
Lo primero es que si se encuentra la vacuna no vamos a tener tantas pérdidas de vida. Esta crisis ha significado mucho dolor para las familias. La crisis sanitaria pudiera entrar en control. Si no tenemos que hacer más cierres de la economía tenemos mejores opciones de no pasar de la sala de observación a la sala de cuidados intensivos como país. Sin duda, el escenario sería el deseable, se reconoce como la intervención mejor poco efectiva, pero trabajamos en un escenario sin precedentes en esta materia porque son investigaciones que toman años, pero aquí estamos hablando de 18 meses o quizás menos. Lo que eso nos dice, es que el esfuerzo global en este momento en investigación para las vacunas, no tiene precedentes por la velocidad en que se está trabajando. El aporte de la ciencia ha sido vital en el espacio global.

Si comparamos los índices de actividad económica y las proyecciones del Producto Interno Bruto, y las caídas en los ingresos del Estado, no queda otra que acudir a buscar dinero. Una situación económica que no es agradable para ningún gobierno. Evidentemente tendrá consecuencias.

¿Qué impacto tendría en la economía tomando en cuenta el daño que ha causado la pandemia?
Sin duda saber que hay una vacuna va a generar esperanza, el hecho de que no haya rebrotes como está pasando en Europa, donde la economía se va a ralentizar nuevamente, pero si la tendríamos podríamos empezar a reconstruir el país y tratar de adaptarnos a la normalidad en que nos encontremos cuando salga la vacuna. Por ejemplo, si se logra contener la situación sanitaria, y el temor de perder el empleo deja de ser una preocupación, la consecuencia es que habrá mejor consumo. Lo que más afecta a las personas es la incertidumbre, saber que no se cerrarán más empresas ayudará a la gente a sentirse mejor porque no ve en riesgo su futuro. Pero mientras no sea así, afecta el consumo, la liquidez de las empresas y la economía, todo es una cadena.

Panamá es uno de los países que menos recauda impuestos, ¿qué hay que hacer en la Dirección General de Impuestos?
Voy a tratar de hacerte una lectura sin tener que entrar en detalle. Hay mucho espacio para mejorar, desde el sistema de digitalización jugará un papel importante porque habrá un canal de contacto para recaudar fondos. Creo que ya está en progreso y eso es algo positivo de la pandemia. El gobierno tiene que tener un mejor sistema de acceso a la información para mejorar sus ingresos fiscales.

LOGRAR UN PACTO SOCIAL
La pandemia acelera la necesidad de reorganizar el país

  • Nombre completo: Paulina Franceschi
  • Nacimiento: 24 de septiembre de 1957, Panamá.
  • Ocupación: asesora en políticas públicas
  • Resumen de su carrera: Se ha desempeñado como Embajadora de Panamá en Austria, desde Octubre 2015 a Abril 2018, y concurrencias con Hungría, Eslovenia, Eslovaquia y Kosovo. Así como ejerció como Representante Permanente de Panamá ante las Organizaciones de Naciones Unidas en Viena, Austria. Durante su función como Representante Permanente en Austria ocupó la Presidencia de la Junta de Desarrollo Industrial de la Organización de Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial y presidió la Comisión Preparatoria para la prohibición de ensayos nucleares en la CTBTO. Adicionalmente durante su gestión diplomática se logró la firma de acuerdos entre Panamá y Agencias de Naciones Unidas, en particular con el Organismo Internacional de Energía Atómica para la seguridad de eventos masivos durante la Jornada Mundial de la Juventud y con la organización de Naciones Unidas para Desarrollo Industrial (UNIDO) para asesoría técnica del proyecto Hub Farmacéutico de Panamá. Fue Embajadora Adjunta, desde el 2014 hasta octubre del 2015, en la Misión de Panamá ante Naciones Unidas en Nueva York, año en que se negoció a nivel intergubernamental la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030 e inició el debate sobre la ética para el desarrollo durante su misión en Nueva York. Lideró desde 2000 al 2011, la elaboración del Informe Nacional de Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en Panamá. Publicando tres informes nacionales; entre estos, Pobreza en el año 2002, Juventud y Desarrollo Humano en el 2004 e Institucionalidad para el Desarrollo Humano en el 2007-2008.

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