Líos por el contrato de modernización de cinco helicópteros del Senan

Denuncia por supuesta lesión patrimonial por las adendas efectuadas al contrato de modernización de 5 helicópteros, supuestamente con complicidad de la cúpula del Senan

Un viejo contrato del Servicio Nacional Aeronaval (SENAN), que data de 2008, con el que se pretendía modernizar y repotenciar cinco helicópteros marca Bell-212 (AN-120, AN-121, AN-123, AN-125, AN-134), no termina de aterrizar.

Ayer, el abogado Justino González, presentó una denuncia por posible lesión patrimonial, blanqueo de capitales, asociación ilícita para delinquir y otros delitos contra quienes resulten responsables, ante la Fiscalía Anticorrupción, basado en el incumplimiento del contrato entre el Estado y las empresas Helitech Support Services (HSS), canadiense, y la americana American Airparts Inc (AA).

Según la denuncia, las naves prácticamente permanecen más en tierra que en el aire, y las reparaciones no cumplen con las especificaciones requeridas en los contratos a pesar de haber sido recibidas conforme por el SENAN.

“Todo esto se produce en complicidad con comisionados y subcomisionados que han estado durante años al frente del Senan en diferentes cargos directivos, lo que les permitía tener control de lo que sucedía”, se lee en la denuncia que no menciona nombres.

Según la querella, el Estado ha desembolsado $12.8 millones a HSS que reparó la nave AN-120 y $26.3 millones a AA que continuó con el contrato.

Cifras que la empresa AA niega. John Pinto, gerente de American Airparts Inc, manifestó “que ha cobrado $17,498,665 correspondiente a la entrega del AN-121, AN-134 y AN-123, con retrasos de pagos de más de 36 meses”.

De las cinco aeronaves, según la querella, dos (AN-123 y AN-125) son las que presentan más discrepancias entre el Senan y el contratista.

La AN-123, según González, se recibió conforme en octubre de 2017 por parte de la Dirección Nacional de Mantenimiento Aéreo de la entidad, cuando la empresa no cumplía con las especificaciones del contrato. La denuncia indica que el tiempo de vida de los motores se encontraba por debajo del 70% requerido en el contrato. Adicionalmente, advierte que no se trata de un Bell-212, como en efecto lo admite AA bajo la explicación de que de 5 naves, HSS solo logró entregar una, la AN-120. El resto llegó a suelo panameño en condición inservible, por lo que la empresa tuvo que adquirir 4 helicópteros en el mercado para adecuarlos.

“Este helicóptero se encuentra en manos del contratista, que no ha indicado al Senan dónde se encuentran los motores, o el taller certificado por el fabricante al cual fueron enviados los mismos”, se lee en la querella.

“El helicóptero está en Panamá, se encuentra en instalaciones de NAAS ubicadas en el aeropuerto Panamá Pacífico (empresa que debido al incumplimiento del gobierno cerró operaciones por deudas pendientes) y en repetidas ocasiones le hemos escrito tanto al anterior, como al actual director del Senan, para pasar la aeronave a esta entidad debido a que no se pudo reparar y el contrato se encuentra en este momento en un limbo jurídico”, manifestó a La Estrella de Panamá, John Pinto, gerente de AA.

Documentación proporcionada por la empresa American Airparts Inc, refleja, con respecto a la nave AN-123, que en octubre de 2017 el Senan emitió recibido conforme del helicóptero y se generó una gestión de cobro por $3.1 millones.

“La aeronave cumple con los porcentajes remanentes exigidos por el contrato teniendo un porcentaje final de horas remanentes para la sección de potencia de 74% y para componentes de 88%”, se lee en una cronología del contrato elaborada por AA a la cual tuvo acceso este diario.

“La nave no se logró reparar debido a que el Estado canceló el contrato. Al hacerlo se perdían las garantías del helicóptero, y además el gobierno quiso ejecutar la fianza aunque la aseguradora se la negó porque desde un principio la empresa AA había puesto más dinero del que se exigía”, añadió Pinto de AA.

Otra de las aeronaves en cuestión es la AN-125, helicóptero que el Senan no ha querido recibir.

Según la querella, la AN-1258 tampoco ha cumplido con las especificaciones y no se ha otorgado un recibido de conforme. “El modelo pactado en el objeto del contrato es un BELL 212 y la contratista quiere entregar un modelo AB 212, el modelo de pantalla es distinto al del contrato y los componentes de potencia tampoco son los establecidos en el contrato”, según la denuncia.

En el mes de junio y julio de 2018, según documentación de American Airparts a la que este diario tuvo acceso, se notifica que la última aeronave objeto del contrato, la AN-125, se encontraba lista para asignación de pilotos de prueba para iniciar el proceso de recibido conforme, cumpliendo con los porcentajes remanentes exigidos para la sección de potencia de 87% y de componentes de un 80%. Sin embargo, seis meses después de el infructuoso proceso de entrega, luego de múltiples reuniones y oficios sin un hilo de avance, se notificó a la empresa que la nueva dirección del Senan tenía un cálculo distinto de los porcentajes descritos y por tanto el contratista había incumplido el contrato, debido a las nuevas interpretaciones contractuales.

Esto colocaba al contratista en una posición que le imposibilitaba cumplir con el contrato, pues exigía reemplazo de algunos componentes.

Unos meses después, en enero de 2019, el Ministerio de Seguridad envió nota de resolución administrativa sobre el contrato que englobaba la repotenciación de las cinco naves, alegando el incumplimiento en la entrega del helicóptero AN-125 y solicita ejecutar la fianza de cumplimiento con Seguros Suramericana, S.A. en la que especifica que la empresa no cumplió a satisfacción el contrato para la recuperación de tres helicópteros: AN-123, AN-125, AN-134.

Por su parte, un comunicado oficial del Senan, a propósito de la denuncia presentada, informó que el pasado mes de mayo de 2019, presentó ante las instalaciones legales correspondientes, una denuncia por apropiación indebida, luego de encontrar irregularidades en el contrato de entrega de dos aeronaves, la AN-123, que fue recibida en sus instalaciones y que luego presentó problemas en los motores, y la AN-125 que no fue recibida porque existían discrepancias estructurales y de componentes que atentaban contra lo establecido entre el contratista y el Estado, de acuerdo a lo estipulado en el contrato y las garantías que regulan la Ley 22, del 27 de junio de 2006 de contrataciones públicas.

“Cabe señalar que previo a la denuncia, ya se habían realizado los reclamos a la empresa, sin embargo, frente al incumplimiento se procedió ante las autoridades correspondientes”, según el Senan.

El contratista dice que trató de cumplir con el Estado, “pero éstos se negaron a recibir el helicóptero porque no tenían plata para pagar los contratos adquiridos. El señor Ricardo Garay, entonces director de mantenimiento, determinaba lo que quería pagar. Mi plata, los $3.1 millones, los usó para pagar temas del helicóptero AN-141 que lo sacó de Panamá sin autorización del Ministerio de Seguridad, dicho helicóptero se encuentra en Filadelfia, Estados Unidos”, zanjó Pinto.

“Yo no pagaba coimas en Panamá, y por eso se me demoraban los pagos”, dijo Pinto a este diario.

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