Cortizo instala un nuevo código de conducta

No mentir, no hacer trampa, no robar, debe ser la conducta del nuevo gobierno de Cortizo, quien en su primer discurso enumeró las acciones para reactivar la economía, hizo un llamado a la justicia y adelantó los proyectos que enviará a la Asamblea Nacional

Laurentino ‘Nito’ Cortizo se acercó al podium del escenario del teatro Anayansi del Centro de Convenciones Atlapa, en el que pronunció su primer discurso como presidente de Panamá, en medio de aplausos que provenían de más de tres mil invitados.

Vestido con saco color negro, corbata gris perlada que cubría la banda presidencial, y la mirada en el público, el estrenado mandatario resumió en treinta minutos los principales desafíos del país que arrastra, según sus palabras, una década de corrupción, improvisación y “de robarse el dinero de los panameños”.

Sus frases cargadas de esperanza y unidad enunciaron los desafíos más urgentes a resolver.

El primero consiste en sanear las finanzas públicas. No es la primera vez que este tema sale a colación. Durante las reuniones de transición el ministro de la cartera Héctor Alexander advirtió que había recibido de la administración saliente una información a medias sobre las finanzas públicas.

Cortizo se comprometió a compartir con el pueblo la realidad de los números tan pronto cuente con la información completa. De igual forma, presentará un Plan de Reactivación Económica.

Este proyecto pretende atraer inversiones que generen empleos y promover la exportación de productos panameños bajo el nombre de ‘ProPanamá’.

Aparejado con lo anterior, Cortizo enlistó asuntos puntuales que promoverá en los próximos meses. Entre estos, mencionó la operación de un Banco de Oportunidades para impulsar el emprendimiento para jóvenes y mujeres; el lanzamiento del programa Manos a la Obra destinado a la rehabilitación y mantenimiento de calles y carreteras privilegiando estas concesiones a empresas panameñas.

La situación del país motivó al nuevo inquilino de la Presidencia a dar inicio a una política de ahorro y disciplina en los gastos públicos. Los primeros recortes se verán reflejados en los viajes y los viáticos en un 50%.

Entre otras medidas, el gobernante implementará una reactivación de la industria de construcción que cuenta con un extenso inventario suficiente para suplir el mercado por los próximos 6 años. Para ello, anunció que extenderá el interés preferencial en diferentes tramos para viviendas hasta $180 mil. Aunado este paso, acogió la propuesta del sector inmobiliario para impulsar una Ley de Leasing (arrendamiento) inmobiliario para facilitar la adquisición de viviendas.

“Ya estamos gestionando el financiamiento para los pagos a proveedores y contratistas”, manifestó en aras de calmar las ansias del sector empresarial al que se le adeudan más de $600 millones.

El mandatario advirtió ante más de 10 jefes de Estado y 48 delegaciones internacionales presentes en el acto que inició con más de tres horas de atraso, debido a la demora que provocó la escogencia de la Junta Directiva de la Asamblea Nacional, que su país ha sido irrespetado y maltratado, “hasta aquí, hasta hoy”.

Indicó que para contrarrestar la inclusión de Panamá en listas grises, creará la Unidad para la Competitividad de los Servicios Internacionales cuyo objetivo será coordinar acciones para mantener a Panamá fuera de estas listas y consolidar el territorio como el mejor centro de negocios, de logística y financiero de la región.

Panamá ha realizado ingentes esfuerzos para zafarse de las listas grises del Grupo de Acción Financiera y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, no obstante, en junio pasado, fue incluida una vez más en la lista de jurisdicciones con deficiencias estratégicas para prevenir el blanqueo de capitales.

LLAMADO A LA JUSTICIA
Enfático y con firmeza, el gobernante de 66 años exigió restaurar la justicia por una eficaz.

Se refirió a la tan cuestionada justicia del país. Una que durante la administración Varela se empleó para la persecución, para armar expedientes contra sus adversarios y que resultó controvertida en cuanto a la efectividad en la investigación de expedientes de alto perfil.

“A mí no me eligieron Fiscal, ni Procurador, ni Juez, ni Magistrado o Contralor. Por eso, les reitero: ustedes se deben a la patria y a su propia conciencia, no a presiones políticas, ni económicas, ¡Y menos a mí!”, exclamó en medio de aplausos del público.

LUCHA CONTRA LA POBREZA
La sexta frontera es la conquista de Cortizo: la lucha por la desigualdad económica. Un desequilibrio que persiste en el país de los millones y billones, pero que ocupa el 6 lugar en el mundo con mayor desigualdad.

Comparó la forma en que Panamá logró recuperar la vía Interoceánica y la soberanía de su territorio hace 20 años. Mística que se originó bajo el mando de la leyenda del Partido Revolucionario Democrático, el general Omar Torrijos, a la que denominó la quinta frontera.

Cortizo ha trazado la suya: el combate a la pobreza. Hoy, señaló, 777 mil panameños viven en pobreza, de ellos 450 mil son niños, niñas y adolescentes.

Cifras que conllevan una gran responsabilidad como Gobierno y como sociedad. “Poblaciones con las que no hay margen para la indiferencia”, indicó el presidente.

Refutó que las muertes en las Comarcas sean por “falta de medicamentos, de vacunas, atención médica, por abandono”.

“Un país cuyas cifras muestran un crecimiento económico pero que ha triplicado la deuda en los últimos 10 años”, recalcó Cortizo.

Ese país multidimensional que se subdivide en cinco Panamás: el moderno, el de los barrios, la clase media, el rural y el de las Comarcas. Todos ellos a la espera de que el nuevo gobierno actúe. “Yo estoy optimista, créanmelo que estoy optimista”, profirió ante el teatro lleno de visitantes.

RENDICIÓN DE CUENTAS
Una nueva visión de la gestión pública, dirigida a todos los ministros y viceministros que el acompañaban en el solemne acto, fue planteada por Cortizo. Enunció cuatro pilares esenciales para lograr el buen gobierno que promete.

Con humildad, dijo ser el primer obrero del país. Uno que empeña su palabra en trabajar duro, fuerte, con organización y disciplina, con un equipo alineado para responder a la convocatoria que ha hecho el país.

Apeló a la sencillez de sus funcionarios. A la vocación de servicio y de estar cerca del pueblo que los eligió. Instruyó a los servidores públicos a tratar a la gente como gente, a facilitar buenas inversiones, a servir al prójimo.

Innovó al exigir a sus ministros cumplir un código de conducta: no mentir, no hacer trampa, no robar y no tolerar a quien lo haga.

“Nuestro plan de acción señala el rumbo de nuestro gobierno con 125 compromisos en cuatro pilares y una estrella: Estado de Derecho y orden, justicia y ley, y combate a la pobreza.”. La que acompaña estos principios es la educación.

Esta última, una transformación urgente en la lista de tareas pendientes del país.

Nada sencilla, que tomará una generación, pero que debe iniciar bajo la administración entrante.

La enseñanza para Cortizo se recarga en dar a los estudiantes herramientas para pensar, aprender a trabajar en equipo y resolver problemas.

Como parte de esta iniciativa, garantizará el programa “un vaso de leche de producción nacional”. Al igual que proveerá los centros escolares con productos nacionales para “estudiar sin hambre”.

Puso especial acento a la priorización de los intereses nacionales sobre los particulares. Advirtió que “ningún interés individual, político o económico, estará por encima de los intereses nacionales… ¡Y no son negociables!”.

PROPUESTAS LEGISLATIVAS
La Asamblea Nacional conocerá en julio de varias iniciativas del Ejecutivo. La reforma a la Carta Magna es una de las más álgidas. Una promesa incumplida por la administración de Juan Carlos Varela de la que tendrá que hacerse cargo el gobierno de Cortizo, que avanzó que tomará como base el documento consensuado en la mesa de Concertación Nacional.

Sin duda un reto para un país esperanzado en que el nuevo orden constitucional será la llave para romper con los círculos viciosos que alimentan la impunidad y corrupción de la nación.

Anunció que presentará ante el Parlamento un proyecto para impulsar la inversión extranjera. Se refiere a la reforma a la Ley de Contrataciones Públicas, con la que busca garantizar la transparencia y reglas claras en las licitaciones que promueve el gobierno.

Actualmente este proceso se ve empañado por impugnaciones y cuestionamientos de empresas que alegan favoritismos en la adjudicación de grandes proyectos, incluso situaciones turbias.

Aunado a lo anterior, se gestionará una Ley de Asociaciones Público-Privadas para facilitar obras públicas para el desarrollo.

Por último, en tono amable y voz clara mostró su lado humano. Se puso a la par de cualquier ciudadano. “Soy el primero de 6 hermanos, esposo de Yazmín, padre de dos hijos, hijo de una educadora. No aspiro más que haber servido a la patria”, señaló.

Apelando a la unidad invitó a todos los sectores a unirse al plan de gobierno, a asumir juntos el nuevo desafío que no quiere enfrentar solo, “yo los necesito a todos”.

Luego sonrió, observó al público y se imaginó el futuro de su gestión. Al fin de cuentas, apuntó, no es cómo llegué a la Presidencia, sino cómo voy a salir.

En este mismo escenario esbozó que desea recuperar el autoestima nacional, el orgullo panameño, la unidad y la esperanza para todos.

El fin de sus palabras provocó una reacción inmediata de los presentes que se levantaron para aplaudirle. Éste, reciprocó con las palmas, caminó por el escenario como haciéndose parte de los invitados que le aplaudían dejando atrás las molestias que habían manifestado por la falta de puntualidad en la que debía iniciar el acto.

CORTIZO JURAMENTA A SU EQUIPO DE TRABAJO
En horas de la tarde, el presidente Laurentino Cortizo, acompañado de su vice presidente, José Gabriel Carrizo de 35 años de edad, quien había sido investido vicepresidente en horas de la mañana, juramentó a todo su gabinete en la Presidencia conformado por ministros y viceministros y ministros consejeros.

Al dar lectura al Decreto Ejecutivo por el cual se nombró el gabinete de Cortizo, se antecedió el código de conducto que ha impuesto el mandatario a los servidores públicos: no robar, no mentir, no hacer trampa, no robar o permitir que alguien lo haga.

“Me siento muy honrado de esta acompañado de un equipo comprometido con defender los intereses del país y especialmente con los más necesitados. Una combinación interesante de experiencia y juventud”, definió el mandatario luego de la juramentación.

A continuación narró una anécdota. “En las elecciones primarias hablamos de un taburete. Esto proviene de un conversatorio con agricultores. Uno de ellos, al finalizar la reunión me dijo que si algún día llego a ser presidente me sentara en esa silla porque no sabe qué tiene que cuando se sientan ahí los mandatarios que se olvidan del pueblo. Por eso me regaló un taburete”, que mostró el mandatario alado de la silla presidencial.

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