Cien cadetes panameños están atrapados en alta mar por causa del Covid-19

Según cifras de la UMIP, los tripulantes no pueden embarcar o desembarcar en ningún puerto debido a las restricciones mundiales impuestas por la pandemia

En altamar hay aproximadamente 100 cadetes panameños de la Universidad Marítima Internacional de Panamá (UMIP) que no pueden llegar a puerto debido a las restricciones mundiales impuestas en casi todo el mundo por el Covid-19. De ellos, 20 están en cruceros y ocho de ellos en condición de vencimiento de embarque. De los 80 restantes, 28 están en vencimiento en la flota de marina mercante, y el resto no tiene problemas de expiración del tiempo de embarque. Actualmente hay 104 cruceros que están en confinamiento forzoso en el mar.

Los periodos de embarque se dividen según las decisiones de la empresa, por lo general el primer periodo de embarque es de seis meses, después se les da un tiempo de descanso en el cual son reemplazados por nuevo personal, y luego se embarcan nuevamente. Al suspender el embarque y desembarque de la gente de mar por motivos de Covid,la Autoridad Marítima de Panamá (AMP) optó por extender los contratos de estos estudiantes dentro de las embarcaciones.

Al vencer el periodo de embarque, se requiere el relevo de la tripulación, y este es el problema que enfrentan tripulantes de todo el mundo que se encuentran embarcados y no pueden atracar a puerto.
En el continente americano, no hay ni un puerto que permita esta actividad, una oportunidad que podría aprovechar Panamá para reactivar esta cadena logística que impacta positivamente en la economía del país, ya que estas personas al desembarcar o embarcar una nave, se hospedan en hoteles hasta tomar el vuelo de regreso o de llegada, consumen en restaurantes y usan el transporte.

La Organización Marítima Internacional dictó a principios de mayo los protocolos recomendados para facilitar el cambio de tripulación en puertos. Por ser miembros de esta organización, la Autoridad Marítima de Panamá ya tomó los primeros pasos para tratar de repatriar a los panameños que se encuentran en el mar, o bien, servir de puerto para que otras embarcaciones desembarquen en Panamá y luego que los tripulantes puedan viajar a su país de origen. Sin embargo, esto requiere de una coordinación entre las instituciones que intervienen en este proceso, además de las relacionadas al ramo, se incluye a Aeronáutica Civil para poder coordinar los vuelos en el aeropuerto Internacional de Tocumen, ya sean charter o humanitarios.

La AMP se encuentra en conversaciones constantes con el Ministerio de Salud y la Cancillería para que autoricen el embarque y desembarque de los tripulantes que están solicitando la repatriación, pero aún espera la luz verde de la autoridad de salud.

"Hay que establecer protocolos de cuarentena además de los del Ministerio de Salud, establecer rutas y aceptación de acuerdo a otros destinos, los lugares donde se pueda dar el cambio de tripulación. En este sentido hay confusión, falta de información certera y miedo a la toma de decisiones", apuntó el capitán Alberto Herrera, quien participó en el foro "Nuevo protocolo de la Organización Marítima Internacional (OMI) para el relevo de tripulantes", organizado por la Cámara Marítima de Panamá.

La naviera Maersk, por ejemplo, que realiza cambios de tripulación en 7 hubs en puertos de países como Singapur, Marruecos, Brasil, Panamá y otros. Se enfrenta a esta situación, y para resolverla han detectado algunos puertos específicos en Europa y Asia que les permiten el cambio con una serie de requisitos sanitarios. "En algunas ciudades de Asia, el cambio está sujeto a la aprobación de las autoridades locales y frecuentemente varían los requisitos, por lo que es difícil decirle a los tripulantes con precisión la fecha y el puerto donde desembarcarán", explicó Joana Peralta, representante de la naviera.

La tripulación con exceso de tiempo a bordo, ha sufrido necesidades médicas que no están relacionadas al virus, pero que en las embarcaciones carecen de los medicamentos y resulta difícil conseguir la atención médica.

"Ningún país del continente Americano tiene un puerto de desembarque, por lo que veo una oportunidad para repuntar a Panamá, adoptar el nuevo protocolo es urgente para que no colapse el sector económico", manifestó la representante de las operadoras navieras.

Abrir las fronteras para permitir el cambio de tripulantes y que la tripulación pueda viajar a su destino, requerirá que los países tengan sus propias medidas para admitir el cambio y proteger a su población. "Tratar de hacer rutas en las que no tengan contacto con la población en general, requiere de un trabajo detallado, y por eso estos protocolos son útiles porque demuestran que es posible su implementación", añadió John Butler, presidente de World Shipping Council. La tripulación esta aislada por la naturaleza de su trabajo, es posible atracar y después hacer los vuelos para transportar a estas personas a su destino.

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